Trabajaron
juntas en un comercio como dependientas. Tuvieron oportunidad de
quedarse con el negocio y compraron la tienda, se asociaron. Durante
muchos años las cosas les fueron muy bien. Cuando la situación
económica general empezó a marcarles límites, empezaron las
tensiones. Ambas cosas no lo hicieron de la noche a la mañana. Un
día descubrieron que la caja estaba vacía, que la zona, ayer
comercial, se había ido quedando sin tiendas, que su propio local se
había desvalorizado, y que entre ellas se habían ido perdiendo el
respeto.
Seguir
con el negocio era impensable. Seguir juntas imposible. Alquilar o
vender no era fácil. La tensión alcanzaba cotas de incomunicación
que las precipitaba al cierre...
Alguien
le sugirió a una de ellas que tal vez lo que necesitaba era esto:
“Perdono
todo lo que deba ser perdonado y también me perdono a mí misma. Doy
mi amor y mi perdón a todo el que lo necesite.”
Ésta
apuntó la enseñanza en un papel y aseguró que trabajaría con
ella.
A
la otra le contó la siguiente historia:
Benevolencia*
"Un
tendero acudió al Maestro para decirle que enfrente de su tienda
habían abierto un gran almacén que amenazaba con obligarle a dejar
el negocio. Su familia había regentado la tienda durante un siglo, y
el perderla ahora significaría su ruina, porque él no estaba
preparado para hacer otra cosa.
El
Maestro le dijo: “Si temes al propietario del gran almacén,
acabarás odiándolo. Y el odio será tu ruina.”
“¿Qué
debo hacer, pues?” Preguntó el desesperado tendero.
“Sal
todas las mañanas a la puerta de tu tienda y bendícela, deseando su
prosperidad. Luego vuélvete hacia el gran almacén y bendícelo
también.”
“¿Qué
dices? ¿Bendecir al que me hace la competencia y va a destruirme?”
“Cada
una de tus bendiciones sobre él redundará en beneficio tuyo. Y cada
mal que le desees servirá para destruirte.”
Al
cabo de seis meses regresó el tendero para contarle que, como se
temía, había tenido que cerrar su tienda, pero que ahora estaba al
frente del gran almacén y que las cosas le iban mejor que nunca.”
Algo
pareció cambiar en el talante de esta última según oía esta
historia...
Una
semana después y habiendo retomado el diálogo y la cordialidad
entre ambas, comentaban que un proveedor suyo, asociado a otros, les
alquilaba el local y contaba con una de ellas como dependienta.
Ningún problema en la elección pues una ya dejó claro que no
deseaba seguir trabajando.
*
Quién puede hacer que amanezca. Anthony de Mello, S. J.
Y es que los decretos y el universo, van de la mano. Sólo nos queda sonreirle y agradecer. Siempre agradecer.
ResponderEliminarUn placer siempre pasar por aqui.
Un abrazo Ernesto.
Me ha gustado tanto que la he apuntado, no quiero que se pierda por la tripa del blog.
ResponderEliminarRecuerdas que te dije que quería El canto del pájaro. Ya lo tengo.Y también El jardinero de Tagore. Me los mandó mi amiga adorada Maite, hasta que consiga el de papel me arreglo con el archivo. Me entendiste o hice un guiso ?
ResponderEliminarUn abrazo gigante.
¡Buena semana !!
Mi querido amigo...he leido el relato de la tienda y me gusto mucho espero que las dos ahora se entiendan como se debe en un trabajo y lo lleven bien a cabo y trabajen juntas.
ResponderEliminargracias Ernesto por tus cariñosas palabras sobre mi poesia,me alegro que te guste como lo encajo pero es tal cual me dicta el corazón...entre nosotros... ...."le adoro"(como nadie lo conoce)yo tranquila.
un fuerte abrazo
Marina
El OJO POR OJO, DEJA AL MUNDO CIEGO...
ResponderEliminarGhandi
Hola Ernesto, he leìdo y releìdo tu entrada, interesante siempre, en la lìnea de escritos iluminantes que te caracterizan.
ResponderEliminarPienso que las dos mujeres debìan de sentir mucha admiraciòn por ese "Alguien" ya que muy obedientes enseguida aplicaron a su caso las enseñanzas. Y el final fue feliz. Parece un cuento ejemplar, ojalà existiera en los seres humanos esa capacidad de pedir perdòn que significa reconocer los propios errores. Porque autoperdonarse parece màs fàcil, yo soy escéptica.
Un abrazo de lluvia
Hola Ernesto, el perdón es importante en todos los hábitos de la vida. Nos ayuda a querernos y ayudarnos más, y por lo tanto a abrir nuestros corazones también a los demás.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso es la ley de la atracción lo que deseas vuelvo multiplicado por dos, el perdón y la vida le cambio. Un ABRAZO
ResponderEliminarFELIZ DIA
Hola querida Chusa, me encantan tus comentarios tan... con mensaje, tan profundos, siempre dejando la puerta abierta a un poco más... Con tu permiso.
ResponderEliminarCuento ejemplar. No es un cuento ejemplar, es una realidad en la vida de cada uno. Esta situación la enfrentamos todos en múltiples ocasiones a lo largo de nuestras vidas. La enseñanza es para cada uno de nosotros.
“Esa capacidad de pedir perdón que significa reconocer los propios errores.”. No hay auto perdón Chusa, solo Perdón.
Al final de mi entrada “Tenía intención...”, figura una oración o decreto de perdón en la que no se hace mención de los propios errores. Y mucho menos de los posibles errores de los demás. Y sin embargo la frase es contundente y definitiva. La realizo con frecuencia durante el día... Mucha frecuencia. Y no niego que tenga un significado concreto, una situación, unas personas. Pero es tan neutra, señala tan poco... ¡Dice tanto sin casi decir nada! E ahí su grandeza. Su eficacia. Su facilidad de uso.
No hay que desempolvar los hechos, no hay tan siquiera que nombrar a nadie, en ocasiones no se podría... Pero los resultados son sorprendentes, excepcionales, definitivos...
No sigamos hablando de ello. Pongámonos manos a la obra!
Un abrazo.
Enhorabuena! Tener buena voluntad y saber perdonar, demanda calidad humana y madurez a unos les cuesta más que a otros pero con voluntad y exfuerzo se puede conseguir.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta entrada, porque me hace pensar que es posible que unos a otros podamos hacernos la vida mejor.
Gracias amigo.
Un poderoso Decreto, sin duda alguna.
ResponderEliminarSaludos.
Sigo creyendo que para saber perdonar ...hay que primero perdonarse uno...si es que la soberbia se lo permite no?
ResponderEliminarfalta bastante aún para comprender
pero al menos creo unos mas , otros después llegaremos a un mismo lado...eso espero
al menos tengo esperanzas...
saludos!
Erenesto es una buena terapia el perdón, el que le damos a otros, y sobre todo el que nos damos a nosotros mismos...y siempre hay que luchar por un nuevo amanecer...esperando que sea mas luminoso...
ResponderEliminarun abrazo
Hola Ernesto, buena lección la que nos dejas y de que debemos aprender mucho, no es fácil perdonar y menos pedir que al "enemigo" le vaya bien tanto en negocios como en la vida personal, pero últimamente tengo unos amigos, y cada vez creo mas en lo que me dicen que es pensar en positivo, ya que si pensamos en negativo, que no lo vamos a conseguir o que todo va a salir mal, es cuando de verdad sale todo mal.
ResponderEliminarAsique debemos hacer lo que dice el maestro y así conseguiremos ir bien por la vida, me encanto el relato, gracias por compartirlo.
Besos.
Hola Ernesto!.
ResponderEliminarLlego de tu mano a conocer tu casa y me encuentro un espacio relajante, con buenos consejos y plagado de amigos comunes.
Con tu permiso, voy a quedarme en él.
Un abrazo desde Pueblo poeta.
No me cabe duda de que el odio se vuelve contra uno mismo. solo hace daño al que lo cultiva.
ResponderEliminarHay un refrán castellano que dice "se consigue más con mieles que con hieles".
¡Y es verdad!.
Un abrazo.
Rosi
Nos dejas una gran lección en un brillante relato.
ResponderEliminarTe aseguro que lo he leído más de una vez.
Querido amigo, recibe un abrazo fuerte.
Cuanto más se da más se tiene, en todos los sentidos, en esta tierra hay sitio para todos,eso creo.
ResponderEliminarLa entrada anterior, vivencias entrañables que han ido forjando el hoy. Me gusta.
Un abrazo
Menos mal que algunos saben perdonar porque sino.... mal asunto. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Ernesto por tu visita y comentario a mi blog. Un abrazo
ResponderEliminarMi querido amigo Ernesto...me dices qu la melodia de "abrazame"de Roberto Carlos la escuchabas tu conduciendo,es preciosa yo al poner "ESPIGAS DEL ALMA"es lo primero que he oido y sentada en mi despacho no me he salido hasta que no acabo la canció ,ademas este hombre es un romantico y me encanta oirle,creo que la tengo tambien por Julio Iglesias y tambien me gusta mucho...
ResponderEliminargracias amigo feliz dia y hasta cuando gustes sabes que te considero un gran amigo mio.
un beso
Marina
Buenos días Ernesto.
ResponderEliminarGracias por este relato y su enseñanza, temer el futuro, ya lo limita, y los cambios son necesarios, ya que nada dura para siempre, ese método pongo en orden cada día, aunque es un proceso lento, estoy en plan de cambios, por un lado tengo ganas de que todo ya esté arreglado y por otro lado, no querría moverme.
Hace unos días que no veo tus publicaciones, es posible que a ti te ocurra lo mismo con las mías.
Un abrazo.
Ambar.
Un abrazo bien fuerte querido amigo.
ResponderEliminarQue tengas mucha felicidad.
Gracias Ernesto por tus palabras y por tus explicaciones tan convencidas. Aprecio tu interés por hacer entender tu mensaje. Con afecto te dejo mi abrazo para tu dìa
ResponderEliminarSiempre recibimos lo que damos a los demás. Hay que bendecir de todo corazón, generar una buena corriente de intenciones y hechos. me gusta mucho como lo lograste!
ResponderEliminarAbrazo de anís, para ti!
Me encanta Anthony de Mello
ResponderEliminarMe ha gustado leerte, creo que me ha venido muy bien en este momento.
Tienes un premio en mi blog de Color
querido amigo Ernesto...que alegria me da verte ahora tan a menudo en mi casa y poderte yo visitar pero...en confianza que sabes te tengo aunque me veas cantar al amor creo que debo estar ronca canto mal y no se me quita la idea de dejarlo,la tengo muy metida en mi cabeza y cualquier dia incluso se cierra de forma que ni entre ya nadie a el...mi primer blog es de 2006 y este lo abri en el 2008 ya que aquel es muy estrechito y parece de carton ...poreso lo cambie.
ResponderEliminarbueno ya se vera como va mi salud y animos
un gran abrazo
Marina
Profunda enseñanza y de gran valor tanto hoy como siempre.
ResponderEliminarNadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible, dijo el gran Gandhi.
Y yo no puedo estar más de acuerdo, aunque como ser humano que soy, reconozco mis limitaciones, mis irritaciones, mis tormentas que por suerte son ráfagas de aire que se alejan con prontitud...
:)
Besos y gracias siempre por tu huella en mis cosas.
Pienso que si muchas personas aplicáramos las enseñanzas del maestro, no cometeríamos tantos errores, tenderíamos la mano, perdonaríamos y todos saldríamos ganando. Solo nos falta tener la voluntad de hacerlo.
ResponderEliminarUna preciosa reflexión Ernesto.
Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.
(Mahatma Gandhi)
Un cálido abrazo
Hola de nuevo, he observado que guardas un grato recuerdo de esta fantástica melodía.
ResponderEliminarEste es el enlace por si la quieres tener.
ANDRE RIEU TOSCANIA 26 Ennio Morricone [HQ].mp4
http://youtu.be/GWRZLzAQECw
Besos
Ernesto actuar con buena fe y optimismo hace triunfar a las personas.
ResponderEliminarVes siempre lo malo no trae nada bueno.
Ejemplar ejemplo.
Un abrazo y hasta pronto.
Sabio Anthony de Melo,cada una de sus historias son un mensaje y una enseñanza.
ResponderEliminarmariarosa
Inconfundible huella de Anthony de Mello.
ResponderEliminarAbrazo!