lunes, 3 de noviembre de 2014

El pueblo de los fantasmas...

Sucedía en el verano de 1974, en un pequeño pueblo de montaña de la provincia de León lindando con Asturias.

El alcalde había convocado un pleno para tratar el tema que, desde hacía unas semanas, tenía alborotados a algunos vecinos que aseguraban haber visto fantasmas por los alrededores del pueblo.

El del clarín (pregonero) anduvo la mañana del domingo tocando y voceando la prevista reunión vecinal.

“Por orden del sr. alcalde se hace saber... que el próximo viernes habrá... pleno municipal... Y se invita a todos los vecinos a aportar lo que consideren... para la aclaración de...”

Ni que decir que dicho día estaba la sala que no cabía un alfiler. Y en la plaza del pueblo una ingente cantidad de personas, muchas venidas de pueblos aledaños y aún de la ciudad, formaban pequeños corros comentando el tema... Dos cámaras de tv y algunos periodistas completaban el cuadro de aquel memorable día.

Entre los asistentes ya sentados dentro del ayuntamiento se encontraba el panadero del pueblo, quien junto a su mujer habían estado ausentes al tomarse dos semanas de vacaciones. Llegados la noche antes, no se habían enterado de lo sucedido.

Cuando en un total silencio el secretario empezó a leer los datos aportados por unos y otros...

“Que en dos o tres noches de luna y calor sofocante, se habían visto unas figuras humanas de color blanco, de los pies a la cabeza y se cree que desnudas, corriendo y danzando por las eras del grano...”

Una sonora carcajada interrumpió el relato, encogiendo aún más si cabe el corazón de algunos, provocada por el panadero... Quien cogiendo de la mano a su esposa, sonriendo también aunque algo sonrojada, y haciéndose sitio entre el gentío asistente, abandonaron precipitadamente la sala...

Unos días después todo el mundo sabía lo sucedido. Las sonrisas de los vecinos saliendo de la panadería y el aumento de la venta de pan indicaban que allí se estaba cociendo algo...

Para celebrar su décimo aniversario de bodas, la pareja lo había estado celebrando en privado, y puesto que la juventud y la pasión seguían vigentes, después de cenar, descorchar el champan e irse a la ducha juntos, se les ocurrió pasar por el almacén de las harinas y, húmedos todavía, embadurnarse bien de ella y salir por la puerta trasera a correr al que te pillo...  

24 comentarios:

  1. Hola amigo ! Me encantó. Un lindo relato, original y bien estructurado, con un final imprevisto.
    Me gustó mucho.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué divertido!!
    Mucho bueno hay en León. Y la imaginación que no falte.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Una buena celebración con pasión dejando al pueblo en el misterio.
    Buen relato, un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Hola Ernesto, ¡Me encanta el misterio! He leído con suma atención el relato esperando que fuera una historia escalofriante… Ja, ja, ja, he soltado en carcajadas al leer el desenlace.
    Gracias por arrancarme una sonrisa, que hace mi día más hermoso.
    Un cordial saludo, que estés bien.

    ResponderEliminar
  5. Original forma de celebrarlo.

    Una historia realmente divertida.

    Misterio unido al humor.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Ja,ja, ja,ja
    Vaya Ernesto, que relato, historia, cuento o recuerdo más original, divertido y apasionado.
    Eso sí que es una chulada de fantasmas.
    :)
    Abrazo grande.

    ResponderEliminar
  7. Divertido relato y genial forma de celebrarlo la de los panaderos.
    A veces lo mas probable se nos hace un misterio, verdad?

    Un beso, ernesto.

    ResponderEliminar
  8. Hola Ernesto...no veas con la atención que yo me he empapado de pan y todas las viandas del sotano...muy gracioso relato pero tenian chorizos ...jamones y demas "porquerias" del cerdo para dias ...menuda despensa Leonesa...
    Gracias amigo siempre aqui a tu lado con cariño
    Abrazos

    ResponderEliminar
  9. Amigo Ernesto...me has arrancado una buena carcajada, tan sonora como la del panadero, menudo susto dieron al pueblo y demás moradores.
    Original y privada manera de celebrarlo, un divertido relato, propio para estos días.
    Un abrazo.
    Ambar

    ResponderEliminar
  10. Jajaja, qué fantasmas tan simpáticos y divertida forma de celebrar un décimo aniversario revolcados en harina y a correr a la luz de la luna...
    y encima, aumentaron las ventas de pan
    Bonita historia para estos dìas de fiestas
    Un abrazo, Ernesto y que disfrutes de tu valle y de buen pan artesano

    ResponderEliminar
  11. Me encanta esta historia de fantasmas.
    Te ha quedado genial.

    un beso

    ResponderEliminar
  12. Pues me parece fantástico, pero hay que ver como inventan, pero menos mal que comprendieron “el baile de los fantasmas”, y es que en los pueblos enseguida recurren a al almas del mas allá, estando aun en el mas acá…
    Una entretenida historia amigo Ernesto. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Hola Ernesto, tu divertido relato me parece tierno y maravilloso por tan singular celebración…Claro que diez años de matrimonio no era para menos….El champan hizo el resto ja, ja…

    Un cálido abrazo

    ResponderEliminar
  14. ¡¡Muy bueno!!

    Que buena forma de festejar.

    mariarosa

    ResponderEliminar
  15. Jajaja... Qué estupenda celebración :D
    Ernesto, gracias por tu alegre y divertido relato.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  16. Ernesto que romántico embadurnarse de harina y salir a jugar como cuando eramos niños...creo que es algo que no debemos perder, esa ganas de jugar...por eso quiero pisar los charcos...
    Un abrazo...

    ResponderEliminar
  17. Jajaja, se pusieron traviesos y juguetones!

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  18. Que relato mas hermoso, el amor de verdad corre entre tus lineas con la esperanza y convicción de no haber un hay tiempo que determine el verdadero sentir. Felicidad completa en instantes que pueden perdurar.
    PD: te dejé la respuesta en mi blog, si soy la misma. y te preguntaba algo acerca de la fotografía actual. Que bueno reencontrarnos. Te abrazo

    ResponderEliminar
  19. Excelente relato querido Ernesto, con humor sobre todo y un final inesperado como gran cuentista.
    Te felicito.
    Besos

    ResponderEliminar
  20. Muy divertido, unos fantasmas muy originales. Un Fuerte ABRAZO
    FELIZ DIA

    ResponderEliminar
  21. Divertido y genial relato, Amigo Ernesto. Siempre es un gusto visitarte y leerte.

    Buen fin de semana y besos.

    María

    ResponderEliminar
  22. que alegre episodio...muy bello en toda su significancia ...llena de ternura y emoción...sorprende , que nos muestra que cosas simples de la vida nos puede dar tanta alegría y nos anima a seguir adelante!
    sin dudas ellos siguen llenando de ese amor genuino los panes que los otros alborozados llevan a sus mesas...

    felicitaciones!

    ResponderEliminar
  23. Gracias por estar siempre, por compartir, de eso se trata este medio, de enriquecernos mutuamente... Yo casi no puedo comentar, tengo muchos problemas que resolver y me queda poco tiempo, pero los quiero mucho a todos.

    Besos y abrazos gigantes con todo mi cariño.

    ResponderEliminar