Tranquila
mañana de viernes en la que la lluvia, entrañable hoy, marcará
destino. Y es que si bien tenemos todos un destino común, la esencia
de nuestro vivir nos conduce a ello, los innumerables “destinos”
que los mil eventos diarios nos motivan tienden a difuminarlo…
No
podemos salirnos del camino trazado y obviar la meta que como seres
somos. Pero sí podemos, y lo hacemos con maestría, perdernos en
vueltas y revueltas que como noria cualquiera nos hace avanzar
sin movernos del sitio. ¡Condición humana es!
-¡Vaya,
se ha levantado esta mañana sentencioso!
-Bueno,
es que al despertarme me vino la idea de escribir algo… Y a su vez
me pregunté que si era relevante ello en relación a mí mismo. Es
decir, tuve que escoger entre las bambalinas del mundo o yo.
-¿Y?…
En
un principio me quedé conmigo mismo. Me sumergí en la única
esencia que soy. La Realidad Absoluta. (*)
-¿Meditación,
yoga, oración?
-Nada
de eso. ¡Silencio!
-¿Silencio?
No parece fácil en un mundo como el actual. ¿Cómo lo consigue?
-Dejando
la mente en suspenso. Situándome en el espacio que se halla entre
los pensamientos. Entre uno y el siguiente hay una especie de vacío.
Cuando uno ha finalizado y el otro no se ha iniciado aún, ahí, en
ese momento, ese segundo, ¡Eso eres tú!
-Ufffff…
Difícil encuentro…
-Es
sencillo, pero no fácil, sí. Tenemos el hábito de la distracción.
De perdernos en tratar de comprender por qué cae la hoja del árbol
en vez de dejar sencillamente que caiga. Tendemos a distorsionar la
realidad creando a su vez nuestras realidades. Al gusto. A la medida
de lo que podemos controlar. Siéntese tranquilamente sin hacer nada
y verá cómo la yerba sigue creciendo. Observe cómo cuando el
viento amaina las hojas siguen cayendo. Hay un suceder natural que
actúa cuando usted es capaz de apartarse... y dejar de hacer.
-¿Estamos
condenados a vagar eternamente en pos de algo como humanidad?
-¡En
absoluto! El tren llegará a la estación con todos sus vagones.
Aunque a muchos les haya parecido que retrocedían al pasar de
vagones de cabeza a los de cola.
_______________._______________
Usted
no es la mente ni el cuerpo, el pensamiento o el sentimiento, el
tiempo o el espacio.
Usted
es la Realidad Absoluta!
(*)
Sri Nisargadatta Maharaj.
_______________._______________
“Antes que Abraham fuese, YO SOY”.
Juan 8: 56-58.
Jesús tratando de señalar lo mismo.
(Por Abraham hay que entender el mundo. Tú. Todo lo creado)
_______________.__ _____________
El ejercicio de permanecer en lo único que eres, la ausencia de la mente entre los pensamientos, durará uno o varios segundos las primeras veces. Si perseveras en ello, sin esfuerzo alguno, verás que puedes ampliar ese espacio de tiempo.
El encuentro contigo mismo. Lo único real.
Hola Ernesto.
ResponderEliminarPocas palabras caben en este convincente y clarificador post.
El encuentro con uno mismo, llegar a ser...el único camino.
Un fuerte abrazo y feliz finde.
ResponderEliminarEl encuentro consigo mismo es importante para conocernos, explorando llegamos a la conclusion de que somos conocedores de nuestras reacciones ,pensamientos, actitudes, para poder afrontar los problemas y obrar adecuadamente.
Un cálido abrazo Ernesto
Siempre estamos pensando y dejamos manifiesto con carteles y mensajes el Yo como única persona y si nosotros mismos no nos cuidamos difícil será encontrar a alguien que lo haga.
ResponderEliminarMe declaro totalmente hiperquinética, inquieta, que difícil será para mi encontrar ese segundo, pero lo voy a intentar.... besos y que tengas un lindo fin de semana Ernesto :*
Es casi la definición del significado de la meditación. La conexión con el YO SOY, con el presente, con el único instante que tenemos.. EL AHORA.
ResponderEliminarPara meditar y pensar en ellas, en tus palabras. El silencio es un bien preciado que no todo el mundo sabe valorar, y creo que es uno de los mayores logros que podemos alcanzar para conocernos y ser nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo, Ernesto.
Ernesto, que profundo tu relato. Creo que tendría que leerlo mañana por la mañana para ver si soy capaz de encontrar ese segundo del que hablas, dejando la mente en suspenso, ¡qué difícil!. Ahora me vendría genial para que los pensamientos se quedaran en silencio, y dormirme pronto, jajaja.
ResponderEliminarNo sé si te lo he dicho, pero me encanta como escribes, tus escritos producen serenidad.
Un abrazo.
Si hermano, tarde o temprano ( Y para Dios no hay afán alguno) el tren llegará a destino...
ResponderEliminarPaz y Sabiduría
Isaac
Me gusta mucho tu post, profundo, relajante y armónico.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
MAR
DE OSHO PARA TI
Sentado en silencio,
Sin hacer nada,
La primavera llega
Y la hierba crece por si misma....
Deja que este mantra se sumerja en tu corazón. Esta es la esencia de la meditación!... Sentado en silencio…haciendo nada…la primavera llega…y la hierba crece por si misma…¡Todo ocurre por si mismo! No necesitas hacer nada.
No hay nada más placentero que sentarse al atardecer contemplando el cielo y el verde alrededor, dejando vagar la mente, ahí está el resumen de la naturaleza y lo que nos colma, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarLa naturaleza es muy sabia,Dios es muy sabio;ni un cabello de la cabeza se cae sin su permiso.Sabiendo esto y cuando lo experimentas se te quitan las ganas de querer a toda costa hacer que vaya todo según mi parecer Tener la mente quieta y en silencio es amar la voluntad de Dios.Esta es mi convicción.
ResponderEliminarUn abrazo cordial.
El camino al encuentro consigo mismo, es el retorno a la consciencia de nuestra propia divinidad.
ResponderEliminarErnesto, un abrazo.
Qué interesante lo que nos cuentas, Ernesto, me encanta eso de que la vida sigue su curso sin tenernos en cuenta.
ResponderEliminarEs lo que yo les contestaba a las monjas cuando se empeñaban en que Dios me estaba mirando
"si hombre, como si no tueviera nada más importante que hacer"
Volviendo a post.
Mi mente caótica y alborotada se resiste a quedarse suspendida en ese punto plácido de la nada, trato de compensarlo con el silencio, me chifla el silencio y me encanta estar sola.
A la vez tengo facilidad para desconectar, aunque no del todo, si al menos del lastre que no me aporta nada.
De "más mayor" quiero practicar la meditación en serio, como tú.
Ahora llevo una vida loca, pero, cuando tengo tiempo para mí, vagabundeo con la cámara sin pensar en nada concreto, sintiendo los sonidos, los olores, dejando que sea la vida la que se pasee dentro de mí.
Quizá no sea para echar cohetes, pero regreso a casa casi nueva.
Un abrazo,
Hoy estas muy profundo, Ernesto y me ha gustado mucho leerte.
ResponderEliminarA veces casi sin darme cuenta practico ese silencio necesario para llegar al meollo de misma y que tu has explicado tan bien.
Vivimos en un mundo lleno de ruidos- no solo materiales- que nos impiden conectar con lo importante.
Siempre es un placer visitarte, querido amigo.
Vivir, vivir y seguir viviendo... sea como sea, hasta el final. Solamente Dios lo sabe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bonita sensación me produce cuando viajas a lo más profundo del ser. Sin duda estamos "mal acostumbrados" y nos entretenemos haciéndonos preguntas y (en muchas ocasiones) desesperándonos por situaciones que no podemos controlar. Es cierto que es condición humana y es algo realmente bonito dejarse sorprender y hacerse preguntas, siempre y cuando no nos haga sufrir. Nuestro dolor no cambia las cosas, nuestra alegría mejora notablemente nuestro propio mundo.
ResponderEliminarUn abrazo infinito Ernesto.
Muy profundo lo que expresas y muy importante el encuentro con uno mismo.
ResponderEliminarMuy bien expresado.
Un fuerte abrazo.
Ernesto, me impresiona con la claridad que lo explicas, muchas veces busco ese encuentro, ese silencio, pero los pensamientos no quieren bajar la voz por mucho rato y crean una especie de música de fondo. Pero tienes razón, con lograrlo unos cuantos segundos estoy en el camino.
ResponderEliminarGracias mi buen amigo. Un abrazo desde mi soleada Lima!
Todos somos mundos individuales a la par que unidos por el misterio del ser.
ResponderEliminarNada fácil de entender la profundidad de lo que dices con tanta maestría, pero creo colegir que nada importa salvo entender que a la postre,seremos esencias despojadas de todo lo ajeno que ahora sentimos vital para seguir en el mundo de fuera de nosotros mismos.
Siempre tú y tus dilucidadas interioridades.
:)
Un abrazo.
Es una falla nuestra distorsionar la realidad como bien dice el relato, me ha encantado, saludos amigo.
ResponderEliminarPues sí, la contemplación, una puesta de sol, el trino de las aves, también sentarse uno en un bar y ver a la gente ir de aquí para allá, sin pensar, solo mirar...una opción maravillosa que practico cada día más. Abrazos Ernesto.
ResponderEliminarbuenas noches, Ernesto.
ResponderEliminart muy felices sueños. con abrazo.
cada día es una lucha
ResponderEliminarsaber encontrar esa fuerza poderosa que todo lo dirige...
y que nos motiva a seguir siendo...
siempre se despierta a cada amanecer...
Se de lo que hablas Ernesto, es un caminar largo que llevo en esto. Esto, que podríamos decir que es encontrar el momento y de ahí hacer muchos momentos en los que podamos estar con nosotros mismos y sin embargo no sustraernos ni dejar de vivir todo lo que el universo nos regala. Ese instante es mágico.
ResponderEliminarQué rico ha sido llegar hasta aquí por medio de otros blogs amigos. Por aquí seguiré, aunque no he estado muy constante con los blogs, vamos a ver si los retomo. Un abrazo va.
He tratado de quedarme en el blog para estar pendiente de tus entradas pero no me lo permiten . :(
ResponderEliminarDesde el lugar de mi camino en el que me encuentro hoy, leerte me resulta tantas cosas. Gracias por llegar a mi blog, por dejar la pregunta en el aire, siendo ese mismo aire el que me trajo a tu blog. Recibe mis respetos y un cálido abrazo.
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