Lleva
poco tiempo sirviendo tras la barra del bar… No es un trabajo habitual, es una estudiante que realiza sustituciones por horas. Alta, morena, de pelo
largo y ondulado, de sonrisa fácil y cierta belleza aniñada… Con un algo
en su cuerpo y forma de moverse que la caracteriza y no deja indiferente a casi nadie. Y joven, ¡muy joven! ¿Contará 21 años?
En
la calle, y con la copa en la mano que le sirvió hacía rato, la vio
acercarse a él… Mirándole a los ojos desde una madurez que sus
años no reflejaban le dijo.
Tienes
una edad que no es la mía… y es más que probable que no volvamos
a estar juntos. Tengo toda una vida por delante. Pero esta noche no
hay nada ni nadie que no seas tú. Sé lo que eres…, o por lo menos
lo que no eres. No eres de los valores de este mundo, y sin embargo
pocos hay tan simples como tú. Trasluces una profundidad a la que no
sé poner nombre, o límite, lo sé… Y esa es la que quiero absorber
esta noche. Quiero darte lo que soy y tengo, hoy para ti juventud. Me
apetece, lo quiero. Quiero comulgar contigo esa esencia que, guardada
en mi alma, sé que mañana, un lejano mañana, tendré que
enfrentar. No estarás, los calendarios tienen hojas limitadas, pero
en mi corazón vivirás siempre… O te viviré más bien. Pues sé
que para ti el vivir o no es irrelevante.
Ven,
coge mi mano y demos un largo paseo antes de que la desnudez cubra
nuestros cuerpos.
ResponderEliminarWawww... que audaz el caballero. Queda la duda ¿la joven habrá aceptado?
Quién sabe.
mariarosa
Un interesantísimo giro en tus escritos!
ResponderEliminarMe encanta,creo que hay mucho por dar, es más..como decirte,espontáneo,más humano tal vez.
Muy bueno.
Jopelín, me encantó!!!
ResponderEliminarUn abrazo
Y espero que el final fuera que sí, o quien sabe si fue el inicio.
Y que nadie les quite lo bailado, ea!!!
ResponderEliminarMe encantan esos momentos con final feliz. :-)))
Muxu bero bat, querido Ernesto, que hoy la ocasión por el texto, lo merece. ;P
ResponderEliminar¿Pero que entendí?
Claro que es la chica la que propone y yo imaginando al caballero audaz.
Perdón Ernesto, en Buenos Aires, el calor nos derrite y a mis neuronas las debe haber afectado.
Un abrazo.
Ernesto ...precioso tu relato y ¿sabes que te digo?...la edad para el amor no cuenta ,Mi marido me llevaba 16 años y fuimos muy felices y yo ....estoy enamorada de un caballero muy mayor maravilloso ...
ResponderEliminarun abrazo y gracias de tú compañía
La atracción va más alla de las edades, hay una química entre dos seres y es inexplicable, cuando llega, esos dos seres lo saben, los demás no lo entienden, eso no importa lo que no hay que perder de ninguna manera es el aprovechamiento de esos momentos mágicos e irrepetibles. Adelante!! Precioso relato y ocurre más a menudo de lo que imaginamos. Un abrazo.
ResponderEliminarErnesto, si es parte de un sueño o de la imaginación habrá que contentarse! Un abrazo!
ResponderEliminar"1 recién cumplidos tenía yo cuando me casé la primera vez, ¡una criatura!Ernesto.
ResponderEliminarUna romántica historia en la que, como casi siempre ocurre, ella es joven y él maduro.
¿Será que las mujeres somos más abiertas, más generosas, y no es sólo el físico lo que nos atrae?
O también que en esta sociedad machista si la mujer tiene una relación con alguien mucho más joven ya no hay romanticismo que valgan ni hojas del calendario ni un soplo de aire fresco que a las mujeres también nos viene muy bien a ciertas edades.
Un beso,
Ernesto, hermoso relato. Cuando hay afinidad entre las alma, no hay edad que se interpongan en el camino.
ResponderEliminarUn abrazo!
Quién pudiera volver a los veintiuno...
ResponderEliminarSalud.
"Pues sé que para ti el vivir o no es irrelevante". Me ha encantado esta frase. Saludos.
Me ha encantado!, es como estar allí y sentir las palabras dichas.
ResponderEliminarUn feliz domingo.
Hay que saber aprovechar cualquier oportunidad. El tiempo es breve...
ResponderEliminarUn relato mágico.
Un Ave Mª PRECIOSA ...ABRAZOS
ResponderEliminarEs una linda historia.
ResponderEliminarNo hay edad para los sueños y el amor.
Un abrazo. Feliz semana.
Y al pasar de los años cuántas veces habrá recitado esas palabras en su cabeza y en su corazón al enamorarse de una efímera belleza por dos o tres horas, o tal vez cuatro días.
ResponderEliminarLa edad le da el valor para atreverse a pedirle de una forma realmente bella un instante de felicidad, que bien sabe, no se olvidará jamás.
Pura vida tu texto Ernesto, me chifla cuando das un paso más allá y saltas la barrera de la emoción para vivirla sin límites entre tus pensamientos y tus letras.
Un abrazo mi querido amigo.
Estas conexiones hay que aprovecharlas sin más. Son oportunidades que la vida nos brinda para nuestro crecimiento y aprendizaje. Me ha encantado.
ResponderEliminarEspero que este comentario salga, pues otras veces me ha sido imposible.
Un fuerte abrazo. Y muy cálido también.
(¡vaya, qué bien, veo que salió, uf, menos mal!)
ResponderEliminarCandela Martí
ResponderEliminar5 feb. (hace 2 días) para mí (recibido por mail)
Ernesto, hace pensar este breve relato porque a pesar de lo que, aparentemente, pueda parecer por el comportamiento actual de los jóvenes, ser tan directo y natural como para expresar y demandar lo que el alma y el cuerpo nos reclama en un momento dado, a merced del impacto emocional que una persona nos puede despertar, no es muy habitual de poder vivir.
Y, por otro lado, sería bueno dejarse llevar, más a menudo, por esos impulso naturales que salen por alguna razón de dentro del ser.
Algo tendrá a ver la sociedad que nos tiene bien sujetos entre sus garras, imagino...
Un abrazo fuerte, amigo mío.
ResponderEliminarBravo!!! A ver si aprendemos a ser sinceras y a romper esquemas...
Abrazo atrasado, amigo.
ResponderEliminarSomos una sociedad liberal, todavía la unión de personas con gran diferencia de edad se ve como algo un tanto anormal. Pero porqué, la vida pasa y si esas personas son felices que importa la edad, hay que romper prejuicios.
Si ellos dos están bien, se llevan bien y sienten que puede funcionar, eso es lo único que debería importar.
Me ha encantado tu relato.
Un cálido abrazo Ernesto.
(No se me actualizan tus entradas y llego tarde)
No es nada habitual la situación que relatas, ni por edad de ella, ni por ser "ella", ni porque así de pronto alguien sea tan directa en su propuesta a un desconocido. Me gusta dejar suelta la imaginación cuando se trata de suponer situaciones, ahora bien, ni con 21, ni con 41, ni con 121 me veo yo diciéndole a alguien, te he visto de reojo según te servía el vino, encantada de conocerte ¿ nos vamos a la cama? jajajaja
ResponderEliminarNo obstante como idea e historia perfecta!
Un placer ERNESTO.
jajaja perdóname ERNESTO, es cierto que para ser el primer comentario que te dejo no fui, ni delicada, ni cuidadosa con mis palabras jajaja en fin, soy tal cual me lees, escribo lo que me surge según leo y a veces, como en esta, no estuve muy afortunada.
ResponderEliminarLo siento. Extiende por favor mis disculpas a tu parejita feliz... que el amanecer les sorprenda diluidos en rocío de la mañana ; )
Qué espontáneo y natural! Me ha encantado.
ResponderEliminarY no me sorprende ni la edad, ni que la propuesta venga de ella. La vida, tal como la expresa y vive no tiene esos condicionamientos.
Qué bien expresado!
Un abrazo, Ernesto.
Me encanto, hace años tuve una aventura con un hombre 15 menor y fue una amistad con ventaja y aunque para otros podía ser pan para hoy y hambre para mañana, para mi fue algo hermoso y una comunión física y espiritual que nos conectaba a la luna y a las estrella cuando hacíamos el amor bajo ellas.
ResponderEliminarmar
Feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al final la vida es lo que hacemos con ella.
ResponderEliminarBonito texto.
Saludos
Uuummh, no sé si lo hacen así ahora Ernesto..jeje...bueno, algunos sí, claro que sí, no voy a ser mala...el romanticismo debe permanecer.
ResponderEliminarHistorias y vidas menos convencionales es lo que nos hace falta, como esta.
Muy buen encuentro:)
Un abrazo
bonito encuentro de amor, es frecuente que las mujeres jóvenes se sientan fascinadas por hombres maduros con fuerte personalidad. En tu historia ella y él parece que se conocen bien y no es solo una simple atracción momentánea, durará dos años?
ResponderEliminarUn abrazo Ernest, muy intrigante tu historia pero muy real, me ha gustado y también la imagen del trigo y amapolas
ResponderEliminar¿Tú le has dicho alguna vez algo así a alguien? ¿Lo harías? ¿Y querrías?
Yo lo haría. Quiero decir que me encantaría saber decir algo así. Y tener a quién lo provoque también, claro.
Me gustó mucho tu texto. Ojalá haya ocurrido.
Un abrazo