domingo, 26 de agosto de 2018

La vida es... una tarde de verano!


¿Es la vida una tarde de verano en un pueblo tranquilo de un pequeño valle que cruza un río? ¡Sin duda!

¡La vida es siempre y en cualquier lugar o circunstancia!

Bueno, pero estará de acuerdo conmigo en que lo mismo que no todas las tardes son iguales, los pueblos tranquilos y los valles pequeños, a las “vidas” les pasa lo mismo. ¡No todas son iguales!

En apariencia pudiera ser… Pero ni aún así… Usted parece referirse, posiblemente, a que no percibiendo vidas iguales, unas deben ser mejores que otras. ¡Y puede que ejemplos no le falten! Pero yo intento ir algo más allá… Hacia algo más profundo que, siendo consustancial con el ser humano, no se hace evidente con facilidad… ¡Casi nunca!… A menos que usted cambie...
Lo que usted llama diferentes vidas, unas mejores que otras en su apariencia, podrían no ser tales si tiene en cuenta un detalle. Una vida no es un instante, sino la secuencia de muchos. Y estos no son siempre iguales.
¿En qué secuencia, momento, instante, de su propia vida podría decir que es, o ha sido, ¡o no!, una buena vida?
Posiblemente, en función de edad y otras circunstancias, no pueda. Pues habrá pasado por distintas situaciones en las que unas le habrán parecido buenas y otras no tanto.

¿Qué quiere decir con eso de que cambie? ¿A qué tengo que cambiar?

En realidad, y en este caso, la palabra cambiar es una forma de hablar… Pues no hay tal cambio que deba/pueda producirse… ¡Usted ya es! Podría entenderse mejor la cuestión si la cambiamos por: despertar. (Aunque también ésta no abarca la realidad a la que se refiere)

Uy uy uy… muy confuso parece esto.

Sí, ya le dije que no es fácil, pero no se preocupe… ¡Cuando el alumno esté preparado, aparece el Maestro!
Cuando usted esté dispuesto, preparado, listo…, surgirá el cambio.

¿Y mientras tanto?…

¡Siga de vacaciones. Poco más puede hacer!

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En el despertar, toda búsqueda es una pérdida de tiempo. 
Todo esfuerzo es contraproducente.
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Sintió la inquietud un día y salió en su "busqueda"... 
Tras un largo periplo creyó haber llegado al final de su camino. ¡Cerrado el círculo!
Pero descubrió que había llegado al punto de partida...
Y comprendió que si bien no había habido viaje, la travesía (experiencia) resultó imprescindible.
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10 comentarios:

lunaroja dijo...

A pesar de la sequía vacacional, por tus manos ha llegado la ansiada lluvia de ideas y palabras.
Lo celebro de verdad,porque te leía y admiraba tu manera de explicar tan claramente algo que no es tan sencillo de "captar" por decirlo de alguna manera.
En pocas palabras has expresado una reflexión profunda de una forma tan lúcida.
Es así, todos "somos" algunos "despiertan" mientras otros permanecen en el "sueño" no?
Un abrazo enorme.
Gracias por este rato.

mariarosa dijo...


No se si estoy preparada para entender ese cambio, somo diferentes y cada uno vive lo mejor que puede y disfruta, quien con poco y otros no les da felicidad su vida holgada. Es que dentro nuestro esta el buen vivir y al decir buen vivir, hablo de disfrutar con el simple hecho de estar y ser.

ya te digo, no sé, si te comprendí, pero puse toda mi buena voluntad y tal vez no he llegado a ese cambio que tu anuncias.

Saludos.

mariarosa

esteban lob dijo...

A veces, estimado Ernesto, cambiamos...y al tiempo comprobamos que fue solo una ilusión.

Ángela dijo...

Pues sí, la vida es siempre una fuente de vida.
Desde mi experiencia comprendo lo del "cambio", que según apuntas no es tal cambio, sino percibir y vivir que el sendero a recorrer está dentro y que no hay que buscar fuera.
Desde luego que no es fácil despedir etapas, romper anclajes, decir adiós...
Todo es consecuencia de un proceso, y en un momento determinado- no de golpe y porrazo- la vida se ve distinta y comenzamos a vivir distinto, una vida sencilla, en calma, sin esfuerzo-como señalas-, confiando en la vida.
Agradezco tu entrada, es como descansar en un remanso.
Un abrazo Ernesto.

Margarita HP dijo...

Una reflexión valiosa querido amigo. El despertar, esa maravilla, esa necesidad no entendida por todos. Me encanta pararme en el instante, por ejemplo, ahora mismo, en esta fresca mañana de agosto, y pensar que tecleo y contacto con un amigo al que no conozco pero que está ahí. ¿Es vida? Claro que sí.
¡Besos!

Mari-Pi-R dijo...

Muchas veces nos parece que cambiamos, tan solo aprendemos a vivir con los cambios de los tiempos, pero seguimos siempre siendo los mismos.
Un buen verano.

Maru dijo...

Pués no sé si he cambiado demasiado a través de mis años...fui una vieja temprana desde siempre, maestros, esos sí que han ido cambiando a lo largo de mis días, aprender, a saber, cuando creía que había aprendido algo, va la vida y me vuelve a mostrar que sigo igual, antes era consciente y ahora también, pero, sabiduría, lo que se dice sabiduría de esa que me gustaría, no me la veo. Pués será eso, que el maestro no aparece. Gracias por compartir tu sentir Ernesto, siempre profundo y no para todos los públicos jajajajaja. Abrazos.

maria cristina dijo...

Cuando menos lo esperamos vemos que algo hemos cambiado, mas lo percibimos cuando ha pasado el momento y ya estamos en otra etapa, esa nueva que mañana será la que dejamos atrás en nuevos pasos, esta es la vida, Ernesto y siempre hay que agradecer, un abrazo!

AMALIA dijo...

La vida tiene cambios que, sin duda, repercuten en las personas.
Un abrazo.

Manuela Fernández dijo...

Hay que abstraerse mucho de las circunstancias que nos rodean a unos y a otros para ver que la vida, tanto para quienes viven en nuestro entorno o en lo más profundo de la selva o junto al Indo, es una lucha por la supervivencia y comunicación con quienes nos rodean. Pero así es. Un saludo.