No
solo hace un calor “infernal” sino que ello produce una gran
sequía… en el campo, la tierra, los cultivos, etc. Y de ahí
también algunos incendios que se están produciendo.
Luego
está la otra “sequía”. La nuestra, la de cada uno, la que
parece que en verano entre los que estáis/estamos de vacaciones y la
menor actividad en los blogs, esto parece un desierto…
Y
para muestra de “sequía” de ideas y “desierto” literario,
aporto a la red la relevancia de un “clavo”.
“¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!”
Esta
famosa frase se le atribuye a Ricardo III -un nefasto monarca Inglés-
y que la misma fue inmortalizada por William Shakespeare en la obra
que lleva por título el nombre del rey en mención. La expresión
fue pronunciada por Ricardo III mientras trataba de detener la
desbandada de su ejército después de caer de la cabalgadura que los
herreros le habían preparado con demasiada rapidez para participar
en la guerra -a causa de que él mismo los presionó para alistar un
caballo que no estaba herrado- y al ir a la batalla una de las
herraduras del animal se salió de su lugar por la falta de un clavo
bien colocado en el casco y le tumbó al suelo. Al darse cuenta que
lo único que separaba el éxito del fracaso era su habilidad de
ponerse al frente de su ejército pidió desesperadamente un caballo
para sustituir al que insensatamente había forzado a cabalgar.
¡Pero no hubo caballo!…
-Por
un clavo se perdió una herradura.
-Por
una herradura se perdió un caballo.
-Por
un caballo de perdió una batalla.
-Y
por una batalla se perdió un reino.
Y
es que las cosas hechas a la carrera no salen bien.
Y
arriesgamos más de lo que ganamos cuando no prestamos atención a
los detalles.
Ya había publicado mi entrada, esta de la sequía, cuando descubro en el blog de Margarita, http://pergaminodesuenos.blogspot.com/2018/08/camino-de-piedra-azul-de-almudena.html tres poemas sublimes de la autora que presenta: Almudena Tarancón.
Ausente de toda sequía, fluye en ella el agua clara de sus versos...
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Ya había publicado mi entrada, esta de la sequía, cuando descubro en el blog de Margarita, http://pergaminodesuenos.blogspot.com/2018/08/camino-de-piedra-azul-de-almudena.html tres poemas sublimes de la autora que presenta: Almudena Tarancón.
Ausente de toda sequía, fluye en ella el agua clara de sus versos...
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Gracias por tu visita y palabras deixadas en mi blog, Ernesto!
ResponderEliminarMe gustam, entonces, les nombres Vascos y Arabes, también. Conosco muy bién Marruecos, desde Ceuta a Agadir, onde ya fui varias veces.
No conosco el país Vasco, pero me recuerdo das lutas travadas, dos assassinatos y das muretes. Ahora, há uns anitos, PAZ!
Es verdad. La blogosfera parece un deserto, porque los bloggers estão de vacaciones y o mês de agosto, parece k toda a Europa cerra puertas.
O provérbio es bien conhecido, pero Ricardo III era un tontito, un apressado. Depressa y bién, no há quine!
Besitos para todos.
Muy certeras tus letras de hoy Ernesto.
ResponderEliminarA veces esos pequeños detalles a los que no damos importancia por las prisas en la vida de hoy, nos pueden proporcinar serios problemas.
Un abrazo.
Ambar
No se nota la sequía por aquí Ernesto, por el contrario, nos dejas una reflexión interesante, un dato que desconocía, y unos poemas que me encantaron.
ResponderEliminarFuerte abrazo veraniego!
ResponderEliminarHola, Ernesto, aquí estoy otra vez. Mi padre se críó en el País Vasco y tengo de primera maano unas magnificas referencias. Queremos ir por allí antes de la Navidad, ya veremos si salen los planes.
Esta es una gran entrada. La importancia de los detalles, es un concepto de vida, pero no todos ponen el cuidado debido y estropean la misión. Me agrada la profundidad de tus contenidos.
Tenemos los blogs en estos meses, entornados, no cerrados, pero no activos del todo...
Por acá no hace calor, es lo siguiente ¡Ofú!
Un abrazete con abanico, jeeeeeeeeee
ResponderEliminarAh, conozco a Margarita hace tiempo. Te gustará su blog. Tiene editados libros....
ResponderEliminarVísteme despacio que estoy apurado, dicen que lo dijo Napoleón, pero es muy cierto Un detalle mal encarado puede ser un desastre si no se presta atención.
mariarosa
La velocidad hace que perdamos de vista lo importante de la vida, tenemos que proponernos no quedar insertos en los ejes de la rueda loca de este mundo, gracias por recordarnos la anécdota, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminar¡Muchisimas gracias Ernesto por esta reseña a mi blog y a los poemas maravillosos de Almudena! ¡Gracias! Y en cuanto a tu propia entrada, siempre he pensado que los detalles cuentan muchísimo por insignificantes que parezcan. Hay quien dice que Dios está en ellos, y otros que aluden justamente a lo contrario, pero en cualquier caso, como tú bien dices... por un clavo se perdió una herradura...
ResponderEliminar¡Gracias de nuevo y besos! :D
De vuelta, un abrazo de agua.
ResponderEliminarBesos
Mientras un blog como el tuyo siga abierto, siempre tendremos la oportunidad de disfrutar de un oasis.
ResponderEliminarAlgo había oído del clavo en cuestión. Hoy me ha encantado saber su trayectoria, a través de tu sutil y lúcida forma de expresarlo.
Del detalle y los detalles mucho se puede decir y me agrada el tema.
A mi modo de ver, para que el clavo no falle, viajar por el carril rápido no es aconsejable. Reducir la marcha y buscar el tiempo justo para cada cosa bien hecha es imprescindible.
La atención a los detalles, guarda mucha relación con la capacidad para disfrutar a fondo cada instante de la vida y evita sorpresas desagradables.
No cabe duda de que los detalles marcan la diferencia. Amo el detalle.
Hay una vieja creencia, atribuible al artista italiano Miguel Ángel Buonarroti, en la que se dice, que la perfección también está en los detalles. Respecto a él, no me cabe la menor duda después de contemplar su obra en vivo y en directo.
Un fuerte "abrazo" Ernesto, pequeño detalle, y diálogo perfecto sin palabras.
PD. He visitado el enlace que nos muestras. Aprecio gran sensibilidad y profundidad en los poemas de la autora. Gracias por compartirlo.
Me ha encantado la relevancia de ese clavo que resultó ser el causante de todo un desastre.
ResponderEliminarEs muy cierto, hay que prestar atención a los detalles y yo sé de alguien que no se pierde uno, :)))).
Sobre el clavo solo había oído que, un clavo saca otro; aunque lo mismo sentimentalmente que en carpintería, siempre queda el hueco.
Concluyendo, que me ha gustado leerte Ernesto.
Un abrazo.
Los detalles, por pequeñitos que sean , tienen gran importancia.
ResponderEliminarMuy feliz mes de Agosto.
Un abrazo
Al perdernos de esos pequeños detalles por las prisas o por apatía no perdemos de instantes que enriquecen nuestra alma.
He pasado pro el enlace que compartiste y disfrutado de las enriquecedoras poesías.
Saludos y abrazos.
Pequeños detalles que hacen al todo. Gracias por tus palabras Ernesto. Que linda es la lluvia luego de la sequía...
ResponderEliminarSuelen ser los pequeños detalles los más importantes. Shakespeare debía saberlo, pero no Ricardo III. Gracias por los comentarios, siempre ocurrente. Abrazo bien grande.
ResponderEliminar¡Impecable, Ernesto!
ResponderEliminarMenoscabar los detalles, nos aleja de cualquier logro en todo orden de cosas.
Ello es válido en las guerras, en el estudio, pasando por el trabajo y también por cierto en el amor. Muchas veces concentrados en lo macro, descuidamos lo demás.
Abrazo.
ResponderEliminarKaixo, Ernesto.
Todo es impredecible y relativo. El mas leve motivo, el mas pequeño detalle, puede provocar una gran catástrofe.
feliz regreso, viajero
A veces " Un clavo" nos arruina la vida....
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