Su
significado literal sería el antiguo: “vaya usted con Dios”.
Palabras en desuso excepto en pueblos y utilizadas principalmente
por la gente mayor. Y hasta el actual “adiós” empieza a ser
sustituido por otras expresiones, entre ellas, la que parece
extenderse por todas partes: ¡chao!
Considero
que la palabra “adiós” no solo tiene su valor de significado
sino también cierto encanto en lo que sería: “hasta luego,
hasta la vista, hasta otro día…, hasta siempre”, etc.
Y
sin embargo en su acepción más dura, ¡el adiós es tajante!, corta
relaciones, amistades, parentescos, todo lo se le ponga por delante.
¿Es
este segundo “adiós” algo que surge de la noche a la mañana
entre las personas? Excepto en encuentros puntuales del día a día,
malavenidos, no lo creo. Y sí que puede ser el colofón de un
proceso, que puede que no
se sepa bien cuando comienza, pero que tiende a acabar como el
rosario de la aurora.
Distanciamientos,
desavenencias, rupturas, “una y no más Santo Tomás”, etc.,
suelen darse con el “santo y seña” del adiós. Punto final que
sintetiza movimientos y actitudes previas, generalmente utilizadas
por todos los participantes. Si bien la mayor intensidad y
actuación, suele provenir, en un principio, de una de las partes.
Palabras
inadecuadas, gestos fuera de lugar, desencuentros repetidos, faltas
de respeto que no se valoran como tales, etc., son el caldo de
cultivo de estas situaciones. Que una vez iniciadas, no suelen tener
buen final.
─¿Diría
que ese “segundo adiós” del distanciamiento y las desavenencias
es algo negativo, que habría que procurar evitar, prevenir con un
mayor diálogo, comunicación , etc.?
─Creo
que suele darse ese intento de prevenir el adiós, la ruptura
definitiva, el “si te he visto no me acuerdo” pero… cuando los
intentos se vuelven infructuosos… es mejor dejarlo estar.
─Permítame
una última pregunta… ¿cree usted que una disculpa a tiempo, un lo
siento, un “no me di cuenta”, podría mitigar las consecuencias?
─¡Podría
sin duda!… Pero no suele ser frecuente… Es una “rara avis”
difícil de ver! Debe tener en cuenta que si bien usted ha podido
hacer “nada”, al otro su “nada” no le ha sentado nada bien.
Es dificil escuchar una disculpa. A lo más un melifluo "perdón", que se dice sin pensar o como latiguillo y que no compromete a nada.
ResponderEliminarLa pasa lo mismo al "adiós", de su significado, ni rastro.
Saludos.
Debería ser sencillo pedir perdón o disculparse,sin embargo creo que la mayoría somos reacios a hacerlo, o nos cuesta muchísimo reconocer nuestros errores. El ego,siempre quiere tener razón.
ResponderEliminarUn abrazo!
Los nuevos tiempos nos han traído nuevas formas de expresarnos, la despedida con un adiós cada vez es menos frecuente.
ResponderEliminarLas disculpas cada día son menos frecuentes, será quizás que no creemos haber dado motivos.
Un abrazo.
Es curioso amigo Ernesto, no me gusta a mi decir "adiós". Casi siempre digo "hasta luego". Y no sé por qué, pero infunde en mí esa palabra tintes muy profundos. Si digo "adiós" sin embargo cuando se trata de algo que me causó daño.
ResponderEliminar¡Besos! :D
Lo importante es la sinceridad, tanto del que metió la pata sin querer o queriendo si estaba enojado o dolorido, como de quien recibe el mal gesto o palabra y le puede expresar su desagrado o tristeza, entonces la disculpa tiene valor y sentido, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarPor el cambio de los tiempos, un chao como reemplazante del tradicional adiós, dicho con fuerza y reforzando las vocales, podría ser igualmente cruel y lapidario.
ResponderEliminarRecuerdo alguna canción con esta palabra:
ResponderEliminar"Al partir un beso y una flor
Un te quiero una caricia y un adiós.."
¡Hasta luego!
Interesante Ernesto, a veces algo se rompe y aunque haya disculpas ese adiós es para siempre.
ResponderEliminarRecuerdo que hace ya muchos años una persona me lo explicó con el Ciao italiano que servía de hola y adiós en el sentido de hasta pronto, mientras que su Addio (adiós) era definitivo, no volverías a ver a esa persona.
Besos
Detrás del "adiós definitivo" no hay una ley que lo regule. Es cada persona quien actúa según quiera o pueda, es más, hay quienes no tienen la palabra "adiós" en su vocabulario. Yo a veces me he hecho esa pregunta: ¿qué tiene que hacer alguien para decirle yo un "adiós definitivo"? y me he encontrado con una respuesta poco precisa.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Ernesto:
ResponderEliminarMe agrada tu reflexión, porque es pura filosofía, pero también el sentir de lo que sucede cada día.
La palabra es frágil. La convivencia, en los distintos niveles en que nos movemos, familia, trabajo, amistad y cívica llena de matices, tantos como las palabras y los sentimientos de las personas que las dicen o decimos. Las palabras (cuando no hablamos por hablar) están cargadas de vida, de experiencia vital, de amor, de buen deseo, esperanza.
La palabra "adiós", tú mismo has señalado su evolución desde el buen deseo al final de una relación o desengaño.
La palabra, "disculpa", "perdón", también están cargadas de sentimiento, de humanidad, de reconocimiento de error, pero todo depende de la carga de verdad con que se digan o se expresen. Y como bien dices... mejor que lleguen antes de haber roto la convivencia, no para imponerla.
Dialogar siempre, con respeto siempre, para convivir, aprender o crecer como humanos.
Un fuerte abrazo.
José Manuel
Lo importante es ser cortes y saludar de la forma que sea, recuerdo que cuando vivía en Montréal se decía en todo momento buenos días fuese la hora que fuese, se usaba como saludo al verse con una persona.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarPienso que el "adiós no existe" como Khalil Gibran lo expresa, pero también, que en este plano sí existen "adiós" con tilde y punto final.
Nos vamos dando cuenta, de quién es quién en el viaje, y el dejar ir, forma parte de la rueda de la vida. El no hacerlo, es dejar una ventana abierta al desencanto y en ocasiones al sufrimiento.
Por supuesto que soy partidaria -siempre que sea posible- del diálogo, las disculpas...para salvar lo que consideramos valioso. Pero es complicado cuando la comunicación previamente se ha deteriorado.
La última frase de la "nada, nada, nada", muy certera.
Un abrazo Ernesto.
En Cataluña se usa el "Adeu" (Adiós), de manera habitual, pero en Madrid lo rehuyen y se usa más el "hasta luego", aunque nunca más vayas a volver a esa tienda, por ejemplo.
ResponderEliminarAl principio, al regresar a Madrid, me costaba utilizar ese "hasta luego, me sentía falsa, ahora ya me estoy acostumbrado. Aunque a veces me sale el adeu si lo hago sin pensar.
A mí no me cuesta pedir disculpas, pero creo que las disculpas deben ser inmediatas para que sean efectivas. Y sí hay que decir adiós para siempre, pues lo hago y no siento nostalgia de esa puerta cerrada para siempre.
Un abrazo,
En Buenos Aires el Adiós es señal de despedida. Al cruzarnos en la calle surge el *Buen Día* el *Hola* son lo normal y el natural *Chaú Amiga*.
ResponderEliminarPero el Adiós, se dice al despedirnos.
Costumbres que cada pueblo tiene. Es seguro que en Las provincias Argentinas, son 24, hay en cada una, otra forma de saludo.
mariarosa
Creo que cuando uno pide perdón,se hace desde la honestidad y la humildad.
ResponderEliminarY dicen que cuesta pedirlo pero creo que es falta de hábito interior.
EL adios,es una frase dura dependiendo de cómo y porqué se diga.
Duele un adios si suena a despedida,pero si en alguna ocasión uno se siente ignorado por los demás,ese adios es una necesaria palabra-acción.No por ello hay que ser mal educado,Se puede decir :"Te aprecio,pero me tengo que retirar"
Besucos y saludos
Gó
Pedir disculpas me parece muy bien. Perdonar y rectificar es bueno.
ResponderEliminarEs difícil decir adiós... Nunca se sabe...
Un abrazo.
Tu eres un poco un poco especial
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