sábado, 23 de marzo de 2019

...abracadabra.


Si ahora mismo cayese un alto y frondoso árbol a tu lado, produciría un gran estruendo.

Si este mismo árbol cayese en una isla desierta en la que no hubiese ningún ser humano o animal, es decir, nada que tuviese oídos para “oír” el estruendo, ¡no se produciría sonido alguno! No quiero decir que no habría nadie para “escucharlo”. ¡Afirmo que no se oiría nada de nada!

¿La razón? ¡Simple! El sonido no lo produce el árbol que cae, el pájaro que canta o las olas rompiendo en la playa. El “sonido” lo produce tu tímpano al recibir las vibraciones del árbol caído, el pájaro o las olas.

Si no hay tímpano que "oiga", ¡no hay “sonido”!

Tal vez no habías caído en la cuenta de esta realidad… Crees que hay estruendo en la isla, pero que al no haber “nadie”, nadie oye. Pues ya ves que no.

Y lo mismo sucede con otras “realidades” que percibes, o más bien crees percibir, pero que en realidad son otra cosa. ¡¡Y éstas sí son reales!!

En el valle donde vivo hay tres iglesias con sus correspondientes campanas. Unas no dan la hora, otra sí la da pero suena a rota, está rota y su sonido es muy característico, y las últimas, las más grandes, las que están en el campanario principal, pues... se las “oye” y no se las “oye”.

Si dan las nueve oirás nueve campanadas pero las campanas no se mueven…

¿Ya empezamos con los misterios? ¿No querrá decir que las hacen sonar “sorgiñak”? (Las brujas en el País Vasco. Zugarramurdi, el pueblo donde la inquisición de la iglesia quemó a varias mujeres acusándolas de brujería)

En absoluto, es solo que la iglesia decidió sustituir las campanadas naturales por un aparato electrónico que reproduce el sonido. Es decir, usted “percibe” el sonido de campanas y “supone” que las campanas suenan, pero no es así. 
¡No existe lo que usted cree que existe! Y puede que hasta "suenen" mejor que las auténticas campanas... ¡Pero no son reales! ¡No existen!

De estas "realidades" percibidas como reales, pero que no son, está el mundo actual sobrado. Si no pones atención a lo que llega hasta ti, lo que otros pretenden que percibas como ellos quieren, estarás comulgando con ruedas de molino!

31 comentarios:

  1. Las que son certeras, audibles, sonoras y estridentes, son las barbaridades que dicen algunos políticos de nuevo cuño.
    Y esas no son elucubraciones oníricas, son reales y verdaderas como la vida misma.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Me acabas de contar un cuento un sábado por la tarde.
    Tengo la sensación de ir hacia atrás en el tiempo.
    :) besos Ernesto.

    ResponderEliminar
  3. Como decía el Gabilondo el otro día, estamos rejuveneciendo a marchas forzadas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. ¡Pues qué razón tienes!Lo que creemos engaña muchísimo y una no sabe muchas veces hasta donde llega la realidad. Habrá que estar atentos. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. La primera parte me recuerda una conversación muy interesante que tuve en una ocasión, solo ponerte el ejemplo de que en una habitación haya dos personas una de ellas oyente y otra sin aparato auditivo. Si algo se cae habrá ruido para una persona y para otra no, sin embargo la realidad absoluta solo debe ser una, o hay o no hay ruido. Enlazo con tu última parte, dos personas y un mismo mensaje para las dos a uno le llegará la realidad y optará o no por ella y a otro... otro se la tragará como tú muy bien dices como rueda de molino.
    SAludos.

    ResponderEliminar
  6. Muy interesante, muy sutil la propuesta.
    Cada percepción, cada libre interpretación de lo que "vemos" u oímos.
    Realidades que quieren hacernos ver, y que muchas veces aceptamos como tales.
    Un abrazo Ernesto!

    ResponderEliminar
  7. Que história interessante, Ernesto!
    Tenemos k tener cuidado con o virtual y o real.
    Pois, las bruxas (sonrisas).

    Abrazo y bon domingo.

    ResponderEliminar
  8. ¡Vaya fraude el de las campanas...!
    ¡Ay la Iglesia!

    ResponderEliminar
  9. Sé que estamos rodeados de cosas que no existen,pero las que existen no se pueden simular,u olvidarlas
    Nunca será igual una campanada de una iglesia como la campanada grabada de forma electrónica y como metáfora la has elegido muy bien
    Esto me lleva a reflexionar sobre los lobos vestidos de corderitos (y eso que yo amo a los lobos)pero ya sabes a qué me refiero
    Besucos Ernesto

    ResponderEliminar

  10. Tus entradas no me inspiran un comentario, sino una laaaarga conversación, en la que intuyo que tardaríamos en ponernos de acuerdo, si lo logramos (¿por qué tendré esa sensación?, jajajaja).
    Claramente, sólo podemos hablar de lo que percibimos, por lo tanto no podemos decir ni que existe ni que no existe. No podemos saberlo.

    Me alegra que vuelvas a publicar. Ya echaba de menos leerte

    Un abrazo grande, Ernesto

    ResponderEliminar
  11. Excelente reflexión Ernesto, sobre todo para mi de momento que mi oído derecho cada día está más defectuoso. Campanas reales o no las escucharía perfectamente por el lado izquierdo, pero por el otro me sonarían lejanas y muy débiles.No sacarían mucho con el ¿engaño?.

    ResponderEliminar
  12. En estos días recuperé un "pendorcho musical" lo llamo, desconozco su real nombre electrónico, y lo pongo en el bolsillo de mi batón y coloco los auriculares en mis orejas y realizo las tareas en mi hogar con la música más hermosa que grabamos con mi hijo ahí un día. No escucho otra cosa y es muy reconfortante, la vida tiene otro color, un abrazo Ernesto!

    ResponderEliminar

  13. Muy interesante tu entrada de hoy, es para reflexionar, qué oímos y qyé es realmente.
    A mi me sucede algo parecido con la vista. Veo un movimiento cerca e imagino que es un gato u otra cosa y la realidad me dice que fue un papel, una hoja o algo que movió el viento.

    mariarosa

    ResponderEliminar
  14. Tal vez las vibraciones se puedan percibir de otras maneras. En cualquier caso un punto de vista interesante. Un abrazo fuerte Ernesto. Te echaba de menos. Loles

    ResponderEliminar
  15. Me gusta subir a las torres y campanarios que me lo permiten, casi siempre abonando una entrada, en mas de una ocasión cuando mas descuidado estás tomando fotos, he recibido el impacto de esas grabaciones que te dejan aturdido para un buen rato.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  16. Al final ¿qué es real? ¿suenan y no las vemos? Y esa "nube" virtual en la que últimamente está todo, no la vemos, no la podemos tocar y sin embargo existe o al menos los datos están ahí.
    Cuando algo nos interesa le vemos muchos matices. Recuerdo que me lo contaron con el color blanco para los esquimales, para el resto el blanco es un único color o a lo sumo un par de matices, en cambio para ellos que dependen de eso tienen miles de nombres para diferenciarlos. O el valor que tiene un segundo dependiendo de las circunstancias.
    Sorgiñak no lo había escuchado nunca aunque sí conocía Zugarramurdi.
    Besos

    ResponderEliminar
  17. Este relato encierra una gran sabiduría, sí, no todo es lo que parece.

    Un placer haber aterrizado en este blog.

    Me encanta la frase de Nisagadarta Maharaj que aparece en el encabezado del blog. Es alguien a quien admiro por el gran legado que nos dejó y sus enseñanzas han marcado mi vida.

    ResponderEliminar
  18. Tenemos capacidad para oír y percibir los que nos interesa y desconectar del resto.
    La realidad la podemos crear cada uno.
    Un abrazo Ernesto.

    ResponderEliminar
  19. Oh Ernesto, ..."patadecabra". Me he quedado pensando en cuantas cosas parecen pero no son, y cuantos son sin parecerlo. En como lo light quiere gobernar a base de edulcorantes quizás peores, o como ya todo sin gluten, lactosa, sonido, campanas... Uf. Como diría mi amiga cuando enciende su chimenea eléctrica que simula leños arder... ¡Parece de verdad! ja ja

    Besos :D

    ResponderEliminar
  20. Debemos estar atentos de lo que percibimos y en qué que nos enfocamos, hay muchas distractores en la vida y cosas que parecen de una forma, pero en realidad no lo es. Hay cosas que se distinguen con la vista y otras con el alma, lo importante es tener discernimiento. Un abrazo

    ResponderEliminar
  21. Algo cuenta en la sensibilidad de cada uno y como tiene el oído de fino con lo cual unos escuchamos lo que otros no escuchan.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  22. A veces, es difícil saber dónde está la realidad...
    Un abrazo.
    Feliz semana.

    ResponderEliminar

  23. En mi pueblo ya tampoco nadie voltea las campanas. ¡Cómo me gustaría oír los sonidos de los murciélagos o lo que hablan entre sí los delfines! Un abrazo.

    ResponderEliminar
  24. Hola Ernesto, tienes el don de no dejar indiferentes a tus lectores-amigos. En este caso sobre el sonido, su percepción y sobre la realidad. ¿Qué es la realidad? No es lo que percibimos por los sentidos, porque de alguna manera, todos aproximan y sin embargo...nos engañan.
    Decía El Principito que "no se ve bien más que con el corazón". Podía haber dicho lo mismo, del olfato, del sonido, del gusto, del tacto. He visto a un intérprete de una orquesta hacer sonar un instrumento y sus armónicas notas, simplemente por la vibración de la proximidad adecuada sus manos.
    El campo y el mundo tiene aroma, y vibran y se mueven las estrellas y galaxias, a velocidad increíble. Y eso antes de que el hombre apareciera y se inventaran las campanas y las grabadoras.
    Algunos sabios, perciben incluso los sonidos del silencio. Y las madres perciben en la distancia cuando a su hijo/a le sucede algo.
    ¿Cuál es el límite o el principio de la realidad?
    De momento, me encantan los interrogantes y los debates que ayudan a pensar o a hacernos "un poco más conscientes". Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  25. Debería poner más atención, porque tú me has sorprendido.
    Saludos

    ResponderEliminar
  26. Buenísima reflexión sobre la física y sus acontecimientos. Y la química, no olvidemos los neurotransmisores y moléculas que interpretan las señales que somos capaces de percibir.
    Somos esclavos de nuestros sentidos y dueños de nuestra libertad para interpretar lo que nos dicen. Las ondas sonoras del árbol al caer se producen igualmente. Si lo viera caer alguien sordo, sabría que ha caído, pero porque lo ha visto. Lo importante puede que sea si el árbol cae o no; y no que podamos oírlo o verlo. Qué cambia?..bueno, pues todo. No sé si se produjo el "bigban", no hemos podido verlo ni escucharlo. Hasta ahora. Pero si no se hubiese producido...Ya veremos, jejjee

    Un abrazo, Ernesto!! Y gracias..

    ResponderEliminar
  27. Querido Ernesto...Hace años que nos conocemos y leo tus escritos ,tu eres un hombre inteligente y como bien dices a veces no es lo que parece...y mejor no hacer ruidos que así se duerme mejor ...se sueña mas y hasta con amor, pero un amor tan hermoso que puedes escribir los sueños de amor y poesías como canta "Rafael".... Pero....¿Que sabe nadie ?....
    Gracias por tu visita ,no dejes de hacerlo tú sabes el cariño ,la confianza y paz que siento cuando me ayudas o no me olvidas
    ABRAZOS

    ResponderEliminar
  28. Jajajajajaja, en pocas palabras aquello de: “No es oro todo lo que reluce”. Abrazos Ernesto.

    ResponderEliminar
  29. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar

  30. Un gran abrazo, Ernesto. Tan real, como seas capaz de percibirlo...

    Feliz comienzo de primavera.

    ResponderEliminar