Siete
de la mañana. Día frío, de otoño, lluvioso… Las calles están
cubiertas de las hojas desprendidas… El poeta vibra con la imagen…
El ciclo de la vida continúa!
Por
un momento el recuerdo se ha ido hacia atrás, muy atrás. 1956,
Noia, Galicia. Allí viví con mis abuelos durante unos 6/8 meses.
Después volví con mis padres y hermana a Es Pont d’Inca, Palma de
Mallorca…
Luego
la vida continuó.
Hoy
tenemos novedades tempranas que modifican ligeramente estas primeras
horas del día. La compañía de la luz cortará el suministro a las
8:30 hasta las 11:00. (Ya tengo sobre la mesa la batería del
ordenador). También una vela y una caja de cerillas.
Un
té verde, tres pastillas, complementos sobre algo que ya ni
recuerdo, recomendadas por la naturópata hace años, y, seguir
tecleando. Tal cual estoy haciendo con este texto.
De
vez en cuando mi esposa me indica un artículo más a apuntar en la
lista de la compra…
Llama
nuestra hija, va camino de Francia, tiene visita… ¿Puedes recoger
a Ziara en la logopeda a la una y cuarto? (Ziara, nuestra nieta de 8
años)
¿Cabe
sencillez mayor en el día a día de cualquiera?
Hoy
el día ha surgido así… ¡Mañana Dios dirá!
Pues muy buenos días tengas Ernesto. Sin luz, nosotros estuvimos hace poco todo un día sin electricidad también, nos las arreglamos bastante bien, nos reunimos con amigos y cada uno aportó algo, comimos juntos y reímos, charlamos...un día completo, era domingo. Un abrazo.
ResponderEliminarBuenos días Ernesto, un día más, con sus pequeñas cosas pero tan importante como lo fue ayer y lo será mañana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mi querido amigo Ernesto, esa sencillez del día a día es la que da sentido a nuestras vidas. El resto, son complementos. Un beso muy gordo :D
ResponderEliminarY la felicidad de ir en busca de la nieta será lo mejor del día, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarY uniendo esta entrada a la anterior, ¿existe más maravilla que vivir la vida instante en instante con esa sencillez?...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es el día día, con nuestras tareas habituales, en mi caso la diferencia es que me iban a cortar la luz anoche y no sucedió.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarAsí, con la amable calidez de las cosas sencillas, en la verdadera paz y felicidad de cada día. Con el amor de los que amas... Para que mas?...
Un abrazo a vuestro abrazo, Ernesto.
Ziara les llenará de alegría. Pronóstico irrefutable.
ResponderEliminarAbrazo.
Esa nieta, todas las nietas, hacen que los día sean mas calientes y soleados.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarCada día tiene su afán.
Celebra esa sencillez del día a día. Cuando cambia, o la perdemos, es cuando la valoramos.
Te veo más animado para escribir... Me alegra
Un abrazo
Buenas noches, Ernesto.
ResponderEliminarEstoy segura que Ziara es la luz que hoy os falta. Ella, como todas y todos los nietos y nietas, iluminan el día a día de los abuelos y abuelas.
Saludos y un beso para ella.
Lo mejor de todo , la cotidianidad, como este se rompa...¡malo!
ResponderEliminarLo que es la sencillez de un día como el que has escrito...
ResponderEliminarTan sano,tan blanco,tan familiar ,tan ...bonito!
Me gusta la naturalidad con la que has hecho esta entrada
Chapeau!!
Besucos
Gó
Ay,y cómo echamos de menos los días "normales" cuando la vida se nos vuelve en contra y nos ataca con toda su crueldad.Por ello,cada día normal es un regalo del universo que deberíamos aprender a valorar más de lo que solemos hacerlo.
ResponderEliminarSaludos Ernesto
Hola Ernesto. Vivencias cotidianas con el encanto de la sencillez, donde en las pequeñas cosas está la felicidad de cada día
ResponderEliminarUn cálido abrazo.
Gracias por el comentario, haber si logro solucionarlo.
El día a día con su rutina o alguna sorpresa pero con tranquilidad y feliz.
ResponderEliminarUn abrazo. Feliz fin de semana.