lunes, 6 de septiembre de 2021

esquejes...

 


Un soleado y caluroso día se presenta ya tan de mañana… Septiembre, mes de la caída de las hojas, su revuelo por las calles, esquinas y parques dejándose arrastrar por los primeros vientos del otoño, que, ciertamente, no es el caso hoy.

Septiembre! Mes de la vuelta a clase… Inicio de curso… Continuidad de grupo en el aula/blog…

Veremos cuantos fichamos/fichan!

Comprendo la relevancia de las redes sociales, su realidad, sus valores, su expansión… Las desconozco, no estoy en ninguna. Pero valoro a quienes las utilizan para su satisfacción. Entiendo también que puede que no sea oro todo lo que reluce. Algo oigo por ahí en ese sentido. ¡Ni preocupar!

Como señala Humphrey Bogart a Ingrid Bergman en la película “Casablanca”, «Siempre nos quedará París».

Aunque no sea sino, en estas tierras nuestras, una entrañables tertulia, ante humeante café, o té, en cualquier acogedor pueblo, aldea o ciudad, de playa o montaña, de Norte o Sur.

(Comparto con varios contactos, amigos, desde hace años comunicaciones personales a través del correo electrónico, con frecuencia, e incluso por teléfono. ¡Es gratificante poder contar desde casa con personas afines con las que compartir momentos, risas e ideas. Tengo mi dirección en mi perfil del blog. Quien quiera comunicarse, dejar el suyo, bienvenido.)

Si perdemos, dejamos escapar, la comunicación, el encuentro, el amigo, los nuevos conocidos, quienes blanqueamos sienes desde hace tiempo, corremos el riesgo de tentar al aislamiento… La soledad. Puede que haya gente a tu alrededor, ruido, pero puede que no sea lo mismo.

Si dejas de regar los geranios de tu ventana…, seguirán luciendo en tu vida mañana y pasado mañana… Pero sin el agua del compartir, ¡de seguir siendo el que eres en tus ambientes habituales!, pero ampliándolos, de darte a conocer a otras nuevas personas, etc., puede que sigas teniendo tiesto en el alféizar de tu ventana… pero seco o vacío.

Desde que una persona de 98 años me hizo ver que, por su edad, se iba quedando sin los amigos de siempre, de nuevos y ni tan siquiera conocidos con los que poder hablar, compartir, vivir, la mayoría había partido ya, reconozco que, de manera natural pero consciente, soy tan conocido entre las personas amigas de mi hija y de mis dos nietas como de los míos propios.

¡Nunca sabes qué puerta se te abrirá, puedas necesitar, el día de mañana! 

¡No solo riego mis geranios de hoy, sino que planto todos los esquejes que surgen para mañana!

19 comentarios:

maría cristina dijo...

Bueno Ernesto, espero no perder a los tantos amigos que tengo por acá, que es el lugar que elijo, mi vida es sencilla, no hay mucho para contar fuera de lo que publico a veces, como es también tu caso, siempre tenés anécdotas para darnos información o entretenimiento, un abrazo!

Maripaz dijo...

Me ocurre como a ti, Ernesto. Tengo amigos de todas las edades que me enriquecen enormemente. Incluso me atrevo a aprender de la inexperiencia de los jóvenes.
De eso se trata, de regar los geranios de hoy plantando esquejes para el mañana.
Abrazos querido amigo.

mariarosa dijo...


Muy linda tu entrada de hoy. Y eso de perder amigos, no es cuestión de edad, el año pasado con el tema de la pandemia, el covid se ha llevado muchos amigos y conocidos, ha sido muy tremendo ver como se los llevaba la enfermedad.

mariarosa

lunaroja dijo...

Me encantó esta entrada.
Una reflexión necesaria en esta época de redes que nos despojan del trato humano,más bien diría de la mirada, de la expresión verbal y física,del tono de voz.

También me identifico con lo que dices de las relaciones amistosas, puedo decir que el grupo más intimo de amigas que formé aquí en Gran Canaria, son de edades tan dispares como integrantes tenemos.. ocho mujeres que varían entre los 33 años a los 65 míos. Hemos bailado desde hace más de 10 años, y ahora en que lo hemos ido dejando cada una por sus motivos,seguimos manteniendo el ritual de vernos al menos mensualmente,todas,en un círculo de mujeres donde no existe la edad...solo el compartir experiencias y aprendizajes.
Un abrazo.

Loles Miva dijo...

Pues sí, cultivar la comunicación, el contacto amoroso con los otros sin edad, sin números clausus, es fuente de alegría. Y aunque es terrible que algunos de los más cercanos se nos mueran, cuando los has disfrutado de alguna manera permanecen, se quedan contigo. Se van sin pena ni gloria cuando no has sabido o no has hecho por comunicarte con ellos.
Bonita tu entrada. Un abrazo Ernesto

Amapola Azzul dijo...

Sabia manera de compartir la vida.

Un abrazo.

Laura dijo...

uy! si no fuese por las redes sociales, cuanto me aburriría...jajaja
Hay cada uno...
Besos de vuelta.

Dyhego dijo...

Hay que cuidar a los amíos, sí, señor.
Salu2.

eli mendez dijo...

Hola Ernesto, estoy absolutamente de acuerdo en todo. No nos podemos permitir perder personas queridas tan solo por no tomarnos un tiempo de escribirles, llamarlas, enviar un mensaje o buscar cualquier tipo de comunicacion...el café, el almuerzo, lo que nos permita la distancia.
Ya la vida de manera natural nos va quitando seres amados , pero no es logico que lo hagamos nosotros.. Me gusta muchisimo la manera en que has descripto esa forma de cuidar la amistad y sobre todo ese abrirse a conocer y descubrir a otras personas, que pueden o no, tener cosas en comun con nosotros.. pero ese descubrimiento en si mismo es maravilloso.
Hoy te he llevado conmigo a ese gris que tambien existe para que lo vistas de magia.
Feliz de conocerte por este medio. mil besos y gran dia. Liz.

Juan L. Trujillo dijo...

Lo malo de la edad, no es que pierdas los amigoa, lo malo es que pierdes el recuerdo de la bellos momentos pasados con ellos.
Vuelves siendo igual de certero y brillante en tus escritos.
Me alegra el reencuentro.
Un abrazo.

Rita dijo...

Pues haces muy bien, Ernesto, de seguir regando tus geranios y plantar otros nuevos. Es una reflexión muy sabia que deberíamos tener en cuenta los que ya vamos teniendo una edad.
Estoy encantada de que nos veamos otra vez por aquí.
Un abrazo

Campirela_ dijo...

Muy buenas he venido a través de Eli y me alegra ver una entrada tan llena de vida, y sobre todo me ha encanto esa frase última que has dejado, no solo hay que alimentar lo que se tiene sino lo de un futuro. Una buena reflexión . Gracias mis saludos .

Mi nombre es Mucha dijo...

¡Nunca sabes qué puerta se te abrirá, puedas necesitar, el día de mañana!
Jamas pensaria asi
que horror

Sandra Figueroa dijo...

Es triste cuando los amigos se van yendo..... Saludos Ernesto

Alfred dijo...

Hay que estar abierto a todo tipo de relaciones personales.
No solo de los coetáneos aprende el hombre ;)

Un abrazo.

Manuela Fernández dijo...

La sociabilidad es fundamental a todas las edades, en cada etapa de la vida es importante para algo especial. Los tiempos actuales nos brindan la oportunidad de abrir el abanico a través de las redes. ¿Cómo íbamos a conocernos tú y yo si no por el blog? ¿Cómo podríamos mantener una conversación, más o menos larga, con personas que viven en otro continente? Es lo impresionante de Internet y lo que debemos cultivar: la interacción.
Saludos.

AMALIA dijo...

Muy importante la amistad. Y muy valiosa.
Un abrazo.

Enrique TF dijo...

Es esperanzador saber de la existencia de una feliz forma de pensar como la que tú muestras. Blog y pensamiento, para compartir y para sumarse a él.
Saludos.
Ah, vengo en el "bus" de Eli.

Recomenzar dijo...


♥ . .))(
♫ .(ړײ) ♫.
♥ .«▓» ♥.
♫ ..╝╚.. ♫
Se feliz .
Yo lo soy