sábado, 23 de abril de 2022

...la Diosa.

Mari, Diosa de la Naturaleza, es la figura principal de la mitología vasaca precristiana.
(Su cueva en lo alto del Anboto)

Ahora mismo hay un silencio sepulcral… Son las 7:23 de la mañana, pero a eso de las seis, empezó a cantar el mirlo como cada mañana a esas horas. Se sitúa en lo alto de alguna antena de tv, tejado, árbol, y desde allí dialoga con su pareja mientras ésta permanece en el nido. Luego ya durante el día, en esta calle mía, no se le oye. Ni a él ni casi a ninguno.

Donde vivía antes, en pleno valle natural de campas, caseríos, ganado, río de la vida que lo cruza, montes, y la cueva de Mari, (diosa de la naturaleza) en la cumbre del Anboto, aquello era un vergel de sinfonías mil.

Apenas nueve minutos de distancia y la vida, en el exterior, es otra historia. Dentro, un tramo más en la evolución personal…

¡Así de simple es la vida!

21 comentarios:

Alfred dijo...

Simple y plena.
Um buen despertar el tuyo.

Un abrazo.

maría cristina dijo...

Bueno, acá a las 7.32 desayuno y te leo, por ahora sólo se oye el sonido del ascensor con los madrugadores o trasnochadores y los automóviles, consecuencia de vivir sobre una avenida ruidosa, ah, y el lavarropas haciendo su rutina, imagino al mirlo y me siento mejor, un abrazo Ernesto!

Enrique TF dijo...

Tú la haces simple, Ernesto, es decir, lo complicado es vivir y tú lo haces fácil, simple. Esa preciosa descripción del espacio natural que aquí nos presentas es como tú mismo, natural, apreciando la naturaleza y lo que ello conlleva. Te entiendo, quizás estés consiguiendo que nos preguntemos: ¿Qué complicada es la vida o somos nosotros los que nos la complicamos?
Me has devuelto al mundo natural, amigo Ernesto.
Gracias.

Catalin dijo...

The cave can be easily reached, given the height of the mountain peak

AMALIA dijo...

No deberíamos complicarla.
Muy buena la imagen.
Un abrazo. Feliz fin de semana.

stella dijo...

La vida amanece brillante por la mañana, despues evoluciona como nosotros mismos, cada momento es único Ernesto
Un abrazo y buen fin de semana

lunaroja dijo...

Hay que saber mirar...
solo así podremos "ver".
Precioso!
Un abrazo.

Kaya dijo...

A blackbird is a messenger of the new day. Life outside offers so many stories, you only have not to miss them. I like what you said about life at the end of post. Life is truly simple, we are the ones who make it complicated.

Loles Miva dijo...

La vida en el exterior... Es verdad que a veces la complicamos y se la complicamos mucho a los que tenemos al lado.
Puede que la vida sea simple y que los complejos seamos nosotros. Nos enredamos mucho más de lo que nos gustaría.
Feliz domingo
Un abrazo Ernesto

Sneyder C. dijo...

Tiene que ser una delicia despertar con el sonido de la naturaleza de cantos de pájaros y demás especies junto a la suave brisa que inunda el paisaje…

Cómo bien dices la ciudad es otra historia.

UN cálido abrazo Ernesto.

Elda dijo...

Un vergel de sinfonías mil, ¡qué bonito! (para un ratito) jajaja, es broma.
La vida en el exterior siempre es otra historia, aunque se repita, pero es más divertida...
Muy bonito Ernesto.
Un abrazo y buen día.

Sandra Figueroa dijo...

Nosotros nos complicamos la vida..... Saludos amigo Ernesto.

Lady Blue dijo...

Me quedó dando vueltas la ausencia de mi comentario. No sé qué pudo pasar, pero blogger me está jugando una mala pasada. Qué bueno que te notificó al correo. Gracias por pasar por mi Espejo del Alma. ¡Abrazos!

Teo Revilla Bravo dijo...


Qué belleza de relato, qué susurro de palabras para despertarnos, para sentir el día con el frescor de la brisa y el primer canto del mirlo...

Mucha sensibilidad, amigo, para regalarnos esta breve pero interesante cascada de letras. No hay mucho que decir. Quizás nada y sí dejar que el eco de tus palabras nos acompañen.
Un abrazo.
Teo. (me lo puso como anónimo antes, no sé éste)

Malindha Erba dijo...

Que letras tan preciosas, adoro la naturaleza ^^

Manuela Fernández dijo...

Recuerdo que hace ya muchos años, estuve pasando unos días en una casona donde era un gallo el que avisaba del amanecer. Sí, es otra vida.
SAludos.

Catalin dijo...

PS Google has been making changes lately. I have had the option of moderating comments for years, but I haven't changed anything about it.

Conchi dijo...

Con un paisaje así el silencio y la quietud es una maravilla. ¿Se puede entrar a la cueva de la Mari?

Un abrazo.

Juan Carlos dijo...

Tu texto, es sólo un reflejo del equilibrio de tu espíritu con el universo. Es una muestra de esa paz que llevas dentro y que te permite disfrutar de las cosas simples de la vida.

Posees la virtud de saber valorar la naturaleza, el tiempo, los recuerdos y un largo etc., pero también tienes la capacidad de apreciar y bogar en el presente, disfrutar de la evolución y de los cambios que trae, pues los años te enseñaron a navegar en aguas calmas y disfrutar de sus paisajes, pero también aprendiste a surcar tormentas y a sobrevivir con el viento en contra.

Vivir es un arte que no todos aprenden y que a muchos asusta porque la vida misma es una constante lucha y tú eres un guerrero curtido en mil combates, que disfrutas (de lo mucho o de lo poco, hacia adentro o hacia afuera), logrando (con tu experiencia) que la vida parezca fácil.

Te felicito por tu texto (fiel a tu estilo)
¡Saludos amigo Ernesto!

Tesa Medina dijo...

Ernesto, por fin recuperaste tu blog, y has cambiado la foto de perfil, estás muy guapo.

Por aquí también dialogan los mirlos, Ernesto, y las tórtolas, que más que dialogar parece que se lamentan. Y las cotorras que, por suerte no anidan en los árboles que da a nuestro balcón, pero si más abajo del Paseo, y cuando pasan en pandilla charlotean sin parar.

Menuda cueva con vista que tiene la diosa Mari, para mis veranitos la quisiera...

Un abrazo,

Ana dijo...

Yo creo que la naturaleza nos proporciona muchísima felicidad porque nos recuerda que no somos tan diferentes a ella. Surcamos los mares del tiempo intentando expandirnos, llenar la vida de vida, como ella.

Un besito, un abrazo y mucha vida en otra nueva jornada Ernesto!!