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“Quédate muy calmo y sabe que YO SOY DIOS.
En la quietud encontrarás la Verdad.
Encuentra ese lugar secreto dentro de ti, y en ese lugar secreto la Verdad te será revelada.”
Libro: DIOS ME HABLÓ. Eileen Caddy.
Por “lugar secreto” hay que entender la Conciencia, de cada uno.
Libro de lectura diaria durante más de cuatro años y medio hace ya muchos años. De cuando inmersos en una dura situación laboral y económica durante unos tres años, un amigo puso en mis manos durante un breve espacio de tiempo este libro.
Abierto al azar, leí tres renglones. ¡Cambiaron nuestras vidas!
Hoy “no es más” que otro libro, de los pocos que hay colocados en la estantería. Señalo esto no por restarle importancia. En su día fue una comunicación constante…
Es más bien para señalar que si emprendes un camino, la larga travesía del desierto, una búsqueda consciente, llegarás a destino.
Silence is good for the soul.
ResponderEliminarBien contado, Ernesto, una magnífica enseñanza "si emprendes un camino, la larga travesía del desierto, una búsqueda consciente, llegarás a destino." Entiendo como búsqueda consciente que lo será empleando esfuerzo, ingenio, constancia y acierto.
ResponderEliminarUn abrazo, Ernesto, feliz sábado.
Una enseñanza que no debemos olvidar nunca.
ResponderEliminarGracias Ernesto
Se dice que a todos en algún momento de nuestra existencia nos llega: un libro, alguna película, algún amigo y nos entrega una visión o una enseñanza necesaria para encontrar el camino, a esa verdad que tanto necesitamos para nuestra vida.
ResponderEliminarEs maravilloso saber que ya iniciaste ese camino de paz y verdad.
Abrazos Ernesto y buen domingo para ti.
Hay libros que nos revelan misterios, los guardamos celosamente, no los prestamos ni regalamos, son nuestros compañeros de vida, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarUn libro para tener.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy buena tu entrada. De nuestra consciencia debemos preocuparnos, no del que diran, los demas es su problema lo que piensen y crean, nuestra consciencia es nuestra paz.
ResponderEliminarSaludos.
Dicen que todo está dentro de nosotros mismos, que solo hay que saber buscarlo...
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Muy cierto, hay libros que marcan porque son leídos en el momento adecuado, cuando los necesitábamos. Nos sirven para calmar ansiedades y solucionar problemillas interiores que nos quitaban el sueño.
ResponderEliminarPor otra parte, está claro que donde hay que buscar, rebuscar y seguir buscando siempre es dentro de nosotros mismos. Ahí están todas las soluciones a nuestros problemas.
Abrazo y feliz semana, Ernesto.
Seguro que es un buen libro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al ver tu enunciado, así, tan rotundo y en mayúsculas, casi me he asustado...
ResponderEliminarBueno, es cierto que hay personas, o libros, o cualquier otra cosa que, en un momento dado, nos viene tan bien como lluvia en el desierto, ese que atravesamos casi todo el tiempo, sin que haya manera de encontrar la llegada al oasis, pero... supongo que tarde o temprano acabamos llegando, y si no es así, mala suerte para nosotros.
Yo, por ahora, solo veo dunas, amarillentas y sofocantes. No pierdo la esperanza de encontrar ese libro que me ayude a zafarme de tanta arena. Quizá todavía no se ha escrito. A lo mejor tengo que escribirlo yo misma :)
Un abrazo y cuídate mucho :)
ResponderEliminarFue un libro lo que llegó a tus manos afortunadamente, como pudo ser una conversación, la contemplación de un bello paisaje, la llegada del amor y del amor a los hijos o la injusticia humana por el motivo que sea sentida un momento en pleno corazón. La importancia de sentir el camino, la sensación de hallar respuestas y claridades que nos ennoblezcan, es indispensable si queremos avanzar y comprender qué es aquello que realmente importa aparte de respirar.
Magnífica esta serena lectura que nos dejas, Ernesto, muchísimas gracias.
Y un abrazo.
Buenas palabras alentadoras e inspiradoras.
ResponderEliminarGracias¡¡
Besos. !!
Interesante libro.
ResponderEliminarCon él o sin él, ahí está el camino.
De cada uno depende trazar sus metas para llegar a su destino.
Abrazos Ernesto y buen finde.
Puede ser, lo difícil es seguirlo cuando no aminora la tempestad.
ResponderEliminarSAludos.
No sé cuándo llegaré, pero lo haré... (suelo perderme a menudo)
ResponderEliminarBesos.
Hola, Ernesto, hoy leí en tu blog y esta entrada, tan rotunda y concreta, me ha parecido una de las mejores tuyas (y eso que tus entradas son magníficas todas). Te agradezco este reclamo, esta invitación a sumergirnos en nuestro interior a través de esa boca de oxigeno que te proporcionó este libro (que no he leído y que intuyo que ofrece algo de sabiduría para el alma). Ese efecto de alerta que a ti te produjo o inicio hacía un camino propio l "lugar secreto", también me ha ocurrido con algunos libros, y en eso te doy la razón y lo explicas muy bien. Esa "comunicación constante" la he tenido y aún sigo teniéndola con diferentes libros que voy encontrando. Y sí, digamos que esos libros son fuentes, aquí y allá, en ese desierto que hay que andar hasta llegar a destino.
ResponderEliminarMe ha parecido precioso ese símil: comprender, comprendernos, a través de palabras escritas que funcionan en nosotros como un remo hacia donde dirigirnos. Bien puede compararse con agua fresca de sabiduría y llegar ahí, es un logro.
Valoro mucho es aprendizaje a través de los libros, porque siempre hemos de fijarnos en un punto, en un ala, en una palabra que nos abra los ojos y nos de la fuerza para llegar a nosotros. Un trayecto por otro lado, que es un eterno presente, sin prisa, sin tiempo, hacia la tranquilidad propia. Unir nuestra conciencia y mente original en esa "búsqueda consciente", muy hermoso, ya lo creo.
Siempre agradezco estas reflexiones tuyas que me sirven de puente hacia el aprendizaje constante que es la vida.
Abrazo! Feliz fin de semana para ti y tu familia querida, Ernesto. El sol brilla... 🌻🌞🌱🤗