El ayer se hace presente. Vuelve el pasado a través de esa imagen del afilador...
La vida es, la soñada, un ir y volver (se la conoce por Reencarnación), una y otra vez, mil y mil veces, hasta que… sucede el milagro del despertar.
El silbato del afilador vuelve a oírse, esta vez más cerca…
Excepto este sonido, el frescor de la mañana, la taza de té sobre la mesa, la ducha esperándome…, y la idea de salir a la calle, nada más hay en el círculo de realidad que me envuelve ahora.
Lo que quiera que sea que suceda en el mundo, fuera de este espacio real, ¡hoy no es!