miércoles, 19 de junio de 2024

Ni 15, 30 o 50...

 

Navidades en los 60.

Siete de la mañana. A pesar de estar anunciadas mil y una tormentas para estos días en casi todo el país, un espléndido y acogedor sol ilumina las paredes del salón donde hacemos la vida. Abro la ventana y el frescor de la calle a estas horas acaricia mi cara. Los vencejos vuelan rápidos sobre los tejados de enfrente. Oigo su piar al paso por delante del ventanal.

La vida es. Y continúa.

La vida siempre es. Sólo que en ocasiones da un giro de timón, un punto de inflexión a lo que venía siendo habitual… Y suceden los cambios. O por lo menos la intención de cambiar lo que hubiese que cambiar.

Y los empiezas. Y ves que en el fondo nada cambia. Lo que eras sigues siendo… Sí aprecias algunas diferencias, cómo no. ¿Son para bien? ¡Bienvenidas!

Al fin y al cabo lo que dejas atrás, algunas cosas, ya llevabas tiempo planteándote dejarlas. No tienes aquellos 15, 30 o 50 años del ayer. Eres tú pero con la barba blanca… Y algo diferente también en lo físico. Vistes bien y das una imagen, sin duda.

¡Bienvenida siempre la realidad del aquí y el ahora!

Añorar las Navidades de 1958, no tiene sentido. Ansiar las de 2025 tampoco.

21 comentarios:

  1. Amigos de siempre, y quienes hayáis podido acceder al blog en estos días, mis disculpas por la tardanza en responder a vuestros comentarios.
    Comentarios leídos según llegaban... Pero sin responder a ellos o acceder a vuestros blogs.
    Me reincorporo de nuevo a la tertulia.
    ¡Bendita tertulia de siempre!
    Fuerte abrazo a todos.

    ResponderEliminar
  2. At Christmas there was always a lot of snow. Now everything is dry. Oranges were sold green. Meat was missing from stores, and people waited in line for meat to be brought, sometimes without success. The buses were full of people, and the doors wouldn't close because of the people who were huddled on the stairs. Now the buses are empty. The stores are full of meat, and people don't stand in lines. Oranges are no longer only sold at Christmas, but all year round.

    ResponderEliminar


  3. Hola Ernesto, que gusto
    verte nuevamente por aquí,
    y seguir disfrutando de tus
    presentaciones.

    Besitos dulces

    Siby

    ResponderEliminar
  4. Esos "pavos" de las Navidades de los 60, (¡¡¡cuantos recuerdos!!!), ya están muertos.
    Sin entrar en polémicas, no puedes ni imaginarte lo que deseo "llegar" a las del 2025. Y a todas las que vengan.
    También, las deseo para ti porque mientras no se desee lo contrario, (cosa que dudo), sigue interesando vivir.

    ResponderEliminar
  5. Cada cosa a su tiempo.
    No podemos plantarnos en los cincuenta, ni tampoco nos conviene adelantar acontecimientos.

    Un abrazo, Ernesto.

    ResponderEliminar
  6. Es lindo recordar otros tiempos pero siempre sabiendo que el hoy es la realidad que nos está llevando al mañana, un abrazo Ernesto!

    ResponderEliminar
  7. Habrá que vivir el día a día.
    Esa es la realidad.
    Un abrazo, Ernesto.

    ResponderEliminar
  8. Gran tema amigo, conectar con el ahora es esencial para nuestro bienestar y lograr paz. Como bien dices, la vida es vacilante y no, o siempre la misma, quien sabe... pero nosotros cada vez que respiramos tenemos la oportunidad de hacer un cambio de lugar para observar el mundo, interno y externo: cambia tú y cambiará tu mundo, cambia tu mundo y cambiará el mundo. Este es el desafío más bonito y trascendental que tenemos los seres humanos mientras permanecemos en la tierra. Como todo, es un camino y hay que andarlo poco a poco, con intención y determinación. Por ahí vamos...
    Te mando un gran abrazo amigo.

    Paty

    ResponderEliminar
  9. El presente siempre, Ernesto. Si nos esmerásemos más en vivir el minuto presente, mejor nos iría física y mentalmente. Pero no siempre es fácil.
    Me quedo con ese último párrafo que lo resume todo de forma magistral:

    "Añorar las Navidades de 1958, no tiene sentido. Ansiar las de 2025 tampoco."

    Fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  10. Día a día, momento a momento.
    Y vivamos. Siempre.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  11. ¿Qué es lo único que tenemos como certeza?...el presente. Esa es la gran respuesta. Jugamos con los pronósticos de vida. Construimos conjeturas mentales con un futuro incierto, pero la vida hace de las suyas. Somos sus títeres. Como bien dices “La vida siempre es”.
    Abrazos Ernesto.

    ResponderEliminar
  12. Sólo el presente efímero es nuestro

    ResponderEliminar
  13. Con solo poder disfrutar del sol mañanero ya es motivo de felicidad. Vivir el hoy es el motivo, pero a veces, los recuerdos nos acompañan.

    Abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Hola Ernesto, esos giros de timón que todo lo zarandean, hasta que lo nuevo vuelve a ser lo cotidiano.
    Abrazo

    ResponderEliminar
  15. Ha llovido y aún sigue nublado. Hoy que he salido a hacer unas compras la dependienta me ha dicho en tono de pesar -ya hacía falta un poco de lluvia para aminorar el calor sofocante, pero es pasajero, luego a sufrir el bochorno de la humedad-, solo respondí que de momento el clima, la lluvia, las nubes, todo estaba fantástico y a disfrutar el momento .
    Tus años se notan en tu bien hacer, en tu reflexión y eso me gusta.

    ResponderEliminar
  16. ¡Qué macabra procesión! ¡Nunca había visto nada igual!
    tengo aun mas náusea ¡de pavo! Después de todo, es un festín de antibióticos y medicinas...
    Me gustó el término 'tertulia' para las ''bloguerías''...
    Buen fin de semana. Saludos.
    ~~~~

    ResponderEliminar
  17. Ah, esos giros de timón que te cambian el curso de la navegación. A veces pienso qué tan a la merced voy del viento o del actuar de un tercero. En este caso, usando la analogía del barco, de lo único que soy dueño es de elegir (o no) afirmarme bien ante ese volantazo para no caerme. Y es elegir (o no) cómo sentirme con respecto a ese movimiento; que no es más que el camino lleno de curvas que es el día a día.
    Va un abrazo, Ernesto.

    ResponderEliminar

  18. Pues es como si te oyera, como si fuéramos caminando por las calles de tu lugar y expusieras tus impresiones sobre el hecho de vivir. Con calma y amistad. deletreando el instante, haciéndolo costar como único respiro posible. Y sí: cambia, todo cambia, como decía la canción, para seguir todo igual que dirías tú en ese momento.
    Un inmenso abrazo a unas horas de estar por mi Montaña Palentina. En un par de horas, puedes estar por allá, recuerda.
    Cuída y cuídate.
    Teo

    ResponderEliminar
  19. Vivir el presente es la lección más difícil de cada curso. No sé si suspenderé otra vez.
    Salu2, Ernesto.

    ResponderEliminar
  20. A mí sí me gusta mucho recordar, me pone feliz.
    Para adelante no planeo nada. Como vaya ocurriendo lo voy viviendo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar