miércoles, 25 de junio de 2025

A un panal de...

 


...rica miel

dos mil moscas acudieron

que por golosas murieron

presas de patas en él.

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Sentado frente al ordenador, en blanco, y cerca del ventanal, y tras abrir una parte del mismo para que entre el fresco de la mañana, observo como una mosca posada en el marco exterior ya está esperando… para entrar a dar la vara! Como vara dieron ayer tarde/noche otras tres. Hasta que, periódico doblando en ristre, ¡zas! Una, dos y…

No, la tercera, a la que también aticé, no apareció… anoche!

Habiendo puesto el cazo del agua del té a calentar, y cuando ya empezaba a hervir y me disponía a echar las hojas de té, observo que la mosca “desaparecida en combate” bailaba al son de las burbujas. Por el desagüe se fue.

¡Y la vida continuó!

─No se puede decir que se esfuerce usted mucho en compartir cosas «relevantes» en la vida…

─¿Qué entiende usted por relevantes?

─Bueno, no sé… Tal vez algo más que el devenir de una mosca bailando en un cazo de agua hirviendo…

La «trascendencia» de la vida reside en que sea usted consciente tanto de sí mismo como del instante actual.

6 comentarios:

  1. Los momentos de cada uno, son imprescindibles para cada uno.
    Un abrazo.

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  2. Ernesto, una vez más, te desmarcas de lo rutinario con esa pluma tuya tan lúcida como indómita. Tu mirada sobre lo ínfimo (una mosca, un instante, el hervir del agua), se transforma en una sacudida al alma racional, que busca sentido donde tú simplemente lo dejas acontecer.
    Admiro profundamente tu arte de disolver la previsibilidad con una vital anarquía narrativa, esa que no busca epatar, sino rozar la verdad desde el costado más humano del aparente espacio donde el absurdo es merecedor de respeto.
    Tu texto, por su sencillez y admirable realiosmo, no quiere dejarse entender fácilmente, pero sí se deja sentir: y eso, en estos tiempos de tanta obviedad, es una forma exquisita de resistencia.
    Un fuerte abrazo, querido amigo.

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    Respuestas
    1. Vaya amigo mío...
      Profundas palabras las tuyas que has llegado a estos puntos.
      No te voy a tentar con una copa de "blanco" frío, pues sé que no te conviene. Pero yo sí voy a caer en la tentación en cuanto salga de casa. Concretamente a llevar a mi hija a la peluquería...
      Gran abrazo, querido Enrique.

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  3. Hay una pequeña mosquita que me visita diariamente y la encuentro en los diferentes lugares de mi casa, es una grata e indefensa compañía, un abrazo Ernesto!

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  4. Hola Ernesto, todo un ejemplo del aquí y ahora en un mundo donde tanto cuesta prestar atención más allá de las prisas. Abrazos

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  5. ¡Ufff! ¡Suerte que no soy mosca! :-)))
    Y la vida continua...
    Aferradetes, Ernest.

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