sábado, 21 de junio de 2025

Un día cualquiera...

 


Ayer la pequeña de mis dos nietas, 14 años, en su último día de clase, vino a comer a casa. Sentada en el sofá, anduvo trasteando con su móvil. La juventud actual. Bien entendida, y controlada. Aunque no lo parezca por parte nuestra… Me fijé que andaba cortando trozos largos de celo, (rollo para pegar), y haciendo una especie de cuadraditos… No le dije nada. En un momento dado me preguntó: Aitite (abuelo) ¿quieres que te haga un amuleto para la buena suerte? ─¡No mi amor! La “suerte” no existe.─Y seguí con lo que estaba haciendo. Ella no dijo nada, no preguntó. Es muy realista en las cosas de la vida. No suele navegar en fantasías… Se adivinaba que aquel juego era producto puntual del corrillo de sus amigas.

Por la mañana, falló la lavadora. El técnico vino dos horas más tarde. ¡El lunes escogeremos nueva lavadora! Misma marca. La actual, una maravilla desde hace unos 12 años, amortizada!

A la “peque” se el cayó al suelo el mando de la tv… Saltaron las pilas… Pruebas y pruebas. No funcionaba! Decidimos comprar otro esa misma tarde. Al cabo de una hora, empezó a funcionar de nuevo… ¡Estas cosas suceden! No le damos importancia.

Hoy sábado, nublado, fresco. Un bonito día por delante.

¡Y es que la vida es así!

11 comentarios:

  1. El mirlo ha cantado durante un breve momento...
    Tengo la ceretza, aunque ahora no pueda verlo, de que el río de la vida que cruza el valle, lo hace en su fluir sereno.

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  2. Pues no sé si te hubiera ido bien el amuleto de tu nieta, viendo lo que vino después. :-))))
    No sé si existe o no la suerte, lo cierto es que cuando llega "algo", nunca viene solo... sinó pregúntale a tu cartera...
    ¡Y sí, así es la vida!
    Aferradetes, Ernest.

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  3. :))))))
    La lavadora fue antes... Y se denominan "avatares" de la vida. Suceden, sin más.
    El mando de la tv... "se recompuso solo". O, tal vez, "hay otras causas"... Sin más también!
    Cuando llega "algo", lo hace de dos maneras, generalmente. Bueno o menos bueno. Al primero, bienvenido! Al segundo, en este caso, ¡ni preocupar! Como dices tú, amiga, paga la cartera. Bueno, la tc.
    La vida es, cierto.
    Y lo que se denomina "suerte", no existe. Cuando te llega algo bueno, lo denominas buena suerte. Y cuando no te gusta, mala suerte. En realidad ves suceder cosas... Se ignora la causa. Y se le denomina según el parecer general... ¡Pero no hay tal suerte!
    Abrazos Paula.

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  4. The beautiful day ahead... This is a wonderful end to your post, Ernesto. Luck... Does it actually exist, or is it something we create ourselves? I absolutely believe it exists, but my belief is very subjective and personal. Things happens, good and bad... Such is life. I loved how you nicely told us about one of your days.
    A hug.

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  5. 14 años y ya es muy realista en las cosas! Enhorabuena!
    Que sigan la vida y sus misterios (incluidos los arreglos espontáneos de los electrodomésticos!)
    Un abrazo

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  6. Las cosas misteriosas de la electrónica, el lavarropas cumplió su ciclo, el control remoto tomó descanso! Cada cosa en su lugar, acá un día pierde agua un flexible y a los dos dejó de perder, controlo por las dudas, un abrazo Ernesto!

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  7. Qué hermosa crónica, Ernesto, de esos días donde lo extraordinario se viste de lo cotidiano. Me ha hecho reflexionar sobre algo que tú, con tu particular visión, dejas entrever: la manera en que enfrentamos los pequeños “avatares” de la vida dice más sobre nuestra educación emocional y filosófica que muchos discursos.
    Tu nieta, con ese gesto tan delicado del “amuleto”, me hizo pensar en cómo, desde edades tempranas, se abre una brecha entre la mirada simbólica del mundo y esa forma más pragmática que muchos adoptamos, casi como escudo. El pragmatismo tiene su valor: nos ancla, nos da herramientas prácticas para resolver lo inmediato, y sin duda educa en la autonomía. Pero ¿puede ser suficiente como única brújula en el largo viaje de la existencia?
    Cuando educamos (como abuelos, como padres, o simplemente como ejemplos en el camino de otros), conviene recordar que la vida no solo exige soluciones, también pide significado. Que un mando a distancia vuelva a funcionar o que falle una lavadora parece banal… salvo cuando los comprendemos como metáforas de lo imprevisible, de aquello que se escapa al cálculo.
    Quizás la verdadera enseñanza esté en conjugar pragmatismo con asombro. Porque si bien la “suerte” no existe como entidad tangible, tampoco todo se explica desde la lógica estricta. A veces, lo que no entendemos no es irracional, sino simplemente más amplio que nuestra mirada.
    Gracias por compartir este día cualquiera… que resultó ser, como siempre, un día lleno de vida.
    Un fuerte abrazo.

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  8. Ernesto, qué grato leerte este afortunado escrito sobre tu nieta y las circunstancias que provoca.
    Maravilla lo aparentemente norma convertido en excepcional.
    Está claro que en lo más simple, se puede hallar algo extraordinario que no dé por pensar.
    Cuántas cosas aún por intuir, descubrir, sentir, analizar, sufrir o gozar, por vivir en general
    les queda a nuestros nietos.
    Nunca dejas indiferente con tus pequeñas-grandes-hermosas crónicas, apreciado amigo.
    Un abrazo muy grande y salud; mucha salud.

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  9. Muestra la buena educación que se le ha sido inculcada.
    Feliz fin de semana.

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