En un bote de vela, a la mar me tiró,
que me lleve el viento muy lejos contigo.
En un bote de vela sin ancla y compás.
Rumbo a no sé donde quiero naufragar…
Este es un texto de la canción de Julio Jaramillo de 1967.- En un bote de vela.
Texto y autor que, y no siendo yo musiquero, no creo que haya destacado mucho en el panorama musical. ¿Dónde radica, pues, la relevancia de traerla hoy, 58 años más tarde a colación?
¡A ninguna!
Si acaso, y tras haber finalizado mis tecleos en mis temas pendientes, del día, ¡mañana Dios dirá!, aprecio la sequedad literaria, que brilla hoy en la conocida red…
─ ¡Hombre, ya tardaba usted en abrir la boca… Recuerde que los fines de semana, como los estudiantes en clase, se toman vacaciones hasta el lunes. ¡Cuando menos!
─ ¡Ya ya! Si no digo nada… Pero puesto que anoche llovió aquí el diluvio universal, y el constante ruido y fogonazos de los relámpagos parecía que había llegado la intemerata, y hoy luce un cielo azul sin nubes, pues pensé que, tal vez, en este mundillo también se había despejado la cosa. ¡Pero no!
Menos mal que “siempre nos quedará París”. Y hasta puede que, hasta “Sam, nos la toque otra vez”
“Tócala otra vez, Sam”… y Ernesto la tocó. No sé si con el cayado de sándalo o con el teclado de la nostalgia, pero esta entrada tiene más atmósfera que una escena de Casablanca bajo la lluvia. Me has recordado que escribir, como naufragar en un bote sin compás, es a veces el único rumbo sensato.
ResponderEliminarComo diría Billy Wilder: “Nadie es perfecto”, pero este post se acerca peligrosamente. Y aunque Julio Jaramillo no sea mi banda sonora habitual, hoy me ha sonado como si lo pusiera Woody Allen en la gramola de “La rosa púrpura de El Cairo”.
Me viene al pelo una cita de Virginia Woolf: “Cada secreto del alma de un escritor, cada experiencia de su vida, cada cualidad de su mente, está escrita en sus obras.” Y tú, Ernesto, lo dejas todo en cada tecla.
Así que, como quien reza, se lava los dientes o lee a García Márquez, escribir debería ser parte del aseo espiritual diario. Incluso en festivos. Porque si no escribimos, ¿quién nos toca otra vez la melodía?
Un fuerte abrazo, Ernesto.
Como te pones, por un, póngame unas letras.
ResponderEliminarPor si te sirve, puse una reseña cinematográfica en mis crónicas. ;)))
Por cierto, de la canción que nos presentas, no tenía ni idea, lo cual espero no se me tenga en cuenta, respecto a Sam, la volverá a tocar tantas veces como se la pidan, quien le dice que no a tan singular señora.
Un abrazo, buen finde.
Poco a poco volverá la inspiración...
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Un abrazo.
Bueno, pero que me estás contando!. ¿En serio hay lugares donde todavía llueve? Que envidia me da imaginar toda esa lluvia tormentosa con las poquitas veces que llueve por aquí. Usualmente, poquitas y mal, que todo hay que decirlo.
ResponderEliminarSobre la otra sequía parece que blogger cada vez descuida más a sus usuarios y se borran entradas, se pierden borradores, no se actualizan las listas de lecturas (entre otras cosas…) y mucha gente se termina aburriendo. También pienso que existe una cierta desgana generalizada en el ambiente, no sabemos si por el cambio estacional o por la situación internacional, pero es cierto que también hecho de menos más movimiento en la blogosfera. Quizás mi memoria tenga idealizados otros septiembres de años anteriores pero el actual me sabe a poco. Menos mal que Sam sobrevive inalterable al paso del tiempo. Saludos
It's a good thing the boat doesn't reach the Moon. :)
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