¿En qué momento de tu vida te encuentras? ¿En qué tramo del juego del yo-yo? Ese que consiste en subir y bajar. ¿Estás arriba, estás abajo, subes, bajas?
¿Crees que eres el que hoy eres?
Fuiste niña/o, adolescente, joven… Un día dejaste los estudios, mundo laboral, posible boda, familia, hijos… ¡Hoy puede que ya en otra historia!
Ahora mismo, leyendo esto, eres consciente de que siendo tú siempre, en cada etapa, no siempre calzaste el mismo número de zapato.
¿Y tu mente, tus conocimientos de la vida, tus emociones, tu percepción de que “algo más tiene que haber”, “algo más hay”?
¿Es la «realidad» lo que veo, pienso y vivo? ¿Quién soy yo?
Haces bien en preguntártelo, hoy. Pues a la conclusión que llegues, hoy, ya barruntas que mañana puede haber cambiado. ¡Y así es!
Sólo cuando despiertes a lo «real», o Ello te toque, sabrás qué eres realmente.
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Ni tan siquiera ese Dios al que te encomiendas, desconoces, y hasta denigras, es lo que crees que es.
Aunque pueda creer, que siempre he sido yo, de una misma manera de pensar, está claro que no. Hay muchos condicionantes a lo largo de la vida. Si bien es cierto aquello de que tus primeros veinte años, te vuelven en la etapa final, como muy importantes.
ResponderEliminarAbrazos.
Yo hasta los veinte años andaba perdida. Un beso
ResponderEliminarlaa vida es una escalera que vamos ubiendo escalón por escalón. Los primeros escalones los vas subiendo con facilidad. conforme vas avanzando los escalones ya te vas cansando y cuando llegas a la cúspide solamente miras hacia abajo y te recreas con los logros que has conseguido.
ResponderEliminarQue tengas un buen día.
Your reflection is thought-provoking and honest. It really captures the ups and downs of life and the constant search for understanding who we truly are.
ResponderEliminarCon subidas y bajadas hoy estoy en una muy buena etapa, paz y armonía, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarCon matices y variaciones, soy el mismo ser, pero hasta ahí llega la coincidencia. Los cambios se ven en la parte física, pero hay más, ya no reacciono igual que antes, no pienso igual (ni siquiera que ayer), tengo más idas y vueltas que una avenida y más despistes que un carrefour.
ResponderEliminarYo diría que estoy en la etapa en la que el yo-yo se dirige veloz hacia el piso y en la incertidumbre de no saber si se estrellará contra el piso o saltará indemne hacia el cielo reposa mi sorpresa.
Creo que lo único que no cambió es el talle 43 de mi calzado, el resto "work in progress"!
¿Y si el yo-yo no sube ni baja, sino que gira? ¿No es acaso el movimiento más real que la posición? ¿Quién decide cuándo estamos arriba o abajo? ¿No es el mismo zapato el que pisa el suelo y el que se eleva? ¿Y si el yo que fui no se ha ido, sino que se disfraza cada día? ¿Puede cambiar lo que soy sin que cambie lo que fui? ¿No es la conciencia de cambio ya una forma de permanencia? ¿Y si lo real no es lo que veo, sino lo que me ve? ¿No es más revelador el silencio entre las preguntas que las respuestas que creemos tener? ¿Y si Dios no es lo que creemos, sino lo que no podemos dejar de buscar?
ResponderEliminarQuizá no se trata de encontrar respuestas, sino de aprender a vivir con las preguntas que nos definen. Porque en cada pregunta que nos hacemos, ya hay una parte de la respuesta que nos habita.
Y como diría Rainer Maria Rilke: “Ten paciencia con todo lo que no está resuelto en tu corazón e intenta amar las preguntas mismas.”
Ha sido divertido leerte y hacer este comentario, querido amigo.
Un fuerte abrazo.
The story continues.
ResponderEliminarYa de regreso, siempre interesante leerte.
ResponderEliminarTe deseo un excelente mes de Septiembre.
Un abrazo.
Y gracias que no somos los mismos...eso indica que caminamos no?
ResponderEliminarUn abrazo.
De todo hay entre subidas y bajadas, preguntas, respuestas, preguntas sin respuestas, respuestas sin preguntas... incluso silencios... y mientras despierte a lo "real" o me toque, la vida sigue.
ResponderEliminarBon vespre, Ernest!
Aferradetes.