1933. ¿Seguirá sonriendo igual hoy, 86 años después? |
Aunque no con el entrañable sonido de la zambomba y la pandereta, que muchos hemos conocido, llega de nuevo este momento llamado Navidad. Que, evidentemente, no es el de aquellos tiempos en que, por lo menos éste que escribe era niño… Y vivía y percibía las cosas y el mundo de manera diferente.
Si
era mejor o menos mejor que éste de ahora, cada quien lo catalogará
en función de valores, creencias, sensaciones y experiencias.
La
costumbre, la tradición, lo “políticamente correcto”
sugiere la felicitación pertinente. ¡Ahí va la mía desde el
corazón!
¡FELICES FIESTAS A TODOS!
1925. Dispuesta a vender todo el lote... ¿Quién compra... esa alegría natural? |
─¿No
sería más bonito y entrañable decir aquello que decía la familia
Ulises en sus historietas de los almanaques del TBO allá por los años cincuenta?
¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!
¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!
─Puede
ser… Aunque si lo mira bien verá que eso de la Navidad, las
peladillas, las pasas, el belén, la copita de anís o coñac, que le
servían en estas fechas cuando iba de visita, los villancicos y
demás, ha decaído mucho…
─Sí,
puede que tenga razón… Las cenas familiares de antaño, el
reunirse toda la familia, el ambiente entrañable que se vivía (por
lo menos desde la óptica de los niños), ya no es lo mismo. Muchas
familias parecen disgregadas. Se reúnen, si es que lo hacen, los más
próximos, en distancia y en afecto… A los demás, familia y
amigos, una carta, una postal de felicitación, cuando no un mail o
un simple whatsapp.
─Son
los tiempos… Adaptarse a ellos, o mejor, vivirlos de acuerdo con
uno mismo y no al son de costumbres, antiguas o modernismos, es la
clave. Piense que, si no sus hijos sí sus nietos, no habrán
conocido ni oído hablar, tan siquiera, de aquellas épocas suyas.
1933. ¿Recuerdas estos instantes? |
─Sí,
es cierto. No me apena que estas cosas hoy hayan “perdido” el
encanto del ayer… ¡Qué objeto tendría echarlas de menos! Las
recuerdo brevemente, pues estancarse en ellas, sería perderse la
realidad del momento.
─Lo
que sí puede hacer, permítame una sugerencia, es dejar
de lamentar el
estado de las cosas que vive o
cree percibir… ¡Cierto que los reyes
de hoy, no
le traerán lo que usted mismo no sea capaz de producir. Procure
relativizar los chascarrillos que los medios de comunicación le
presentan como realidades ineludibles. ¡No son tales! Y si bien es
cierto que le informan de las noticias…, no se lo cuentan todo. Y
además, dichos medios, a nivel de dirección o propietarios, tienen
sus propias ideologías e intereses.
Es
cierto que en estos tiempos no se oye el sonido de la pandereta y la
zambomba… alegre y desenfadada (bueno, de la “pandereta”
puede…), pero recuerda que lo natural de antaño, hoy en día
cuesta encontrarlo.
Esta "reliquia" del pasado también. (Diez de cada generación) Es una imagen de la red... No me busquéis aquí! |
Los tiempos cambian, con ellos las costumbres, lo que era de rigor antaño, ahora es una antugualla que ya no se lleva.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo Ernesto!
Creo que hemos perdido algo muy valioso. Un beso
ResponderEliminar¡Feliz Navidad amigo mío! Cuanta razón llevas. Recuerdo mi niñez, y aquellas cenas de Noche Buena junto a mis hermanos, primos, mi abuela... Recuerdo todo aquél tumulto, el pringoteo, las risas, los villancicos que terminaban cantándose con la voz aguardientosa y sobre todo, esas exquisiteces que mi abuela depositaba sobre la mesa. Madre mía, desmantelaba la casa entera para que todos sus hijos fueran con sus nietos a acompañarla.
ResponderEliminarY hoy en día, la cosa se reduce, así es. Incluso, muchas de las cosas que se ponen sobre la mesa, ya se compran preparadas. Sin embargo, me quedo con esa parte que sigue siendo casera y ese deseo de pasar ratos juntos.
Muchos besos y gracias por el aviso de la fotografía. Yo ya te buscaba en ella. Besos :D
¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!
ResponderEliminarMis deseos para ti y tu familia querido Ernesto.
Los tiempos cambian y con ellos las costumbres. Es verdad que antaño se vivían estas fiestas de manera muy distinta a la actual.
Lamentarse no sirve de nada, simplemente tener nuestros recuerdos a buen recaudo y vivir el presente lo mejor que podamos.
Abrazos.
Ernesto Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo, aunque es pronto para decir ésto, no me he resistido a darte ese pequeño gusto. Mañana Dios dirá.
ResponderEliminarAdelantada felicitación un poco cargada de nostalgia. La última fotografía me ha recordado a la típica foto de familia numerosa que cada años venía en la prensa, como ganadora del premio instituido por el superlativo general pequeño.
ResponderEliminarGracias y los mismos deseos para tí.
Un abrazo.
Vente a la Plaza Mayor en Madrid, y ya verás como oyes panderetas y zambombas y luces y niños cantando en los nacimientos de las exposiciones, grupos de góspel regalando sus voces a todos los oyentes, luces, brillantinas, caretas. La gente lo pasa bien y lo celebra.
ResponderEliminarSi las cosas en cada casa ya no son igual que antes, la culpa únicamente la tienen, las nuevas generaciones porque la generación anterior tampoco se lo inculcó, esa es la forma para perder las tradiciones.
Yo tengo la gran suerte de conocer muchas familias que siguen haciendo autenticas celebraciones reuniéndose de catorce a veinte personas, en la cual colaboran la mayoría de los componentes para hacerlo posible, y no se tenga que llevar el marrón, la mujer de la casa ¡como siempre!. Osea, que aunque no llegue a ser como antes, la celebración existe por mucho que otros se empeñen en desbaratarlas, solo hay que tener una gran familia en número y en sentimientos.
Bueno amigo, aunque felicitas muy temprano, te deseo una buena Navidad, por
si no te "veo".
Abrazos.
Los tiempos cambian, todo va evolucionando. Lo de ayer también tenía sus carencias, lo que ocurre es que las olvidamos y nos quedamos solo con lo bueno. Ahora se viven las navidades de otra manera, también nosotros vivimos de forma diferente. Las familias ya no viven en la misma localidad, hay veces que les separan miles de kilómetros y es difícil reunirse, hay que tirar de las nuevas tecnologías...¡Y cuáles eran mejor, aquellas o éstas? Yo creo que ni mejor ni peor, sencillamente distintas.Lo realmente importante es no perder los buenos deseos para todos,abrir el corazón de par en par, olvidar rencores...¡eso es lo importante!
ResponderEliminar¡FELIZ NAVIDAD, ERNESTO!
Como siempre tus notas,son un viaje a la claridad y a la sensibilidad. Me encantan.
ResponderEliminarNo soy nada "del pasado" es decir, he aprendido a quizás rescatar lo que "creo" que sucedió, y sacarlo de vez en cuando para revivir esas sensaciones. No soy de nostalgias de lo que fue,sin embargo a medida que voy envejeciendo, es verdad que acudo más a algunos recuerdos,no tan lejanos, fotos de mis hijos pequeños, alguna que otra de mi vida en Buenos Aires antes de venirme aquí. En fin, que siempre extraigo el aprendizaje de haber construido lo realmente importante aquí. Y que mi vida es esta,aquí en este presente. (Por ahora)
Bueno,al final,me enredé, pero creo que los toques de tu texto de alguna forma despiertan esas memorias.
Un enorme abrazo Ernesto, felicísimas fiestas anticipadas. Que estés muy bien, donde realmente quieras estar.
Feliz NAvidad,Ernesto.Sea como sea la forma de celebrarla,te lo deseo a tí ´y a los tuyos
ResponderEliminarLos tiempos en que éramos niños,para mí tenían una inocencia,bendita.Hoy la inocencia de los niños,no es que deje de serlo,pero hay mucho material metido en sus cerebros.
A mí me gusta que La Navidad conserve su esencia;y que mi hija tuviera un recuerdo bonito de ella cuando fuera más mayor,cuando fuera madre...
Lo he intentado sin obligaciones.
Por lo demás,que se cumpla como cada uno sienta este momento de NATIVIDAD
Besucos y cantos con zambomba y aguinaldo
Gó
ResponderEliminarEl tiempo pasa y cambian las costumbres. Me gustan las fiestas, siempre solía ser mi casa el lugar de reunión de toda la familia, hoy ya no es igual. gracias a Dios, con mis hijos y nietos ya tengo bastante. Un abrazo.
Las felicitaciones en papel se han perdido y casi se puede decir que vamos perdiendo las llamadas por teléfono, pues ahora todo lo resolvemos con whatsapp, con lo cual intentaremos que el verdadero espíritu navideño no lo perdamos.
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD A TI Y A LOS TUYOS, un abrazo.
Según pasan los años y algunos partieron ya, el espíritu de la Navidad va girando hacia distintos estados de ánimo. Pero mientras haya chicos alrededor que esperen a Papá Noel, estaremos bien. Mi nieta más chica decidió junto a una amiga, con casi diez años cumplidos, que ellas siguen creyendo en él y lo esperan ilusionadas, no hacen caso de las malas lenguas de algunas compañeritas que les dijeron con mala entraña que no existe! Y le hizo una carta, "sé que no vivís en el Polo Norte, estás en el corazón de todos los niños" Si esto no nos alienta, qué? Un abrazo y Muy Feliz Navidad, Ernesto!
ResponderEliminarPues también "desde el corazón " mis sinceros deseos de que disfrutéis tú y tus seres queridos de los días de navidad y siempre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ernesto.
Tempranero me has salido, mi querido amigo, pues vaya mi Felicitación y mis mejores deseos para ti y los tuyos y que disfrutes como mejor lo sientas estas fiestas.
ResponderEliminarPara mi, la Navidad, es la Nochebuena, y ¿por qué?, pues porque nos reunimos todos (o casi todos, quien no viene es porque realmente no puede) con mi madre, la verdadera isla alrededor de la cual nos encontramos todos nosotros. Una persona maravillosa, ya con 93 años, y con algunos problemas de salud, pero con una cabeza increíble. Una gallina clueca, capaz de conseguir que todos, 7 hijos y respectivos, 21 nietos y 3 bisnietas (estas últimas claro no pueden opinar) queramos estar ahi, juntos, con ella, y los nietos, los primeros. Es increíble y consigue lo increíble :))
Un fuerte abrazo Ernesto, y de nuevo mis Felicitaciones.
Con los recuerdos de ayer, quien por edad los tenga, sin nostalgia y con el corazón y la sinceridad de coetáneos, te deseo Feliz Navidad a tí y a los tuyos, y a cuantos comparten tus entradas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo cambia al paso de los años.
ResponderEliminarSeguro que antes era más entrañable.
Te deseo una Navidad muy feliz.
Un abrazo.
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo para ti.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los tiempos van cambiando y hay que amoldarse, te veo lleno de energía positiva.
Besos.
Es verdad que es pronto. Pero también que cada edad te revela cosas diferentes. Yo no tengo nietos pero sí sobrinos-nietos y me pasa ahora que me cuesta cero empezar a querer a esos niños que son como un regalo. Es como si la Navidad fuera un recordatorio de que es posible renovar la fe en el género humano, en el amor gratuito. Lo entrañable de las fiestas creo que lo ponemos los adultos si nos agarramos a ese amor y a la ternura.
ResponderEliminarEspero que tengas unas fiestas entrañables y un 2020 que sea como un cuadro impresionista: con sus luces, sus sombras, sus contrastes, sus formas no siempre bien definidas, pero que al mirarlo de lejos sobresalga la luz y el color. Un abrazo achuchao Ernesto
Desde luego estas fiestas no tienen el “sabor” de antaño puede que hayan cambiado… Igual que nosotros, pero siempre nos queda el recuerdo de cuando éramos niños.
ResponderEliminarMe gusta conservar esa esencia de la Navidad.
Por mi tierra los belenes se siguen haciendo , los villancicos se escuchan, que en casa hogar es distinto cada cual la vive a su manera.
Pienso que lo que perdura hoy en día en Navidad… Son los turrones aquellos a quienes el sabor de siempre les trae buenos recuerdos de antaño.
Un fuerte abrazo Ernesto y entre zambombas y villancicos…
¡FELIZ NAVIDAD!
La Navidad, para mi, es un recuerdo lejano. Entrañable si, pero lejano.
ResponderEliminarDe cuando los padres vivían y también de cuando mi hija era pequeña y vivíamos con su madre, felices, jóvenes e ilusionados.
Ahora solo es una época de recogimiento; de días cortos, de lectura y serena soledad que no duele. Incomodada solamente por la pertinaz cantinela de los medios que parecen querer embutirte de Navidades, quieras o no quieras.
La vida va cambiando continuamente nuestros hábitos, costumbres e incluso nuestras creencias.
ResponderEliminarEn aquellos años de nuestra niñez cuando escaseaba casi todo, unas celebraciones como Nochebuena, Navidad y Reyes nos parecían lo mas, eran unos días que la gente era mas amable y en las mesas había alimentos y golosinas que apenas comíamos durante el año.
Hoy los mas pequeños tienen todo tipo de comida y muebles llenos de juguetes, los que nos hemos hecho mayores añoramos aquellas fechas cuando nos daban las vacaciones y podíamos degustar lo que hoy comemos a diario.
Un abrazo.
Jajaja, y yo que ya te buscaba en la última foto, Ernesto.
ResponderEliminarRecuerdo en mi lejana infancia aquí en Santiago de Chile a los vendedores de pavos ambulantes que también los había.
Saludos australes.
nada é. tudo está.
ResponderEliminardos seres vivos
à matéria inorgânica,
tudo denuncia a passagem do tempo:
existir é transmutar.
"Todo cambia", como canta Mercedes Sosa.
Un abrazo.
Todo va cambiando y así debe ser, pero en el tema Navidad, pienso, lo que primordialmente cambia somos nosotros. No es lo mismo la Navidad a los 8 años con nuestras familias, que ya de mayores. Pero es lo que hay.
ResponderEliminarFelices fiestas.
¡¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo!!!! Pues no, cualquier tiempo pasado no fue mejor, cierto es que una era una niña en los tiempos de la zambomba, que comíamos peladillas y que cuando la cena terminaba y los mayores apagaban la luz del comedor, nos colábamos para bebernos los fondos de las copas de anís y demás alcohol que allí habían dejado, jajajajaja, qué risas. Ahora es otra cosa, las peladillas y turrones tienen mucha azúcar, el alcohol fatal, en fin, que no hay que hacer mucho caso y que un día es un día...o varios jajajajajaj
ResponderEliminarErnesto, cuando yo era pequeña, se decía "Felices Pascuas y Próspero año nuevo" que es lo que te deseo a ritmo de pandereta, que se me da de miedo, por algo fui pandereta de la Tuna de mi cole.
ResponderEliminarEn cambio la zambomba, nada de nada, eso de escupir en la mano para tocarla me parecía una guarrería, y es que era una tiquismiquis.
Pásalo genial, Ernesto.
Ah, creo que se traspapeló un comentario, lo digo porque Julio se habrá quedado sin su felicitación que anda por mi blog.
Un abrazo y hasta el año 2020 que me suena futurista...espero que para bien.
ResponderEliminarNo me gusta la Navidad, nunca me gustó y este año aún menos. Y eso no quita que te desee unas felices fiestas.
Un abrazo grande