Oía
ayer en alguna cadena de tv que daban algunas sugerencias para
celebrar, en familia, las fiestas en paz… “No hablar de futbol,
de religión o política, principalmente”. En otra cadena al
vuelo, pillé a una mujer joven, risueña, a la que acababan de
preguntarle algo similar y respondía: “...¿No hablar del tema
catalán?...”
No
seré yo, pues, quien nombre “bicha” alguna en estos días.
Finaliza
un año, convulso por un lado, y clarificador por otro, y no solo en
este país, que parece querer dejar atrás muchas cosas… ¡Y
empezar el nuevo diametralmente distinto!
Razones
para lo primero, ¡hailas!, y muchas. Pero hay muchas más para lo
segundo.
No
voy a nombrar ni a unas ni a otras. Cada quien tiene su propio
ramillete de ambas. Puede que las haya que no coincidan, poco
importa. Creo que las mejores acabarán imponiéndose… En este
país, en Europa y en el resto de la Humanidad.
Y
con la misma naturalidad que las margaritas brotan en las praderas
cada primavera.
Ayer
mismo una amiga me preguntaba que por qué siempre hablo de las
margaritas en temas como éste. Le respondí que porque son unas de
las mejores “maestras” que existen… Basta con observarlas
detenidamente, y seguir su enseñanza.
─¿Y
es?
─Brotan
en primavera, sin esfuerzo. Viven su razón de ser, sin esfuerzo. Y
cuando llega el otoño, siguen su propio ciclo, sin esfuerzo.
─Vaya,
algo simple parece esto. Y tampoco le veo utilidad alguna… No
parece la actualidad, la confusión, la violencia por doquier, la
incertidumbre que se respira en el mundo el mejor contexto en el que
esto pudiese aplicarse…
─¿Se
ha preguntado alguna vez si todo esto que señala, y más, no será
la consecuencia de “hacer tanto” por su parte?
_______________._______________
¡Tú
solo pon las ruedas en movimiento, el resto déjamelo a Mí! (Del
libro Dios me Habló. Eileen Caddy)
Por
“ruedas en movimiento” hay que entender tu actitud, tu
conciencia, lo que tú eres. Y no tanto lo que haces… De ahí lo
siguiente: “...el resto déjamelo a Mí!”
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Si
soy capaz de mantenerme en la posición de ni a favor ni en
contra, las cosas suceden. Y sin mi intervención.
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Pues eso.... dejémosla ser.
ResponderEliminarFuerte abrazo, Ernesto.
No es fácil ser imparcial. Un beso
ResponderEliminarMe cuelgo de lo que dice Susana. Actualmente en mi país las legítimas causas sociales se ven pulverizadas con violencia sin freno. Entonces es imposible ser imparcial.
ResponderEliminarCon todo mi cariño te deseo unas felices fiestas ...yo estoy mu baja de alegría y no tengo humor estas fiestas .
ResponderEliminarAbrazos querido amigo
Marina
Hola Ernesto, venía con intención de comentarte el post de las bolitas, el juego preferido de los adultos y has publicado también hoy!!!
ResponderEliminarBueno todo sea por las margaritas, que se expresan así en su linda espontaneidad anunciando la primavera, y algunas ya las he visto en los prados venecianos hacia media mañana cuando se derrite la escarcha...
Estamos en el aeropuerto de Venecia saliendo para reunirnos en Madrid con la megafamilia, mi madre, hermanos, hijos, sobrinos, marido :) y aprovecho para desearte esa felicidad que pregonas que es el vivir la vida como va llegando
Un abrazo hasta allá donde estés y sin hablar de política, solo música y sonidos del bosque o mar🎶🎄🎶🥂
Yo es que soy más de amapolas. También brotan sin esfuerzo y el rojo sobre el verde es un matrimonio cromático casi insuperable, máxime si el día en que se observa ese campo florido, es uno de cielo azul intenso que cierra la perfecta ecuación del equilibrio de los colores.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, las cosas suceden y debemos dejar que sucedan. Siempre con actitud, respeto y conciencia (principalmente sobre nosotros mismos).
ResponderEliminarUn gran abrazo en un campo de margaritas...
Algún día aprenderemos que "Si soy capaz de mantenerme en la posición de ni a favor ni en contra, las cosas suceden. Y sin mi intervención."
ResponderEliminarEs el gran reto del ser humano.
Seremos capaces? Se intenta al menos.
Aunque de repente tengamos ataques de acción, de reacción o de lucha.
La fina línea por la que caminamos.
Un abrazo!
Me parece un buen consejo.
ResponderEliminarDel tema catalán, en mi casa (por suerte) todos pensamos igual... así que sin discusiones 😊 todos bien avenidos.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Había una canción que decía:
ResponderEliminar"Margarita se llama mi amor..."
Que las margaritas te acompañen en el año venidero.
Si es verdad lo que se dice, que cada pequeño acto personal repica en el universo, será cuestión de realizarlos con la mejor intención hacia nosotros y el prójimo y eso bastará para que la paz reine, me encantan tus margaritas, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminar
ResponderEliminarHacer lo posible, para que él haga lo imposible.
Muy buena entrada.
No siempre somo capaces de hacer y quedarnos esperando.
mariarosa
Pues a engrasar ejes, a ponerse en marcha. ¡A ver si atinamos de esta! Un abrazo Ernesto.
ResponderEliminar"QUE HAYA unidad en la diversidad. Fíjate en los múltiples senderos que conducen al centro, que llevan hasta Mí; cada uno es diferente pero, pese a eso, todos siguen la misma dirección. Cuanto más cerca se encuentran del centro, mayor es su unidad, hasta que todos se hacen uno en Mí y ya no hay mayor diversidad sino unidad completa.(...)" De Elleen CADDY: "LA VOZ INTERIOR" día 28 de diciembre.
Aunque me haya adelantado a la reflexión de mañana de Eileen Caddy, me ha encantado que la cites en estos días en los que la PRIMAVERA y la LUZ nos hablan en medio de contrarios.
PAZ y BIEN desde LA UNIDAD.
...y GRACIAS por permitirme entrar en su BLOG.
Es que somos cada uno de nosotros quienes movemos el mundo, imposible mantenerse neutral. Otra cosa es polemizar continuamente, qué pereza.
ResponderEliminarUna maravilla ese campo de margaritas, mis preferidas
Besitos Ernesto
Hola Ernesto, si es que la vida es mucho má simple de lo que los humanos nos empeñamos en negar. Yo también quiero ser como las margaritas.
ResponderEliminarFeliz entrada de año y sobre todo, eso, brotar en primavera, pero que dure cada día, ja ja.
Besos :D
Estoy en disposición total de aceptar la flor, -todas y cualquiera de ellas-
ResponderEliminart su ciclo y aprender de la vida, -de toda la vida y todo lo que tiene vida incluso las piedras-, porque todo tiene un por qué y un para qué, sin pedirme permiso, y ofreciendo algo que me puede enriquecer.
Hasta el silencio y la brisa, el color y la abeja o la mariposa encuentran donde nosotros, después de tantos días y tantos años, ni sabemos o no podíamos imaginar.
Gracias, Ernesto. Que termines bien el año y empieces tan profundo como estas terminando.
Esperemos un año 2020 un poquito mejor.
ResponderEliminarCon más tranquilidad.
Un abrazo.