Entre
las horas que duermo sentado en el sofá por las noches intentando
ver la película de turno y las que duermo en la cama, hago ese
número suficiente recomendado para mantener la buena salud y el
equilibrio mental/emocional… Y por ello hoy me he levantado a las
siete. Hora habitual por otra parte a lo largo del año. (Me acosté
a las tres…)
El
día viene cálido… De hecho en la cama hacía algo de calor. Por
ello abro la ventana en este amanecer en el que el mirlo subido en lo
alto de la chimenea del edificio de enfrente mantiene una agradable
conversación con su pareja, ella en el nido de algún arbusto o seto
al otro lado del mismo. En los jardines.
Puesto
el té a hervir, me siento frente a la pantalla del mundo… Miro la
cacharrería por fregar, cosa que no hago ahora pues hay gente
durmiendo, y…, observo que el silencio se ha instalado en la calle.
Me levanto a mirar por la ventana pero el mirlo ya no está. Una
densa niebla a lo lejos, sobre los montes, le sustituye.
¡Bravo!…
He conseguido escribir algunas líneas sin inclinación a izquierda o
derecha… ¡Limpias de connotación alguna!… ¡Un pajarito que
canta una nube se levanta!
Tengo
en mente, eso sí, una palabra: ¡Bingo! Y la imagen de la enfermera
que en el hospital de IFEMA, Madrid, juega y hace jugar al bingo a
los pacientes.
Y
es que «no solo de pan vive el hombre», ni se cura solo con
medicamentos. Esa imagen no es una imagen gratuita de un día
cualquiera o idea surgida sin más.
En
ella está condensada la entrega al servicio, al cuidado del enfermo,
al mimo y la necesidad de éste de sentirse arropado con esa
gran carga de humanidad, más allá, mucho más allá, del deber
cumplido.
El
mirlo ya no canta, no por esta zona, pero un sentimiento de
serenidad, agradecimiento y naturalidad se extiende por doquier. ¡La
humanidad vive!
Pues por aquí la tranquilidad también reina y poco sol hay por el momento, con lo cual dentro de nuestra vida tranquila te deseo que tengas una feliz Pascua.
ResponderEliminar
ResponderEliminarMientras no haya que cantar bingo para poder ser atendido... Bueno, más bien línea. El bingo debe de ser para que te hagan el test...
Hay muchas personas haciendo un enorme esfuerzo por ayudarnos a salir de la situación en que estamos. Lo conozco de cerca
Un abrazo
Se respira paz en la azotea
ResponderEliminarHoy por primera vez veo
desde aquí,
la reja del Alcázar
Bouganvillas en flor
patios exuberantes
Los árboles frondosos del
Jardín de los Mártires
El suelo aún mojado
por la lluvia de anoche
Y respiro
Es de hace dos días, y es que aunque a veces nos falte quien alimente ese factor humano, con un poco de suerte podremos escuchar un mirlo en conversación con su pareja.
Por otra parte, chapeau por los que aportan calidad en las relaciones humanas, ahora y siempre.
Un abrazo fuerte Ernesto
Esa enfermera está haciendo todo lo posible, por paliar la tristeza del enfermo que no puede cogerse de la mano de los que ama.
ResponderEliminarEs una de las peores secuelas de este virus, la que sentirán los que no han podido dar el último beso a las víctimas.
Será porque estoy dentro de los de "riesgo extremo", pero es algo en lo que no dejo de pensar.
Un abrazo.
Vivimos, a veces sobrevivimos, me alegra el canto de los pájaros.
ResponderEliminarBesos.
Bonito homenaje, aunque muchos siquiera tengan el material adecuado.
Bs.
Sí los mirlos siguen con lo suyo y se pueden cantar lineas es que no todo está perdido.
ResponderEliminarBesos.
¡Y vivirá! A la humanidad solo la terminará un gran destructor de civilizaciones como el de los dinosaurios. Y de ese no nos darán avisos ni noticias. Entre tanto, tratemos de sacar lo mejor de cada uno para salir adelante.
ResponderEliminarSaludos!
Contemplar el paisaje alrededor nuestro nos mostrará cosas que antes no habíamos podido ver por no saber mirarlas, tanto en la naturaleza como en las personas, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarParadójicamente mientras a unos se lo roba, o se lo arrebata definitivamente, a otros se nos concede aún el milagro del tiempo: tan impalpable como perceptible. Tan intangible, tan tangible. Tan ausente y tan presente. Tan lento y tan rápido. Y entretanto, la vida, en la cual se incluye muerte, sigue su curso. Sin consultarnos; pero los que aún podemos asomarnos a la ventana, mirar, sentir... deberíamos hacerlo.
ResponderEliminarAbrazotes
ResponderEliminarErnesto muy bello lo que captas, a veces por el apuro
en que vivimos nos perdemos de apreciar, cosas pequeñas
pero grande en profundidad y que nos alegra el interior,
tenemos que estar agradecidos a todas esas enfermeras,
que cuidan a los enfermos que necesitan sentirse vivos
para sobrevivir a todo lo que pasa en el mundo y abrir
los ojos del alma con amor.
Besitos dulces
Siby
Tener ese grado de humanidad tan grande... es para quitarse el sombrero.
ResponderEliminarUn abrazo, Ernesto
Hola mi querido Ernesto. Pues me encanta esa reflexión que has hecho, y como has descrito ese despertar. Has dormido poco, pero eso no ha impedido que escribas poesía en verso.
ResponderEliminarComo la poesía que hace esa enfermera y sus compañeros, cada día.
Besos :D
Debe ser terrible sentirse aislado y separado del mundo, sin la mirada de nuestros seres queridos.
ResponderEliminarBenditas todas las personas que intentan dulcificar esa angustia.
Un abrazo, Ernesto.
Ellos son así, en un noventa por ciento, gente paciente, dulce, disponible, la parte hermosa del ser humano. Los admiro muchísimo. Buena reflexión y foto. Abrazos Ernesto.
ResponderEliminarEstas imágenes son las que muchas veces nos salvan,nos rescatan.
ResponderEliminarMe encanta por otro lado,el relato que haces del mirlo cantando en la rama.
Sabes que aún viviendo en una capital "pelada" de árboles, es impresionante la cantidad de pájaros que llegan a los techos y azoteas de las casas? Nunca desde que vivo aquí había oído tanta variedad de cantos. Impresionante y maravilloso. Tenemos hasta roncales en las costas,y delfines! En la capital!
No puedo más que sentir agradecimiento.
Un abrazo enorme.
El Bingo se lo merece la humanidad que tienen todos esos ángeles con los otros ángeles caídos en el dolor y la enfermedad.Yo no madrugo tanto como tú porque me acuesto bastante más tarde que tú.
ResponderEliminarUn beso
Que tristeza infinita en lo que se han convertido los dias las noches el almuerzo la cena. El barbijo que me pongo y los guantes que me mojan las manos, y los autos sin gente ,y la gente sin autos. Y el sol que no sale
ResponderEliminary la luna se ha terminado
el romance no existe
y las mariposas en mi estomago se han volado
Hay vida allá afuera que no le dábamos la oportunidad de verla y sentirla, con el silencio y la desolación de las ciudades nos damos cuenta que tan bella es. Saludos amigo Ernesto.
ResponderEliminarSon de admirar esas personas tan generosas. Encontrar comprensión y ternura en unos momentos así, es muy gratificante.
ResponderEliminarUn abrazo. Buen comienzo de semana.
Lo mejor de esta situación es descubrir que aún quedan personas buenas y que existe la posibilidad de recuperar valores que ya daba por perdido en la sociedad...
ResponderEliminarUn beso esperanzado.
Pues me parece una muestra más de buen hacer, intentar distraer y hacer la espera un poco más llevadera.
ResponderEliminarNos están enseñando tantas cosas...
tengo una amiga (enfermera) que al final se ha contagiado... y hablando por teléfono, tuve la sensación de que llevan en la sangre ese ánimo y esa fuerza... yo no lo veo con tanta positividad como ella.
Eso, lo admiro tanto.
Un abrazo.
El trabajo es una necesiidad.LA vocación , en algunos trabajos, es esa otra forma de hacer con entrega total que el que lo necesita se sienta acogido,acompañado,menos invisible...
ResponderEliminarSiempre hay personas con un corazón grande ,hasta en el último confín
Besucos
Gó
En momentos como los que vivimos todos estamos necesitados de esa gran vocación y ternura. Cuídate.
ResponderEliminarAbrazos Ernesto.
Jajjaja yo también me suelo quedar sopa viendo la peli de la noche, me da una rabia
ResponderEliminarEsta entrada tuya es un canto precioso
Besitos!
May the epidemic end soon. The nurses no longer work extra hard fighting to cure victims of the virus.
ResponderEliminarLet's all pray for that.
Gretings from Indonesia, Ernesto
La creatividad nunca deja de sorprender.
ResponderEliminarHay personas que siempre ven lo que no ven otras, esta enfermera ocurriéndosele montar un bingo en esas circunstancias es una de ellas.
Buen ojo. Saludos.
Volví a darme una vuelta por tus reflexiones. Denotan mucha profundidad y, por qué no, filosofía por vivir en tranquilidad, en comprensión y templanza.
ResponderEliminarNo es un camino fácil, pero desde el horizonte que compartes, hay bastante sentido de la existencia, observaciones sutiles y gracia de expresión.
Gracias por ese hálito de fuerza, me ha ayudado para pensar.