Ya he suprimido, por séptima vez en estos días, el texto que, con más o menos acierto, intentaba hilar… Y hoy vuelvo a planteármelo. Y ello se debe, en parte, a la insustancialidad de lo escrito.
¿Qué decir en estos tiempos? ¿Qué que no parezca una banalidad de las que solemos emplear apoyados en la barra de un bar?
De algo sustancial, que no niego el intento, al "cooo corococo coo cocooo…" (para los que sois de ciudad, el canto de la gallina cuando ha puesto un huevo… jajjajajjaja...)
¡Y aquí lo dejo!
Parece escueto, pero señala una tendencia actual… ¿De qué hablar que no sean situaciones huecas la mayoría?
Ello no evita que el río de la Vida que cruza el valle siga fluyendo a su ritmo. El sonido de la campana rota de Arrazola cuando marca el paso del tiempo… El canto del petirrojo. La incipiente primavera en las yemas de los árboles, las primeras margaritas en la campiña vasca. El lento desarrollo bajo tierra de quienes tintarán de rojo, las amapolas, los campos de trigo de Castilla la Vieja. Todo ello indica la razón de nuestro caminar...
Y todo un mundo de sucederes naturales que conforman la realidad que nos envuelve a cada instante. Al margen de la “nada” en la que tendemos a instalarnos cuando con el pensamiento o las emociones añoramos el pasado o ansiamos el futuro. ¡El caso es no estar presentes en el aquí y ahora de nosotros mismos! ¡Lo único real!
Apreciar el cacareo de un grupo de gallinas picoteando en el campo, la brisa a través de las ramas y hojas de los sauces, el murmullo de un río recorriendo la campiña o el romper de las olas en la playa, puede acabar descubriéndonos el sentido real de la vida.
Es que realmente lo verdaderamente real de la vida son esas pequeñas cosas, lo demás son ruídos dañinos.
ResponderEliminarLo banal y lo importante,al igual que otros muchos conceptos,son términos totalmente relativos según para cada quien.Si llevamos un año hablando y oyendo hablar de enfermedad y muerte, de crisis económica y de enfrentamientos políticos,por muy interesante que sean todos esos temas,nos tienen ya hasta el trigémino y no solo por el cansancio de oír siempre lo mismo sino por la angustia que estas noticias provocan. Por ello,leer un texto como este tuyo, en este momento, al menos a mí me ha traído la paz que necesito.Y comparto totalmente tu afirmación final. Y es que,si no nos encontramos a nosotros mismos con tanta noticia funesta alrededor,debe de ser precisamente porque esas noticias nos alejan más que nos acercan al "sentido real de la vida".
ResponderEliminarUn abrazo,Ernesto.
Pues esto mismo pensaba ayer,mientras me deleitaba mirando por la ventana la preciosa terraza que tiene mi vecino de enfrente.
ResponderEliminarYo lamentablemente vivo en un piso,y no tengo ni siquiera un balcón,pero,tengo un gran ventanal... Mi vecino tiene una casa preciosa, y nuestra calle es lo suficientemente estrechita como para que yo pueda ver sus plantas y flores.
Y ayer, me llamó la atención el piar de pájaros,cosa que en plena capital no es frecuente. Al asomarme,vi su terraza, visitada por unos cuántos pajaritos que iban de planta en planta, piando con fuerza.
Me sentí feliz,en calma y en comunión.
Un abrazo.
¡Hola amigo Ernesto! Pues la verdad es que sí, que puede mostrarnos mucho más de lo que aparenta. A veces, detenernos y observar lo más sencillo, puede aportarnos mucho más de lo que creemos. Besos amigo mio :D
ResponderEliminarLo real de la vida es este instante, esta inhalación de aire, este seguir estando vivo. Hay veces que las conversaciones vacías solo son ruido. Ruido constante, ruido sucio. A veces hay que tener silencio para escuchar de verdad. Un beso amigo, estoy bien.
ResponderEliminarMe produce una sonrisa leerte... muchos se pierden el regalo del hoy, el presente, o por angustias de un pasado que no se puede cambiar o por ansiedades por un futuro que no se tiene la certeza que llegará...
ResponderEliminarHoy... ahora...
Un beso.
"...el sentido real de la vida" vivir lo que toca, saberte , conocerte, en esta situación. Conocer mejor a los otros, sacarle partido, no dejar que te merme, seguir disfrutando de lo disfrutable,...
ResponderEliminarYo creo que al final ha merecido la pena que hayas tirado la anteriores borradores. Un abrazo Ernesto
Yo conozco de gallinas, aun mi madre tiene un corral con varias de ellas y su gallo el galán, que así le llama mi mama. :=) Saludos amigo.
ResponderEliminarCreo que hay temas interesantes y palabras con sentido para compartir si se coincide y se eligen los interlocutores adecuados.
ResponderEliminarAquí seguimos dando migas a los pajarillos que cada vez más son multitud, apreciando el gesto y la palabra, agradecidos de que cada día amanece cargado de vida para disfrutar.
Un fuerte abrazo Ernesto.
PD. A la séptima llegué, no así mi comentario:))))
Bueno Ernesto, no importa si no hay algo importante qué decir, me quedo escuchando tu música cada vez que llego acá, no me cansa, es como una manta en una noche fresca, un abrazo!
ResponderEliminarTodas esas pequeñas cosas que parecen insustanciales, pero son vitales, son las que le dan verdadero sentido a la existencia.
ResponderEliminarNo entiendo la vida sin la flor, sin la espuma del mar, sin el canto de la cigarra, sin los colores de un amanecer...
Un abrazo.
"la brisa a través de las ramas y hojas de los sauces, el murmullo de un río recorriendo la campiña o el romper de las olas en la playa, puede acabar descubriéndonos el sentido real de la vida."
ResponderEliminarEste último párrafo tan positivo que nos traes es lo que cuenta. salir a caminar al campo y apreciar los pequeños detalles de la naturaleza, es un don del que nunca debemos prescindir.
Un abrazo.
Toda esa suma de pequeñas cosas son la definición de lo que es nuestra vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esas pequeñas cosas son grandes en la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarNos ha tocado un tiempo diferente y complicado Ernesto, debemos tratar de vivier en el, de la mejor forma posible.
Es que desde un pueblo alejado las cosas se ven de una forma, desde la ciudad de otra y desde el fin del hemisferio sur de otra, todo es según del cristal..
mariarosa
Que te voy a decir, a mí (si lees mi ultima entrada) me llaman ilusa por sentir como tú dices, pero me da igual.
ResponderEliminarSi te fijas no he hecho ninguna entrada sobre la trágica realidad que vivimos, pero sé que tú que me conoces sabes perfectamente que no por ello dejo de darle su lugar en mi vida. Creo que no podemos dejar de vivir el momento de la vida que nos toca y que eso no puede recuperarse.
Yo no tengo cerca gallinas que me cocoreeen pero tengo el ruído de las olas :))
Abrazo grande.
Toda la razón, Ernesto. Preocuparse demasiado, darle vueltas al tema, tan incierto y hasta contradictorio a veces, no nos favorece en nada. Confiemos en la vuelta a una vida normal, con la mayor calma posible.
Por un pronto encuentro, y con pompón, por supuesto, vecino.
Que bello tu texto
ResponderEliminarestá lleno de vos y tus hermosos versos
Hoy un día mas un día lleno de esto que ahora apaga mis palabras apaga mi espiritu y mis ganas de volar, hoy esto que me encierra dentro de la casa, y de pronto me siento con deseos de llegar alli a España a Mexxico o a cualquier lugar donde exista un alma, que me pueda dar un poquito de vida...
ResponderEliminarEl río de la vida...
ResponderEliminarMe agradó tu escrito y reflexión. Un saludo.
Hola Ernesto, cada uno de nosotros ve la vida y la vive de manera diferente, por las diferentes circunstancias que nos toca enfrentar.
ResponderEliminarComo dice Shakespeare: “El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos”.
Concuerdo con esta frase, pues creo que de nosotros depende disfrutar de la vida, tal y como venga, de estar conscientes del aquí y ahora, de lo único que tenemos asegurado.
"Apreciar el cacareo de un grupo de gallinas picoteando en el campo, la brisa a través de las ramas y hojas de los sauces, el murmullo de un río recorriendo la campiña o el romper de las olas en la playa, puede acabar descubriéndonos el sentido real de la vida." ¡ESO ES LA VIDA!
Un abrazo afectuoso y mis agradecimientos por tu compañía.
ResponderEliminarLas pequeñas cosas siempre son las mas
grandes y las que nos hacen seguir adelante,
vivir cada minuto, segundo de la vida, como
si fuera el ultimo y sonreír que seguimos vivos.
Besitos dulces
Siby
Hola Ernesto,justamente hoy cuando salí a ejercitarme me detuvo un vecino para comentarme que había fallecido un conocido estos días me he sentido algo deprimida porque han estado falleciendo muchas personas conocidas.
ResponderEliminarY al estar conversando con el de estas cosas tan tristes llegó una bandada de cotorros haciendo el habitual escándalo que suelen hacer,deje de poner atenciòn a lo que el me decia para observar la vida y la vitalidad de esas hermosas aves color verde esperanza y sentí como la vida continúa aùn cuando la muerte camina a nuestro lado.
Te dejo mi saludo y un abrazo.
la pandemia a traido algo maravilloso a las ciudades y es ver los gallos gallinas y pollitos acercarce a mi jardin y visitarme o verlos ir de casa en casa buscando que picar! y en esta ciudad donde antes no se veían ni personas por andar todos dentro de sus carros ahora caminan hablando de vida y esperanza las gallinas y sus pollitos y con ellos la sonrisa se hace dueña de mi rostro...y un poquito de alegría...,
ResponderEliminarHola, no todo es banal ni todo es importante. Se trata de sacar lo mejor de nosotros mismos cada momento, ahora, aquí; ya se verá el después(si lo hay).
ResponderEliminarLo de las gallinas lo recuerdo, del pueblo, en eso muchos fuimos o somos afortunados, porque crecimos en pueblos más o menos pequeños, donde aprecias todos esos sonidos naturales con una intensidad más profunda.
Recuerdo como me gustaba escuchar cada año el cuco, mi padre decía ahí está, ya llegó, como cada primavera para alegrarnos los días en el campo. Y que siempre debías llevar alguna moneda en el bolsillo cuando lo oyeras cantar por primera vez, como tradición, eso significaba que tendrías suerte y buena cosecha en ese año. A mí me gustaba que me contaran esas cosas, formaban parte de nuestro aprendizaje en la vida.
Abrazo
Hola Ernesto, las prioridades difieren en cada persona. Para unos lo mas importante puede ser hablar de política, salud, dinero, mujeres y/o hombres, pandemia, familia, historia, humor, etc.. Creo que se trata más bien de lo que "tenemos ganas de escuchar y de compartir". La comprensión y valoración del "instante" , de ese único momento en que miramos el mar, una flor, la montaña, este instante en que escribimos y pensamos en el otro, le regalamos parte de nuestra vida, porque el tiempo dedicado es vida..
ResponderEliminarSi todos los seres humanos tuviesen ese pensamiento que manifiestas y nos regalas hoy, seguro serían mucho más felices y agradecidos
Porque un solo momento pleno vale mas que tantos bla bla sin sentido..
Una entrada muy buena.. Besossss y bonito dia
Hace poco he leído un libro que me ha encantado cuyo título era
ResponderEliminar"No todos los hombres habitan el mundo de la misma manera"
Y eso es exactamente lo que he pensado leyendo tu texto, Ernesto.
Que cada persona encuentra el modo de hacer este camino que es la vida, a veces con más acierto y menos sufrimiento y otras con demasiado ruido y desasosiego o, lo que es peor, con sufrimiento.
No soy de nostalgias, lo pasado pasado, y tampoco de futuros que no sean inminentes.
Trato de vivir al día, siendo agua, como decía Bruce Lee, y adaptarme a la forma del recipiente o imitando el fluir de un río, sin más.
Soy disfrutona de las pequeñas cosas, que muchas veces son particulares y no coinciden con los de la mayoría. Aunque me apuntaría a las de tu último párrafo sin dudarlo.
Un abrazo,
ResponderEliminarMuy de acuerdo Ernesto. Se trata de mirar, mirar y sobre todo ver.
Un abrazo.
Ya me diste un trabajo como es mayor prudencia y frescura al escribir mis escritos. Lo entiendo.
ResponderEliminarReviso tu post. Me gusta. Voy descubriendo entre líneas que lo que escribes está presente la poesía que -aunque se crea lo contrario- dice o evoca la realidad más transparente, sin tropiezos y con mejor dirección. La mayoría de los discursos de político e incluso el del director de un colegio recibiendo a sus alumnos nuevos y antiguos, hablan de muchas cosas pero no del sentido de la vida. Muchos poemas, en cambio, pueden llegar a ser una parte luminosa para nuestras vidas.
Un abrazo grande para ti, Ernesto.
Me identifico con ese disfrutar de las pequeñas cosas que nos muestras en tu relato y el fluir del río de la vida.
ResponderEliminarProcuro encontrar en mi presente la razón para seguir caminando.
Un placer leerte querido amigo.
Abrazos.
Naturalmente que cuando llegue la primavera llegará cargada de verdor y bellos colores Ernesto. La imagen es ¡Preciosa!. Abrazos.
ResponderEliminar¿Mi amor?... ¿Recuerdas, dime,
aquellos juncos tiernos,
lánguidos y amarillos
que hay en el cauce seco?...
¿Recuerdas la amapola
que calcinó el verano,
la amapola marchita,
negro crespón del campo? ...
¿Te acuerdas del sol yerto
y humilde, en la mañana,
que brilla y tiembla roto
sobre una fuerte helada? ...
Antonio machado
Perdona, pero una serie entretenida, una película, un libro o una visita a los amigos con comida incluida también Jajajaja, estás tú muy bucólico oye. Estoy bromeando😉ya lo habrás notado. Un placer leerte Ernesto. "La importancia de llamarse Ernesto" buena lectura de Oscar Wilde abrazo.
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