Si ya la búsqueda de uno mismo, el real, no era fácil de percibir antes de la pandemia, la vorágine que ésta representa en nuestras vidas la hace casi imposible… Y sin embargo nada fuera de esto sería relevante!
─¿Ya empieza con sus cosas?…
─¡Desde luego que no! Reconozco que no es fácil esa tarea… Y como digo, casi imposible! Por ello, ¡Ni una palabra más!
─¿Y entonces…, quiere decir que estamos perdidos? ¿Qué el ser humano esta condenado a vagar sin rumbo concreto?
─¡En absoluto! ¡No hay pérdida alguna! El ser humano solo se “pierde” cuando cree que tiene que ir en pos de algo… Metas que él mismo se crea. Cuando cree que, habiendo cometido el pecado original, ¡maldita herencia impuesta por la ignorancia… interesada!, debe ir en busca de la redención.
La eterna noria de la vida girando sobre sí misma, con esfuerzo y dedicación, ¡valle de lágrimas!, para no ver la inutilidad de girar y avanzar… sin llegar a ninguna parte.
De hecho, sin moverse del sitio. Cuando se haga consciente de ello, cuando despierte a la realidad, ¡sabrá que ha llegado!
Y ni una palabra más! Un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarGirar y girar, en días sin fin.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Y mientras? a verlas venir, ¡qué fácil!. Sin metas no habría camino para disfrutar, porque llegar a la meta no es lo más interesante...
ResponderEliminarEl valle de lágrimas es un buen lugar para soltar lastre, y darse cuenta de lo privilegiados que somo en comparación de otras personas.
y sí. ¿Ya empieza con sus cosas?…
Abrazo.
Pobre burrito, qué penita me da girando y girando, Ernesto.
ResponderEliminarPor suerte, siempre he sido una descreida y ya de bien pequeña, cuando las monjas me decían que habíamos venido a este mundo a sufrir, les contestaba con mucho salero, "eso será ustedes, porque yo pienso ser feliz o al menos intentarlo"...
... y cómo no creía ni en cielos ni en infiernos, ni en gurus ni en milagros, pues he ido un poco a mi aire dejando que la vida fluya y pasándolo lo mejor que puedo.
Lo que me cuesta más es aceptar el sufrimiento de los demás, ahí sí me siento impotente, lo mío ya sé cómo gestionarlo a base de práctica.
A mi me encanta reflexionar, y darle vueltas a todo, pero no como el burrito en la noria, no, a ratitos para un lado o para otro y hasta pararme y no dejar que la vida me sorprenda.
Un abrazo, Ernesto, y encantada que lo pases bien con mis sueños locos.
Una buena forma es mantener el centro interno, cosa complicada en estos momentos tan complicados.
ResponderEliminarUn abrazo.
En pos del equilibrio interno y no de tanto lo que puede haber mas adelante, porque estamos vivos AHORA.
ResponderEliminarComprender que podemos ser felices con pocas cosas, prescindir de algunas que en verdad son insignificantes.
Si encontramos serenidad en nosotros y en nuestro entorno, en mi humilde opinión estamos encaminados a encontrarnos y disfrutar en vez de lamentar y lamentar, o simplemente recordar tiempos pasados.
Te dejo un abrazo grande querido Ernesto y que tu transcurra en pos de estar feliz
Que no falte el espacio y el tiempo para reflexionar,
ResponderEliminarestar en camino ya es parte del intento y del despertar.
Por algo se sacude tanto nuestro planeta.
Excelente encontrar caminantes!
El ser humano se crea metas en su juventud, que se van diluyendo con los años.
ResponderEliminarMe ha encantado la imagen de esta entrada, me trae recuerdos de mi infancia.
Un abrazo.
Y sin embargo llegamos a donde llegamos -mirando en perspectiva ha sido mucho- y eso vale. Para mí suficiente para justificar la existencia.
ResponderEliminarLo malo es cuando en la noria, queda poca agua que sacar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo mio, qué gran reflexión. Parece que estamos condenados a dar vueltas en esa noria, si en efecto, no nos damos cuenta que estamos girando. Muchas veces es tan sencillo como salir de lo establecido. Aunque eso, no es fácil. Besos :D
ResponderEliminarErnesto.martes, 13 abril, 2021
ResponderEliminarDejando al margen el "amor" del poeta, de la poesía, el "amor" de la definición común, no veo como ella, esa palabra, puede abarcar todos los "amores" más o menos conocidos...
Como dice Mucha, lo que tuve a los 20 no lo quiero ahora.
Ernesto te quiero mucho y que queres que te diga lo que otros llaman amor pasional yo lo llamo calentura que cuando los años se van transformando en cariño y....
Tu entrada de hoy es grandiosa beso
Tendremos que empezar a despertar.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarToda la razón Ernesto. Como en "El Alquimista" con pandemia y sin pandemia para encontrarnos con nosotros mismos no hemos de ir lejos. Me has hecho reír con la frase: "Ya empieza con sus cosas". Pes sí, pero quiero que sigas.
Un abrazo grande.
A veces, y más a menudo, son las circunstancias las que lo obligan. Debe tener el coraje y la fuerte determinación para escapar del ciclo eterno de la noria.
ResponderEliminarSaludos
Maravillosa y sencilla manera de decirnos lo que nos negamos a saber. El relato crea una pequeña avalancha de emociones, llega nítido a la conciencia lectora. Cada uno que saque sus propias conclusiones. Magnífico, Ernesto.
ResponderEliminarFuerte abrazo y gracias por tus visitas, son un verdadero aliciente.
Vivimos unos momentos difíciles pero hay que tener alguna meta.
ResponderEliminarUn abrazo. Feliz fin de semana.
¡Ay, Ernesto, tú y "tus cosas"...jejeje!
ResponderEliminarMe encantan "tus cosas" porque me hacen reflexionar y viene bien en los tiempos que corren.
Para mi, la vida es una aventura apasionante sin tener ninguna necesidad de ir en pos de algo.
Simplemente dejo que la vida fluya, la acepto unas veces, aunque otras la cuestiono. Todo depende de lo que ocurra a mi alrededor.
Eso si, a base de dar vueltas y vueltas, me hago más consciente de su fugacidad, por eso aprovecho cada instante.
Un abrazo querido amigo.
La imagen lo dice todo. Nada hay más tremendo que una imagen así,un pobre borrico con os ojos tapados dando vueltas y vueltas sin destino alguno y solo para provecho del dueño. ¿Que los humanos tenemos semejanzas con ese asnillo? Si duda. Muchos de nosotros nos pasamos la vida así,como él. Con una venda en los ojos cargados de culpa que ya nos impusieron incluso desde la cuna,como es ese pecado original que señalas (¡qué gran idea para tener controlado al personal!). Y ¿despertad a la realidad sería la solución? Lo dudo. Desperttar a la realidad lo único que aporta es el conocimiento de nuestra situación pero salir de ella eso es ya otro cantar. El sistema está ya tan asentado que no te va a dejar campar a tus anchas.
ResponderEliminarSiempre interesantes tus entradas,son un ejercicio de auto examen que todos deberíamos hacer de vez en cuando. Yo ya traté alguna vez este tema (en verso,eso sí) y como viene como anillo al dedo,me vas a permitir que te deje
aquí este poemita mío ya antiguo que viene a decir más o menos lo mismo que tu entrada:
La noria
El tiempo es como una noria
que nos tiene prisioneros.
Damos vueltas y más vueltas
detrás de una zanahoria
cual burrito de arriero.
Esa es toda nuestra historia.
Paso a paso, día tras día,
nunca deja de girar…
¡Hasta que el pozo se seca!
Llega entonces la tristeza
porque, al pararse la noria,
descubrimos con dolor
que la vida se marchó
sin pillar la zanahoria.
Abrazos,Ernesto.
Joaquín.
ResponderEliminarMuy certero tu poema, parejo a mi texto...
En cuanto a: "Despertar a la realidad lo único que aporta es el conocimiento de nuestra situación pero salir de ella eso es ya otro cantar. El sistema está ya tan asentado que no te va a dejar campar a tus anchas."
La REALIDAD a la que hago referencia, nada tiene que ver con la de sistema alguno que provenga de los tejemanejes de la humanidad.
Pero comprendo que no habiéndola "matizado" mucho, genere cierta confusión.
Siempre un placer charlar contigo. Abrazo.
¡Y desde luego nada que ver con las "realidades" o "verdades" de iglesia alguna!
ResponderEliminarHola Ernesto, lo de la noria y el girar, me son familiares. Se aplica a muchas cosas cuando se dice que algo no llega a ningún lugar.
ResponderEliminarEntendido el mensaje.
Saludos