viernes, 23 de abril de 2021

Tataranietos!

 


Acabando de leer y comentar a algunos/as amigos/as del mundo de los blogs, y constatando que tampoco parecen prodigarse nuevas publicaciones en este día, no suele hacerse los fines de semana, y por seguir “tecleando”, que el hecho en sí tiene su encanto… Al margen de que lo que se escriba sea o no relevante, retomo ese texto en espera que dio pie a la entrada anterior. “Los Peribáñez”.

Leídos vuestros comentarios al respecto de esa “posible opinión mía en suspenso”, así decía: En realidad es una opinión mía. Una exposición de algo… que ha surgido… ¡Un hecho!” Decido publicarla como esto último. ¡Un hecho!

Y como tal y para no levantar susceptibilidades ni contradecir creencias, lo hago en primera persona.

¡Esto soy yo!

En las fotografías antiguas, cuando acompañado por los demás, y cuando los "demás" puede que ya no estén, en ocasiones surge el recuerdo de los mismos... Por sí mismos o en relación a nosotros. Y a veces ese recuerdo, o ausencia, genera pesar, tristeza, añoranza de lo que fue... y no volverá! Este sería un sentimiento bastante generalizado, del que creo, no se tiene verdadera consciencia.

¿Qué cabría lamentar de un hecho incuestionable, que fue. Y cuya existencia es ya solo visible en el recuerdo. Podemos hacer girar de nuevo el "tiovivo" en el que se subieron, nos subimos con ellos, muchas veces en las innumerables experiencias de vida compartidas... ¡Podemos sí!... Pero solo en el campo emocional, sentimental, mental. No hay más realidad con la que construir la nada. ¿Da vértigo esto?

¡Fue! Fueron... Fuimos con ellos!... Viven en nosotros a través del recuerdo... ¡¡Mientras nosotros mismos vivamos!! Ya en la tercera generación, nietos, puede que la cosa no esté tan definida. Y no digamos ya de la cuarta, biznietos, que puede que jamás hayan oído hablar de "aquellos"...

¿Dónde queda, pues, esa "realidad" emocional que nos embarga?. Y que en ocasiones desborda. Y en otras desestabiliza... Y lleva a hacer vivir, revivir, lo que no son sino "sueños" sentimentales... ¡Nada en realidad!

Como nada seremos nosotros mismos, el día de mañana, en las vidas de esa tercera, o cuarta, generación. ¿Vértigo?

Pero es que hay más! Nosotros mismos, al poco tiempo de haber "partido", cuando la mentalidad humana que tuvimos, y nos permitió vivir aquí, empieza a diluirse..., y surge la nueva acorde con la realidad que seremos/somos, esa nueva escala de valores, hoy impensable, ¡nada tendrá que ver con “los de antes”!

¿Y, según usted, dónde queda el consuelo, dónde los sueños, el soñar?

El dormir es necesario. El soñar puede representar una distracción!

20 comentarios:

  1. Entiendo que quieres decir, pero es inevitable recordar a los que ya no están, y me refiero a los que se ha compartido toda la vida, a su lado, literalmente, y no por ello se lamenta uno, porque solo son momentos que vienen al recuerdo y nada más. Claro, cuando el duelo ha pasado porque al principio no se puede quitar de la cabeza. Insisto, cuando hay una relación estrecha como son los padres, hijos, o una amiga o amigo especial.
    Qué te recuerden los nieto?, pues supongo que sí, si ha existido un gran cariño; y los biznietos ya nada por supuesto...
    Yo quisiera que me recordaran mis hijas de vez en cuando, :))).
    Un abrazo Ernesto.

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  2. Ya me subí a la calesita y voy girando en un caballito rosa, ahora estaré atenta para sacar la sortija, adióoos!!!! Un abrazo Ernesto!

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  3. Es bonito soñar.
    Y ver cada generación con su forma de pensar.

    Y seguir con ilusiones a pesar de los contratiempos de la vida.

    Un abrazo.

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  4. Aunque no queramos, somos lo que fuimos y como nos hicieron. Terminamos por ser aquello que determinaron los genes, las vivencias, el lugar de nacimiento, los amigos, los maestros, las circunstancias.
    Todo ese tío-vivo es el que nos modela, nos hace girar y nos da sentimientos. Es la música de nuestra existencia.
    Lo que al final piensen de nosotros los que nos perviven, ya empieza a tener sin cuidado, aunque sé que mis hijas y mis nietas, me recordarán.
    Después "largo me lo fiais"...
    Un abrazo.

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  5. Tengo la costumbre de contarle a mis nietos las historias que recuerdo de mis abuelos y las que me han relatado de mis antepasados a los que no conocí. Soy de la idea que es bueno que los adolescentes conozcan de dónde vienen y quienes fueron los que fueron y ya no están. Me doy cuenta que les gusta escuchar y muchas veces se ríen o se emocionan con sus historias. Ya que no solo son historias personales, van conociendo costumbres y lugares que ya se han perdido en el tiempo.
    saludos.

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  6. Hola amigo Ernesto, es curioso, pero yo recuerdo a mis abuelos (a los tres que conocí) y a mi bisuabuela. Recuerdo sus historias, sus manías, costumbres, sus achuchones, ja ja. Supongo que el recuerdo se trata de reavivar la llama de lo que nos dio calor. Si se que cuando tenga la oportunidad (que va a ser pronto) de dar ese calor a mis nietos, intentaré que me recuerden como "la abuela algo loca que amaba soñar"
    Besos amigo mio :D

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  7. Sin soñar no se concibe el dormir, aunque apenas recordemos nada.
    Tuvimos y tenemos nuestro tiempo.

    Un abrazo.

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  8. Los recuerdos van modificándose, nunca son los mismos, siempre tendrán el tamiz del momento que estemos viviendo.
    Cuando ya no estemos, el camino seguirá,sin duda.
    Un abrazo.

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  9. No leí tu entrada anterior, estoy tan liada...
    Pero si de recordar hablamos, he de decirte que le cuento a mis nietos cosas de la familia para que la vayan conociendo aunque no estén con nosotros, si fueran niñas harían mas caso a estas cosas... ¿que le vamos a hacer?

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  10. Soñar
    Tal vez ser soñados,
    como bien escribía Borges.
    Quien podría descubrirlo.

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  11. Dentro del realismo de lo esencial de tu entrada, con el que estoy de acuerdo,existen matices en los que no lo estoy tanto.
    "El soñar puede representar una distracción",es cierto.Pero también puede ser un salvavidas ante la certeza de que nuestras vidas son pasajeras y efímeras.Gracias a los sueños se crearon infinitas obras de arte que nos compensan de tanto sufrimiento en un mundo terrible a veces. Gracias a los sueños esos malos momentos se hacen más soportables.El puro materialismo creo que es un mal remedio a nuestros males.
    Por otra parte,te doy la razón en el hecho de que de nada sirve perder el tiempo en emociones y sentimentalismos por la pérdida de seres queridos,deberíamos verlo como algo tan natural que forma parte de la propia vida. Eso nos haría entender muchas cosas y a la vez nos haría mucho más libres.

    Abrazos,Ernesto.

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  12. Sí que es difícil dejar atrás los recuerdos. Olvidar a los seres queridos que ya no están me parece imposible.

    Soñar viene bien, de vez en cuando.

    Un abrazo, Ernesto.
    Feliz fin de semana.

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  13. Se deja una semilla que florece y da frutos aunque la raíz de inicio quede seca siempre se le recordara.

    Siempre me dejas reflexionando y algunas ocasiones me entristece lo que pienso como ahora con este relato.
    No tengo nietos y no creo llegar a tenerlos, solo dejo una hija y tres libros de poesía y prosa que escribí, quizás a través de ellos me recuerden.

    Saludos y fuerte abrazo.

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  14. Procuro no echar la vista atrás con mucha frecuencia. pero en la que algunos llaman tercera edad, es inevitable que nos vengan los recuerdos de la gente que ya no está.
    Creo que lo mejor en es vivir el día a día evitando preocupaciones, además de seguir con actividades que nos permita nuestra edad. siempre he pensado que teniendo una salud aceptable, lo que tenga que ser será.
    Un abrazo.

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  15. Uy, Ernesto, estoy en una edad en la que revolotean los recuerdos a mi alrededor. Por mi carácter alegre y optimista, aparto de mi todo aquello que me produzca una triste nostalgia.
    Me aferro a mis sueños como manera de sentirme viva. Cuando me vaya, apenas se van a acordar de mi. Soy soltera de oro. Quizá mis hermanos y sobrinos.
    Muy profundo como siempre.
    Abrazos.

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  16. Recuerdo en una ocasión que una persona me decía solo miro atrás para tomar impulso hacía delante, no sé si es tan fácil no mirar atrás o si me gustaría no mirar atrás. Me parece que los recuerdos forman parte de nosotros y en esos recuerdos hay muchas personas queridas que ya no están, que probablemente con el paso del tiempo se quedan en recuerdos hablados para los más jóvenes (esos bisnietos) y que probablemente al no conocerlos, al no tener esa conexión más emocional se olvidan, pero mientras se recuerde siguen ahí formando parte de nosotros.
    Besos

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  17. hola Ernesto, como estas?
    Yo creo mucho en el "presente", en esto que somos hoy. Me gusta indagar en la historia familiar y de mis antepasados , pero soy consciente que hoy en día, no es algo que interese a muchos, porque ese amor e interés por los abuelos/bisabuelos/tíos/ primos/ es difícil de sustentar cuando no se ha "mamado", como decimos por aquí.
    Cuando se tienen recuerdos es mas fácil traer a la memoria con anécdotas a esa personas amadas, pero cuando no se llegaron a conocer , se hace mas difícil.
    También tengo conciencia que algún día seremos una foto en algún lugar donde alguien preguntara: "Quién es esta persona"?Y es natural, porque a medida que pasan las generaciones vamos "desapareciendo" cada vez más.
    No sucede tan así con personas que se han destacado en algún aspecto: políticos, artistas, premios nobeles, científicos cuyos nombres e historias se mantienen vivas a través de los siglos, pero no será nuestro caso.
    Por eso en este presente/futuro inmediato me parece importante "vivir", atesorar aquello valioso para nosotros, soñarrrrr también por supuesto!! agradecer y dejar buenas huellas detrás de nosotros.
    Justo hace unos días cenábamos con unas amigas y una de ellas me dejo pensando en algo que comento. Hablábamos de algunas experiencias sobrenaturales y demás.. ella no es muy creyente .. digamos..nada jajja y en un momento hace referencia a otra amiga que victima de una enfermedad fatal murió en sus brazos hace poco.. Y ella se preguntaba con mucho dolor..
    -" que es de esta persona, en este momento, de todo lo que fue, de lo que vivió, de lo que hizo, de lo que sentía, donde está todo eso, donde fue a parar"..En fin..tema largo, cada uno tiene sus propias creencias y convicciones, todas respetables por supuesto. Te dejo un abrazo gigante!!!

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  18. Interesante como siempre lo que a través del magnífico escrito propones. La vida, los sentimientos respecto a la misma, varían de unos a otros, las contestaciones mismas nos lo hacen ver. Yo soy de incorporar a la vida, al presente, esos recuerdos de nuestros mayores. creo que forman parte esencial de lo que somos, aún viviendo situaciones bien diferentes.
    Un fuerte abrazo.

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  19. No tengo ninguna pretensión de trascender después de mi partida a la nada, quizá porque como decia Epicuro "la muerte no me concierne, porque cuando ella llega yo ya no estoy"

    Así que todo lo que quiero "regalar" o transmitir lo hago ahora en el presente, ya sean cosas materiales de las que alguien se puede encaprichar, algún recuerdo... tampoco demasiados, no soy nostálgica...pero sobre todo lo que doy es mi dedicación, amor y humor a los que quiero en cada momento.

    No soy dramática ni sentimental tampoco, me tomo la vida como viene y trato de pasarlo lo mejor que puedo y sé.

    Duermo muy poco, es mi naturaleza, y durante el día estoy activa y energetica, así que para mí es más importante soñar, Ernesto, es una manera creativa de separarme de la rutina, o de poner mi mente acelerada en "modo avión" y me resulta muy placentero, aun sabiendo que "los sueños, sueños son"

    Un abrazo,

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  20. Acabo de suprimir el texto escrito hoy y cuando ya estaba en la plantilla del propio blog dispuesto a publicarlo… Una última relectura, señaló ¿la “sandez”, inapropiado, “pero qué dices”, etc., del mismo.


    Ernesto:
    Me ha pasado últimamente borrar
    y alguien me escribió porque hago eso.
    Escribo y borro la cuestión es largar lo que sentimos adentro. También comento y borro cuando el que escribe toma un año para contestar al resto.
    Me gusta la imagen en Blanco y negro
    Y siempre nos quedará París para recordar el resto

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