Los regalos que solemos/deberíamos hacer creo que tienen que tener una condición indispensable. Si no es así es mejor dejarlos correr…
Dicha indispensabilidad radica en el simple hecho de que “debe” ser grato, necesario, deseable, etc., para la persona a la que se lo vamos a regalar. Sea en Reyes, su cumpleaños, “hoy quiero hacerlo”, etc.
Si no cumpliese todas esas circunstancias para quien lo va a recibir, o su mayor parte, cabe que por lo menos no vaya envuelto en el colorido papel y lazo de:
- Primero te nombran ganador de un premio.
- Después te piden que pases por “casa” a recoger dicho premio. (Que ni idea tenías de merecer nada por lo que te gusta hacer).
- Cuando, por educación más que por necesidad propia, “recoges” la “vaina” que alguien ha creado para ti, piensas: ¿y dónde carajo pongo yo esto ahora?
En la vida real de cada día quien más quien menos ha recibido algún regalo, varios, muchos, que no acaban de “encajarle”. “No es mi talla, no me gusta el color, ¡madre mía!, qué cosas regala la gente”, etc. Pero bueno, la cosa no tiene mayor relevancia. Se cambia o se guarda en el desván.
El compromiso surge cuando el “premio” y quien te lo regala tiene, casi siempre, una sola condición: ¡lucir a quien lo hace!
¡Dicha persona te lo regala a ti para que seas tú quien lo “luzca”. Bien en tu espacio, bien en tu casa, bien en la ventana… a la vista de todos, etc.
Y si además dicho premio/regalado tiene vida propia, sean luces cegadoras, flashes de mil colores, saltos, “corre corre que te pillo”, ya la cosa puede resultar surrealista.
Hace poco les comentaba a tres autoras de un blog de reciente incorporación al mío, que resultaba molesto que cierto elemento “regalado”, tras el preceptivo “premio”, estuviese dando saltos a la derecha justo a la misma altura en su blog donde ellas publicaban… y yo, y otros más, intentábamos leerlas.
Bastaba que hubiesen colocado dicho “saltarín”, y de gran tamaño por cierto, algo más abajo de donde quedaban publicados sus trabajos.
El muñeco quedó donde estaba, inapropiadamente, pues no se atrevieron a bajarlo por “no molestar a quien se lo había regalado”.
¡Ahí dejamos la relación!
Se pudrió todo! Un abrazo Ernesto, ahora veo por qué estaba por llover!
ResponderEliminarHola:se ha perdido un poco esos regalos para poner en el blog, cuestión que me alegra, ya que no me gustaban nada y jamás los ponía.
ResponderEliminarSin intención de ofender, me alegra que ya no se realicen esos regalos.
Saludos.Ernesto.
mariarosa
Una difícil situación, decir que no a quién cree hacerte el regalo adecuado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre rehusé con educación esos regalos de blog porque no le veía sentido.
ResponderEliminarFue no forma fácil para que no me los volvieran a hacer.
Sobre los otros regalos ya no hay fechas, nacen del aprecio mutuo, personalizados y no como compromiso social.
Por eso se han reducido tanto. Y me encanta que sea así.
Fuerte abrazo Ernesto y buen día.
"una forma fácil" quise decir.
EliminarBuena reflexión.
ResponderEliminarBesos.
Texto que, por bien escrito, considero brillante. Me dejó en la reflexión.
ResponderEliminar.
Saludos cordiales
.
Pensamientos poéticos y ensoñaciones
Recibí un par de regalos Blogueros,pero,luego no me llegaron más.
ResponderEliminarEn cuanto a regalos físicos,en general (salvo alguno que otro) siempre me han gustado. (seré una simplona?) quién sabe.
Un abrazo.
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ResponderEliminarYo también creo que los mejores regalos son los que se hacen pensando en el otro, en lo que le entusiasma o apetece, más que los que te hacen por compromiso o para demostrar el aprecio a toda costa.
ResponderEliminarEs de agradecer que se acuerden bien de tí. Yo particularmente prefiero que lo hagan sin objeto. Pero "hay gente pa tó" como diría el Guerra.
Un abrazo Ernesto
Lo natural es agradecer un regalo y tratar de aprovecharlo. No obstante, si el regalo no te gusta, antes o después te acabas deshaciendo de él, para mi no tiene sentido sobrecargarse con cosas que no te aportan nada.
ResponderEliminarBesos.
El muñeco quedó donde estaba, inapropiadamente, pues no se atrevieron a bajarlo por “no molestar a quien se lo había regalado”.
ResponderEliminar¡Ahí dejamos la relación!
Mira que eres susceptible, joer... Por eso dejas una relación, será posible. Y meterete también.
Cuando nos vayamos a tomar un café, ya verás persona corriente, pienso llevarte una margarita de regalo.
(Y pensar que la primera vez le cambié el nombre... Madre mía de qué me he salvado...)
Un abrazo Ernesto. Ciao. :))
Hay blog a los cuales mejor no volver....... Saludos Ernesto.
ResponderEliminar¡Hola Ernesto! Un chaleco rojo que tenía una enorme flor en mi estómago, echa a punto de cruz en vivos colores, me acompañó hasta que el chaleco se encogió (menos mal).
ResponderEliminarEn cuestión de blog, yo nunca hago ese tipo de regalos, prefiero visitar y que me visiten. Comentar y que me comenten. Aun así, yo si los he recibido, es más, tengo varios en el margen derecho de mi blog. Se que me los regalan con mucho cariño y yo, agradecida. Cada cierto tiempo voy cambiando el aspecto del blog, y entonces suelo también ir guardando en una carpeta personal en casa los mencionados regalos.
Un beso muy fuerte amigo mío, y tranquilo, que si nos vemos, te regalo mejor algo de por aquí, un vinito malagueño, por ejemplo.
Besos :D
Hace veinte años tuve un blog y también me regalaron varias figuras virtuales para el margen de mi blog, que tampoco le di mas importancia, salvo agradecerlo por cortesía.
ResponderEliminarSin embargo la costumbre de regalar en los cumpleaños está muy arraigada, pero ocurre que los que tenemos bastantes años ya tenemos cuatro o cinco relojes varias corbatas (que siguen sin estrenar) tres o cuatro gafas de sol etc.
Un abrazo.
Cuánta razón tienes, Ernesto, quizás debiéramos aprender de los niños más pequeños, (muy pequeños), cuando les encanta más la caja o el envoltorio, a veces, que el propio regalo. Nos lanzan todo un claro mensaje que, habitualmente, nos negamos a asimilar.
ResponderEliminarUn abrazo, Ernesto y, ah, eso de tener un desván, me ha deviuelto a la infancia.
Cierto Ernesto, la mayoría de las veces eso que te regalan con tanta ilusión no es de nuestro agrado y ni tan siquiera nos hace falta, pero así somos desde que entramos en ese circulo de consumismo que han ideado los grandes emprendedores para que nos dejemos el dinero
ResponderEliminarpor otro lado y sobre los regalos a los blog, en mi peimera época recibí muchos, ahora al llevar tantos años ausente veo que se ha perdido
Me ha gustado leerte querido amigo, buen fin de semana
Un abrazo
Carmen
Me he sonreído, Ernesto. No sé si debería haberlo hecho... Pero es que, sinceramente creo que la situación es un tanto cómica.
ResponderEliminarCreo que uno de los motivos por los cuales pasa esto es por el tema de los compromisos, de esa necesidad que tenemos en redes sociales de tener seguidores (aunque preferimos subidtos) que nos regalen sus comentarios (aunque se diría que se busca más el halago). Y todo con el mínimo esfuerzo, como corresponde con nuestra sociedad adoradora del éxito al menor coste posible.
Al final, terminamos sufriendo compromisos que no tienen mucha lógica. Creo que tenemos que complicarnos la vida reflexionando mucho más sobre nuestro comportamiento para que podamos hacer más sencilla y auténtica nuestra vida. Parece un contrasentido, pero me temo que es lo que realmente necesitamos (y no hacemos).
Un abrazo enorme y gracias por poner el dedo en una cuestión tan necesaria de ser tratada.
Un enorme abrazo.
(por cierto, he respondido a tu último comentario, extensamente, como no he podido -o querido- evitar).
jajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajjajajajajajajajaja
ResponderEliminarComo ya te imaginarás tengo nivel de compromiso CERO jajajajjajajaja
aunque me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa regalar
pero sabes Ernesto que me da vergüenza recibir regalos y a veces no reacciono con la emoción que debería jajajaj . Igualmente mis cercanos ya me conocen y saben que soy "rara".. asi es que problema no se hacen(ojo, despues reacciono y me paso de efusividad...
Y realmente, leyendote, coincido muchisimo...hay que dejar de hacer cosas que no sirven para nada y que no se sienten con el corazon. Besosssssss para la hora del té.
Lo mejor es no aceptar regalos. No sólo de los blogs, a mí cuando me llaman por teléfono y me dicen que me ha tocado no sé qué, les digo, mire es que yo soy muy rarita y no me gustan los regalos...
ResponderEliminarComo tampoco hago cadenas de esas que te prometen la felicidad si se lo envías a 100 amigos, nada.
Me has hecho sonreír tal y como lo cuentas, Ernesto, y he visto el saltarín incordiando...
Un abrazo,
No soy yo amigo de estas cosas... No recuerdo haber recibido ningun compromiso de estos, al menos en los ultimos años...
ResponderEliminarUn saludo, amigo
Mejor no aceptar nada por compromiso.
ResponderEliminarTe deseo un feliz fin de semana.
Un abrazo.
A veces es mejor no regalar si no se sabe si vamos a acertar pero claro tenemos esa cultura. La sabia Marie Kondo dice en uno de sus libros que si te regalan algo que no quieres, lo agradeces y lo tiras porque su cometido es que sepas que han pensado en ti/te han tenido en cuenta y su cometido ya está hecho. Interesante...
ResponderEliminarBesos
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ResponderEliminarPor aquí somos prácticos
ResponderEliminarCuando le hago regalos a mi familia hijos nietos generalmente les doy dólares y se compran lo que quieren.
No es lo ideal, pero todos están felices se comprarán lo que quieren
Muy interesante el tópico y los comentarios, saludos
En una ocasión llegué a pedirte disculpas por un comentario que no estaba de acuerdo contigo, en aquella ocasión te di la razón, pero en este caso no puedo dártela.
ResponderEliminarSoy una persona que no le gusta ir criticando a la gente a través de un blog, las críticas se han de manifestar a la cara. Cada uno, es libre de publicar lo que le venga en gana, ¡Faltaría más! Al que le interese leer que lea, y al que no, que no lea. Los regalos son un modo de expresión generosa de amistad, yo lo veo de esa forma y nunca he cogido ninguno, ya que nadie me obliga a ello.
Al igual que los comentarios, se deben de respetar siempre tanto los que están a favor como los que están en contra. Estamos en un país libre y debemos respetar la opinión de todos tanto si nos gustan como si no. En mis dos blogs jamás he eliminado un comentario, el que escribe debe de estar a las duras y a las maduras. No entiendo por qué mi comentario realizado no está publicado, espero que a este no le ocurra lo mismo.
Hola Juan. (unjardinsostenible)
ResponderEliminarHe intentado publicar aquí mi comentario en relación al tuyo pero al parecer es demasiado extenso y no se permite por parte de mi HTML, según verás en la captura.
Por ello y por la relevancia de tus palabras e imposibilidad de publicar las mías en este espacio, decido hacerlo como texto de entrada. Será en unos minutos.
Un saludo.
Yo no soy doctorada ni maestra para valorar un trabajo, por lo tanto no puedo regalar...otra cosa es en un cumpleaños... lo respeto todo lo que no haga daño.
ResponderEliminarFeliz día.
Saludos.
Recibia en una rpoca esos regalos para ser colocados en el blog y realmente no estoy muy de acuerdo rehusé algunos para no continuar o enlazarlo a otos blogs , porque no le encuentro sentido pero es mi.apreciacion y respeto a quien lo haga.
ResponderEliminarSi me resulta a agradable ofrecer o recibir detalles ya sean letras o comentarios dado el grado de amistad o conexión con los seguidores. Un post interesante para debate, Abrazos
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ResponderEliminarMe gusta que me regalen un libro o una botella de vino. ¡Con eso estoy servido!
ResponderEliminarSalu2.