El otro día leía en algún blog que alguien hacía referencia a los recuerdos de un ayer lejano, de cuando niño, su juventud. Aquellos años. Que, ciertamente, no son los actuales.
Me llamó la atención el hecho de que esa persona centraba sus recuerdos en lo que pudiera denominarse un “tramo”. Un “tramo” en el tiempo, un “tramo” en su vida… Algo concreto para ella. Aquí empieza, aquí termina.
Tramo. Dejas de estudiar y te pones a trabajar. Te casas, llega el primer hijo, otros. Estabilidad familiar, laboral, etc. (Queda claro que hablo de aquellos tiempos… Hoy los “tramos” no están tan delimitados). Entras en la madurez… Te hacen abuelo. Te jubilas… ¡La vida continúa!
¿Tramo a tramo?… ¿O todo fue un instante tras otro? Y lo que denominas “tramo” no es más que la recolección que haces de un ramillete de instantes que, con el paso del tiempo, denominas recuerdos.
Pudiera ser que toda tu vida no hubiese sido, ¡es!, más que la sucesión de un instante… otro… otro…
Y también que todas tus pre-ocupaciones y hasta tus miedos, cupieran sólo en este instante.
En este instante, y en el siguiente y en el otro, en esta natural pero desapacible mañana invernal, está lloviendo con intensidad, hace algo de viento, y bastante frío.
Se pueden llamar tramos, etapas, vivencias...
ResponderEliminarAcumulamos años y experiencias.
Disfrutemos lo que podamos con ello.
Un abrazo.
"Al final,solo somos una sucesión de recuerdos"No es mío,lo leí en algún lugar hace poco y me llamó la atención-Ahora lo dejo aquí porque creo que tiene relación con tu entrada.
ResponderEliminarPienso que en cada momento actuamos en presente pero sin dejar de mirar por el retrovisor todo lo que hicimos y fuimos antes,algo que determina nuestros actos.Se llama aprendizaje.Y lo hacemos así por miedo a equivocarnos pero con el inconveniente de que esa actitud en cierto modo coarta nuestra espontaneidad,nos convierte en "políticos" sin querelo.Es como quitarle salsa a la vida y cambiarla por seguridad.Por ello, al paso del tiempo, solo recordamos algunos momentos felices y desechamos otros que no lo son tanto. Y creo firmemente que los que más recordamos son aquellos en que el filtro no actuó tan severamente como en otras ocasiones sino que actuamos siendo más nosotros mismos,sin tanto retrovisor.Por eso tal vez, entre los recuerdos más nítidos y recurrentes estén los de la infancia cuando todavía por el retrovisor no teniamos apenas nada que ver, nada que nos coartara.
Tal vez me salí un poco del tema de tu entrada, pero así salió y así lo dejo :)
Un abrazo Ernesto.
Como bien dice el autor del anterior comentario, los recuerdos que no se borran son los de la niñez y la juventud.
ResponderEliminarNo suelen estar deformados por la educación, las normas, las prohibiciones y los desencantos.
Son otros los "tramos", en los que debemos "pisar con pies de plomo", si no queremos enfrentarnos al "sistema". Y ese cuidado, nos evita ser nosotros mismos.
Como siempre, nos haces pensar.
Un abrazo.
Por el momento estoy muy bien en este tramo! Espero que vos también! Un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarHoy doble envidia, Ernesto, la primera es por esa lluvia que, por aquí, ya sabes, ni sacando al Santo todos los días, y la segunda por esa capacidad que tienes para saber expresar lo que sientes con sencillas palabras y mucho más sencillos mensajes.
ResponderEliminarEse momento a momento de hoy, es tal cual lo cuentas, Ernesto.
Tu sencillez me reconforta.
Gracias, amigo.
Siempre quedan los recuerdos.
ResponderEliminarIr viviendo a vida....
Un abrazo.
Feliz semana.
Pienso que nuestra vida es como una película con sus fotogramas, que vivimos instante a instante en una ocupación incesante, envejecer, y que sea por muchos años.
ResponderEliminarUn abrazo Ernesto!!
Con tu permiso me he permitido rebloguearlo a uno los baúles-e donde guardo las excelencias de la Red: https://etf1949.wordpress.com/2023/11/22/el-otro-otro-de-ernesto/
ResponderEliminarAmigo, cada tramo deja experiencias de vida, por eso todos son inolvidables.
ResponderEliminarNos dejan experiencias, nos hacemos mas sabios y aprendemos a valorar cada instante.
Un placer visitarte.
Cariños, te deseo un bello día
Siempre he pensado que nuestra memoria decide qué recordar y que lanzar al baúl de los olvidos. No necesariamente son todos buenos recuerdos los que atesoramos, ni tampoco, olvidamos del todo los malos momentos.
ResponderEliminarAquella palabra que a ti te provocó atención “tramo” tampoco satisface mi comprensión del concepto recuerdos pasados. Según mi apreciación la vida es: una secuencia de circunstancias con una cantidad ilimitada de aprendizaje.
Un gran abrazo Ernesto
tramos, etapas, vidas, períodos... hay tantas formas de llamarlo, Ernesto.
ResponderEliminarSalu2.
De acuerdo con tu exposición..
ResponderEliminarTramo lo considero una parte de algo...
La vida, el camino, es para mí una sucesión de instantes pasajeros.
Nosotros elegimos como vivir esos momentos.
Un abrazo Ernesto.
No sé quién diría lo de los tramos, pero me identifico. Yo percibo mis tramos sin que sean traumáticos. Por otro lado tengo la idea de que todo ocurre en un instante, todo, no solo mi vida. ¿Qué pasa? Pues que estoy con el mismo problema que los físicos, que no pueden conciliar la gravedad con la mecánica cuántica.
ResponderEliminarSAludos.
Rain is a constant this month.
ResponderEliminarLos recuerdos siempre nos acompañan, es dificil silenciarlos, pero como bien dices la vida sigue y logicamente seguimos adquiriendo esperiencias de vida que mañana serán recuerdos tambien
ResponderEliminarComo siempre un gozo leerte Erenesto
Un abrazo
Hola mi querido amigo, pues sí que lo veo más como ese ramillete de instantes que como tramos, pero tú sabes. Lo cierto es que esos instantes vuelan rápido.
ResponderEliminarAy amigo mío, ojalá pudiese mandar un poco de esa lluvia, que no del frío que de ese si tenemos, pero la lluvia hace mucha falta por el sur.
Besos querido Ernesto :D
Tramos, etapas, instantes, todo se sucede en su tiempo; y todo se acumula en recuerdos, ¿no?
ResponderEliminarQue tu fin de semana sea bonito
Lo veo indudable. La vida son etapas por las que vamos pasando. Al final, solo nos queda el Amor a los seres que amamos y que siguen a nuestro lado. Todo lo demas, lo hemos ido dejando atras.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Tramo a tramo o paso a paso, la vida se forma.
ResponderEliminarEs cierto, que en este presente tan "líquido" en el que todos buscan desesperadamente definirse de tal o cual manera, no sucede lo mismo con los aspectos de nuestras experiecnias.
Saludos,
J.
Una de las mayores autoridades mundiales en neurociencia cuestiona todo lo que creíamos saber sobre la percepción, la realidad y el yo
ResponderEliminarPor muy transparente que pueda parecernos la evidencia de nuestro yo –de «ser uno mismo»–, no hay nada más complejo que la conciencia, producto del trabajo conjunto de miles de millones de neuronas que hacen que experimentemos la realidad «en primera persona» y elaboremos en nuestra mente una interpretación del mundo que habitamos. Porque el mundo tal como lo percibimos es eso: una interpretación, o, en palabras de Anil Seth, una suerte de alucinación controlada. Nuestras mentes construyen para nosotros un universo de colores, formas y sonidos, y es mediante esa construcción que interactuamos y nos relacionamos con el mundo y con los demás.
¿Puede medirse el grado de conciencia como hacemos, por ejemplo, con la temperatura? ¿Tienen conciencia los animales? ¿Por qué experimentamos la vida en primera persona? ¿Habitamos una realidad compartida o cada «yo» tiene la propia? ¿Podemos conocer qué se esconde tras el velo de la conciencia? En este fascinante ensayo, que mezcla de manera tan didáctica como absorbente la ciencia, la filosofía, la literatura y los apuntes autobiográficos, Anil Seth, autoridad de talla mundial en el estudio del cerebro, echa por tierra muchas de las ideas preconcebidas sobre la mente, la conciencia, la memoria, el yo y el libre albedrío, desarmando creencias y supersticiones heredadas, y ofreciendo un estimulante estado de la cuestión: la conciencia existe, viene a decirnos Seth, si bien es muy distinta a como pensábamos que era.
«Si uno fuera a leer un único libro sobre la conciencia, ese debería ser el de Anil Seth… Una obra impresionante que aborda temas complejos con una visión singular y una hermosa claridad»
Gracias por destilar información compleja en un artículo claro y fácil de entender.
ResponderEliminarSí, amigo, soy consciente de esa visita "fantasma", que busca publicidad, pero no hago ni caso...
ResponderEliminarGracias por el aviso.
Hola, gracias por tus consejos referente a la gestión del blog. Abrazo.
ResponderEliminarPues igual nuestros tramos los vamos tramando nosotros mismos, seguramente, pues cada decisión cuenta. Abrazo y abrígate 😍
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