Hará unos 38 años, de cuando teníamos tiendas de ropa, abrimos una en Castro-Urdiales, Santander, a 30 km de Bilbao, para los meses de verano. Lo hicimos en pleno paseo del puerto. Por donde paseaba todo el que estaba y visitaba ese pueblo de veraneo. La tienda no era muy grande… Pero teníamos a todo el mundo metido en ella durante todo el día.
Moda, chandal, camisetas, vaqueros, etc. Y todo en venta “especial”.
Decir que las ventas fueron excepcionales sería quedarse corto. Hasta el punto que los comerciantes del pueblo pretendieron que el Ayuntamiento nos impidiese seguir abiertos. Pero como éste nos había dado, y cobrado, la licencia como si fuésemos un comercio más, para toda la vida, pues nada pudo impedir. De hecho abrimos tres veranos más.
De esos años de “florecimiento” económico, pátina de “triunfo”, de andar por casa, sí, “bonita estampa”, entiéndase “guapito”, de buena planta… (con perdón), etc., pasamos años más tarde a la siguiente “lección” de vida.
Todo lo que fue y había, ¡desapareció!
Tiendas, trabajo, ingresos, economía, etc. Sólo quedó la “buena planta”. Cuestión de genética. ¡Y la barba! :))))))
La primera lección de Vida, pendiente de trascender:
“Primero debo conocerme a mí mismo..., sería ridículo tener curiosidad por aquello que no me corresponde, mientras aún estoy en la ignorancia de mi propio Ser.”
Platón. Fedro
La segunda:
“Todo el propósito de una vida limpia y bien ordenada es liberar al hombre de la esclavitud del caos y del fardo del sufrimiento.”
Sri Nisargadatta Maharaj
(En casa, tranquilo... La cosa no ha dado para más)
En casa, tranquilo, sabiendo lo que eres y liberado, por supuesto, que la genética ya hizo lo suyo.
ResponderEliminarPor cierto, ¿A qué llamamos venta “especial”?
Ni para menos! Sigues contando con los que te quieren. Para mí es lo principal.
ResponderEliminarUn abrazo Ernesto!
É pena que as lojas não voltassem a abrir. As duas citações são intensas, profundas, lindas de ler.
ResponderEliminar.
Saudações poéticas e amigas
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Realmente, amigo Ernesto, eres un personaje único, singular. Esa vivencia, incluido lo de buena planta y la barba como testigo de que aquello existió, es aleccionadora cuasi gráfica de una época especial y, ah, sí añadimos las dos grandes citas muy bien colocadas y seleccionadas, lo dicho, singular, en casa y tranquilo, como cada cual se merece.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Creo que no existe mejor negocio que conocerse a sí mismo, ni más hermosa genética que la invisible. Con todo ello podemos lidiar con lo externo desde la firmeza de una forma de ser, valores y fe. Toma un tiempo en el cual vivimos algunos chascarros como este que nos cuentas, pero que, en la distancia del camino recorrido, se perciben como hechos necesarios para un mayor despertar de la conciencia y por ende, para nuestro crecimiento. El camino no termina y debemos aprender a aceptar la no permanencia como algo medular de esta existencia. He vivido un proceso con matices similares, después del cual lo que más valoro son los afectos, la paz y, por supuesto, la poesía.
ResponderEliminarFeliz día amigo, hoy celebramos todos, creadores y lectores. Un gran abrazo para ti.
Paty
ResponderEliminar¡Ala! ¡Ala! Ernesto, se ve que no tienes abuela, por aquí decimos: "Alábate caldero que vas por el reguero", es broma. A mi me pareces un hombre con una mirada muy interesante con su barba y demás, lo de la buena planta no se ve pero la imagino je, je.
En Castro-Urdiales la ropa, en León alfombras se ve que eres un hombre emprendedor.
Las frases de matrícula.
¡Un abrazo, por guapo!
Perdiendo, siempre se gana algo mejor. El autoconocimiento y la autoaceptación, bien valen más que todo lo material junto. Lo material va y viene, en un tris se puede perder lo que cuesta demasiado construir. De eso justamente iba mi entrada también.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarDe la buena planta y cualidades varias doy fe.
Y en casa, tranquilo...una alegría.
Sri Nisargadatta y Platón saben lo que dicen y lo trasmiten bien, después de andar su camino y despertar.
Un abrazo Ernesto.
Ahí Mara me sacó de la boca la frase "no tenés abuelita" jajaja, fuera de broma, todo tiempo pasado sirve para plantarnos en el presente, seguimos nosotros que es lo que vale, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarA pesar del trabajo que cuesta, conocerse así mismo, lo importante reside, en conformarse con lo vivido y tener tranquila la conciencia. Lo demás, viene por añadidura.
ResponderEliminarTu tranquilidad actual demuestra que lo has conseguido.
Un abrazo.
it makes me always sad when small business disappear. I don't like when something is rapidly changing but such is life.
ResponderEliminarYes, the first lesson is to know yourself. There are times when I am sure I know myself, and then suddenly I surprised by what I do or say. At some point in my life I began to think that chaos isn't necessary a bad thing. It can liberate us from old patterns of thinking and behavior that are hold ing us back.
A hug
Son las cosas de la vida. Unas veces bien y otras menos bien.
ResponderEliminarPero siempre se va aprendiendo.
Esa tranquilidad de ahora vale mucho.
Un abrazo.
Feliz primavera.
Ernesto, esa tranquilidad bien conseguida es tener la conciencia tranquila.
ResponderEliminarPor aquí sigo trabajando en ello.
Abrazos y besos amigo
Hola Ernesto, conozco y entiendo bien esas zarandeadas que a veces nos da la vida. Luego uno se queda ligero de equipaje y aunque al principio cuesta aceptar o entender lo sucedido, siempre hay un crecimiento y un aprendizaje detras.
ResponderEliminarUn gran abrazo!
De malas y buenas experiencias siempre salen lecciones para aprender.
ResponderEliminarEn nuestro caminar por la vida no siempre pisamos un camino de rosas.
Vivir tranquilo en una ciudad rodeada de mar, ya lo quisiera para mí, todavía añoro mi mar Cantábrico.
Cariños y buen fin de semana.
Kasioles
The store was a positive experience.
ResponderEliminar38 años después y míranos aquí: con lecciones todavía por aprender o de las que seguir aprendiendo. Pero como se dice, "nunca es tarde si la dicha es buena". En este caso, la dicha de saberte un hombre que sigue en su viaje con los ojos bien abiertos.
ResponderEliminarVa un abrazo, Ernesto.
(Me cambié de casa https://literaturabonsai.blogspot.com/).
Tuviste buena visión empresarial, te arriesgaste para alcanzar tus sueños, el trabajo fuerte te hizo fuerte también, viste crecer tu emprendimiento, saboreaste el éxito comercial y por consiguiente el económico, sin dejar de lado esa superación personal que otorgan las experiencias (buenas y malas) propias del día a día al pie del cañón.
ResponderEliminarLuego de inventariar esos 38 años (léase trabajados, sufridos y disfrutados con mucha intensidad), te quedan muchas historias y anécdotas por contar, pero me quedo con aquella tu frase… “En casa, tranquilo … la cosa no ha dado para más” … pues son palabras que reflejan con claridad, que vives en paz contigo mismo y ello (a su vez) es, una forma serena y distinta de ser feliz (sin prisas para llegar al día siguiente, ni angustia por lo que quizás se intentó y no se pudo).
Lo de la barba, los genes y la buena planta se lo dejo al juicio de las damas. De mi parte, amigo Ernesto, me alegra y te felicito, porque has tenido hasta aquí una vida que muchos sueñan (soñamos), pero pocos consiguen (conseguimos).
La carrera de la vida aún no termina, pero tú ya cruzaste la meta de los merecimientos y sigues galopando en ella, pero, con la medalla del ganador reluciendo en tu pecho.
¡Saludos amigo!