Hoy uno de Enero no hay nada de qué despedirme... Al contrario, al despertarme esta mañana, tras un relajado sueño, ya he notado desde mi habitación por la claridad que había en el salón que el día venía límpido, lleno de luz, y de paz! Sí, de paz!
Ayer zanjé por carta, y en su mayor parte, cierto tema, familiar, de documentos y compromisos... incumplidos, que alguien desde hace tres meses había iniciado.
Hoy me he levantado, al hilo de lo anterior, con esta estrofa de Machado que, si bien no es literal en mi caso, ¡ni por lontananza se aprecian las velas!, si voy a utilizar una parte para definir mi momento.
"Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar."
Sí, así me siento hoy, ligero, libre, desnudo de historias confusas, como los hijos de la mar. ¡Que soy! ¡Pues nací en la natural y casi virgen isla de Ibiza... años ha!
Muchos habrán dado el adiós a algo difuso, que fue y ya no es. ¡2024! Y acto seguido habrán dado la bienvenida a algo más difuso todavía... ¡2025!
Del ayer nada sé! ¡Y del hoy, no tengo más que un cielo azul, sin nubes, soleado, tranquilo y silencioso!
¡Ni a los mirlos he oído esta madrugada!