Ella, la inolvidable! La voz sin igual. La gata bajo la lluvia.
La que se fue, y sin embargo permanece...
Ella, la del mohín en la canción "La muerte del palamo."
Un día voló a su encuentro... ¡Y no ha vuelto!
La mujer determinada, vitalista. La sonrisa envolvente...
─ Dulce recuerdo parece tener de ella...
─ Sí! No siempre, pero cuando surge reconozco que deja huella por unos instantes. Coincidí con ella en un bar del centro de Madrid allá por 1965... ¡Cómo pasan los años!
─ ¿Pero usted no suele andar ya por caminos que parecen trascender las cosas del mundo?
─ ¡No se confunda! Mientras mis pies sigan hollando el polvo de esta tierra, los "blancos" al mediodía los seguiré tomando bien fríos.
(Tienes su canción arriba a la derecha. ¡Pincha!)
Bonita e bem humorada publicação, O meu aplauso e elogio.
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“” Votos de muita Saúde e Paz ““
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