jueves, 20 de febrero de 2025

Tirad la moneda al aire...

 


Si os ha salido "cara", el relato es una creación literaria. Si "cruz", puede que rezume algo de realidad.

_______________._______________


Mientras preparaba el té esta mañana he acabado de decidir que sí, que escribiré esa carta a cinco destinatarios... No una a cada uno. ¡Una a los cinco! Así todos sabrán no solo la parte que les corresponde a cada uno, sino la parte que les corresponde a todos. Pues todos son, en cierta manera, un grupo.

¡Una "piña"! Se calificaron a sí mismos años ha... ¡Muchos años ha!

Siendo el ¿mismo? desde entonces, no cabría negar que ha habido cambios en mi vida. Muchos y buenos. Como en la de tantos con el paso de los años. ¡Alguno, como de la noche al día!

No, de esos cambios, los cinco no son conscientes. Más bien al contrario... Creen que sigo siendo aquél. Una persona normal, como ellos mismos. Pero que en un momento dado, y por circunstancias de la vida, como en la de tantos, emprendimos caminos distintos.

Hoy, más de 36 años después, y con esos mismos años a sus espaldas, a la de todos, alguno ha iniciado un: Hola, ¿cómo estás?

¡Bienvenidos seamos todos! ¡Así es la esencia de la vida! ¡Así soy en el contexto en el que vivo! ¡Familiar, social, humano, etc.!

Han pasado algunos meses desde esos primeros contactos... Esporádicos en el tiempo, y a través del e-mail, whatsapp. No el contacto directo, todavía... ¡Tampoco lo veo en lontananza! ("...de momento lo mejor es hablar por email, no tengo ningún problema en comunicarme contigo por aquí. Un saludo")

¡No soy aquél de los 36 años atrás! ¡Tampoco ellos! Comprensible. Y aunque les percibo con ese interés de encuentro..., también les noto limitados. ¡Muy limitados! Con poca apertura, poco espacio para moverse... ¡Y no sólo ellos!

Intentan, puede que no sean capaces de hacerlo de otra manera, puede que no sean conscientes, relacionarse en un ambiente algo encorsetado... De cierta rigidez. Como si se creyesen obligados a ello... 

Buscan a quien no era entonces. ¡Y mucho menos es hoy!

Lo que quiera que sea hoy, abrazos y puerta abierta! ¡¡Cuándo gusten aparecer, cada uno de ellos!!

17 comentarios:

  1. Ernesto, existe esa tendencia al reencuentro, a "saber unos de otros, qué ha sido de nuestras vidas". Cuando han pasado tantos años sin verse, es bueno reflexionar, tras la alegría o el estímulo del encuentro, que no somos aquellos que creíamos conocer en su momento, que la vida cambia, todo cambia. A mí me ha sucedido lo que cuentas y, tras la efusión primera, han quedado contactos esporádicos que ninguno se atreve a romper. Es así de cierto y de incierto.
    Me alegra que hayas sacado este tema. Da para más, lógicamente, y cada caso es particular pero, cuando algo se partió o rompió o alejó, es difícil recomponerlo después.
    Te dejo un gran abrazo y a seguir con la semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, amigo Teo.
      ¡Certera tu primera parte, amigo! ¡No somos aquellos! Pero algunos se han quedado anclados en aquellos tiempos en relación a uno... Y 36 años después, les da para tu certera segunda parte: "...pero, cuando algo se partió o rompió o alejó, es difícil recomponerlo después."
      La razón de estas cartas no es señalar nada a nadie. ¡Cada quién ya su vida! Pero sí llevarán un punto determinado.
      ¡Quién les escribe es quién realmente soy! ¡No la imagen que construyeron entonces! Y que por motivos personales, han estado "conservando".
      ¡Qué sigan pensando que me apellido "Alvargonzález-Peribáñez", ya es cuestión suya.
      Y como dice sa lluna (Paula) más abajo, "...quizás vuelvan a pasar 36 años más. ;-)"
      Fuerte abrazo, Teo.

      Eliminar
  2. No sé si explayarme, Ernesto, presiento que esta entrada desaparecerá, la veo como otro impulso! Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. jajajajaajajja...
    Escribe lo que gustes, amiga. ¡Aquí se queda!
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Suele pasar cuando se ha dejado crecer la hierba en el camino por causas varias. Luego viene la broza y la maleza y es muy empeñativo despejarlo sino se ve claro por dónde, a no ser que...porque ni obligación, ni esfuerzos resultan.
    Sin duda que no somos los mismos de hace 35 años ni siquiera el de ayer.
    A dónde tu corazón te lleve.
    Un abrazo fuerte Ernesto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ángela.
      35 años de broza y maleza dan, tal como señalas, para qué ni obligación ni esfuerzos resulten.
      Parecen haberse quedado anclados, emocional y mentalmente, en aquellos años. Y si bien es cierto que algún atisbo de, "Hola, ¿cómo estás?", ha podido darse... De ahí no han "podido" pasar!
      Señalan con el dedo, cada quien sus "partuculaes"... Y para demostrarse las diferencias entre sus comportamientos y los "míos", no conozco, ni saben de mí, dos de mis nietos.
      ¿Preocupación aquí? ¡Ninguna! ¡Nada de allí puede perturbar lo más mínimo mi vida a quí!
      Mi esposa, mi quinta hija, mis dos queridas nietas, mi casa, mi ambiente, mi mundo, etc.
      ¿A dónde van aquellos? ... ¡Sin duda al encuentro de sí mismos! ¡Sus, tal vez, lecciones de vida por trascender!
      ¡Todo está bien!
      Fuerte abrazo, Ángela.

      Eliminar
  5. We change with times and are cerntainly not the same as we were 36 ago. Over time, we grow, learn, and adapt to new experiences, but sometimes, change can feel challenging or even unsettling, especially if it's out of our control or if we feel like we're losing something we valued.
    A hug, Ernesto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Traducción:
      "Cambiamos con el tiempo y ciertamente no somos los mismos que hace 36 años. Con el tiempo, crecemos, aprendemos y nos adaptamos a nuevas experiencias, pero a veces, el cambio puede resultar desafiante o incluso inquietante, especialmente si está fuera de nuestro control o si sentimos que estamos perdiendo algo que valorábamos.
      Un abrazo, Ernesto."

      Eliminar
  6. Parto de que no me gusta "forzar" a nadie en sus decisiones, de que si algo se rompe y no se explica el porqué, no tengo ningún motivo para no abrir los brazos nuevamente, aunque esa ruptura me haya llevado a darle más vueltas que un tiovivo. La rigidez del encuentro puede resultar normal después de tantos años... si persiste, es que no hay tanto interés en ese encuentro... y después de esas primeras impresiones, quizás vuelvan a pasar 36 años más. ;-)
    Todos cambiamos, incluso de un día para otro.
    Aferradetes, Ernesto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Paula.
      "...si persiste, es que no hay tanto interés en ese encuentro... y después de esas primeras impresiones, quizás vuelvan a pasar 36 años más. ;-)"
      Fuerte abrazo, amiga.

      Eliminar
  7. mmm... no sé no sé, no parece haber excesivo entusiasmo.. :)
    abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ale.
      Las "autolimitaciones" dan para esto y más... Tiempo al tiempo!
      Hasta entonces, ellos mismos.
      En lo que a mí respecta hoy, ¡ni preocupar!
      Abrazos.

      Eliminar
  8. Cuando me he encontrado con amigas de mi pandilla de juventud, al instante surgía la misma coneción que había en el pasado.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. 36 años, son muchos para seguir siendo el mismo. ;)
    Un abrazo,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buen día, amigo.
      De hoy a mañana el cambio puede ser significativo... :))))))
      Abrazos, Alfred.

      Eliminar