¡"GANARÉIS" EL PAN CON EL SUDOR DE "VUESTRA" FRENTE! |
Alguien comentaba hace días por algún blog que el dolor, el sufrimiento más bien, era cosa inevitable en esta vida. Y que había que aprender a convivir con él.
Sin negar su presencia, la realidad del sufrimiento, el dolor, etc., como algo consustancial con el ser humano, ¡quién podría!, tampoco cabe darle carta de naturaleza general. Y menos in-evitable…
Y mucho menos llegar a considerarle herencia… Como si ya naciésemos con ese estigma, predestinados. ¡¡Tal cual el llamado “pecado original”!! Como si a todos tuviera que tocarnos! ¡No es el caso!
Mientras colaba el té esta mañana, tiempo y lugar para esa primera meditación del día :))))))), me llegó el pensamiento de unas personas, jóvenes entre 46 y 52 años, hijos para más señas que, por circunstancias de la vida, permanecen separados de uno de sus progenitores. No hay contacto, no hay comunicación, no hay nada… aparentemente. Pues haber, ¡seguro que algo hay! Y no precisamente lo que algunos, bienintencionados, puedan pensar.
Con la mayor y la pequeña del grupo, unos 35 años sin contacto. Con la del medio, ¿unos 20 en una visita relámpago?
Con el segundo en edad, sus 50, si bien hubo más y seguido contacto, hace unos años y por un “quítame allá esas pajas”, la cosa acabó en adiós…
¡Y hasta aquí unos hechos! ¿Interpretaciones? ¡Al gusto! La cosa no alcanza la categoría de “plaga” mundial, pero sí que es tema extendido… ¡Quién esté libre, tire la primera piedra!
¿Qué el padre algo haría mal, o no hizo en su momento? ¡Seguro! ¿Que creen hacerle pagar no permitiéndole conocer a sus nietos a día de hoy?
El dedo con el que pudiesen señalar comportamientos mejorables por parte de éste, años ha, pierde razón de ser, creo, cuando las actitudes de ellos, hoy, son las que son respecto a los pequeños.
¡Hiciste mal!… ¡Admitido!... ¡Y por ello nosotros hacemos lo que hacemos!
¿Hay dolor, sufrimiento, en este padre por esa realidad de ellos? ¡¡Ninguno!!
¡¡Cómo podría afectarle la siembra, y cosecha, cualquiera que sea, de unos labriegos en tierras de ellos!!
ResponderEliminarHola Ernesto, para mí; buen día.
Es un tema, tengo tres hijos y hasta ahora no he tenido esos problemas. Pero mirando atrás, he sido hija y mi padre ha tenido un caracter bravo, pero nunca he podido hacerle vivir mi lejanía. Ha llegado a los 90 años y en sus últimos siete años lo traje a vivir conmigo. No porque yo sea buena, era mi deber, asi como él cuido de mi con lo mejor que pudo, los errores eran su forma antigua de pensar. Pero vengarme en su vejez por sus equivocaciones en la forma de pensar, es demasiado de mala persona.
Esa forma de actuar mía, hoy la veo reflejada en mis hijos, que me ayudan en todo momento con mi esposo, que tiene problemas de salud. Hoy comprendo que recibimos como padres, por lo que hice, no por lo que dije. Una cosa es hablar que hay que ser buena persona y otra cosa es demostrarlo con
acciones.
Perdón si me extendi demasiado.
Un abrazo.
mariarosa
Tienes razón Ernesto en cuanto a que no hay pena por lo hecho ayer y que solo existe el hoy o al menos es lo que yo interpreto de tus sesudas, trasparentes y serenas reflexiones.
ResponderEliminarRecuerdo aquellas películas de mi infancia cuando la Doris Day y el Bob Hope iban a barbacoas a casa del exmarido o de la exmujer de cada uno de los protagonistas con sus nuevas parejas y el correspondiente laberinto de relaciones de hijos cruzados entre el primer y el segundo marido o mujer de cada uno, lo cual siendo un escándalo para la moral (Y LA CENSURA) de la época, resultaba tan novedoso, como gracioso y seguramente demasiado adelantado para los de la Censura, pues su nivel intelectual se vería desbordado. Bien, te contaba eso y no me extiendo más, apoyando con esta moral que insuflaban esas películas americanas la teoría de que solo existe el hoy, aunque como tú sabes, el hoy que vivimos, viene de como fuimos ayer.
Me encanta leerte por la sencillez con que ves el mundo en el que vivimos y de lo cual intento amamantar la moral de la vida que me quede.
Un abrazo, Ernesto, gracias.
Ah, la fotografia con su mensaje al pie, impagable.
ResponderEliminarTechnology minimizes pain. The effort of a man from 1900 is infinitely more difficult than that of a man from 2022.
ResponderEliminarTexto muito interessante de ler. Foto deslumbrante, fascinante de ver
ResponderEliminar.
Cumprimentos cordiais e poéticos
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Nadie nos enseña a ser padres...
ResponderEliminarHacerse cargo o responsabilizarnos de nuestros actos me parece un acto de amor frente a los hijos,pero,requiere también la voluntad amorosa de ellos, permitirnos poder hacerlo.
Una vez leí algo que me quedó grabado: No hay peores jueces que nuestros hijos.
Creo que la cosa no va muy desencaminada.
Un abrazo.
Una segunda lectura me hizo comprenderte más, solo no logro descifrar una parte, que cito: “quítame allá esas pajas”.
ResponderEliminarCada uno a hacerse responsable de lo que hace o deja de hacer y eso no implica que condicione el actuar de terceras personas, cercanos o no, ¿genera dolor?; ya lo has mencionado
Me gusta tu reflexión, aprendo de ti
Un abrazo
Creo que esos pequeños cargan con algo que no debiera ser así.
ResponderEliminarUn abrazo, Ernesto.
Totalmente analizado y reflexionado, gracias Ernesto, me fue de gran ayuda en esta tercera lectura.
ResponderEliminarAbrazos
No hay manual para ser padres; aprendemos a serlo sobre la marcha y siempre desde la mentalidad y cultura que nos ha tocado a cada uno vivir, claro que hay problemas y errores, pero por encima de todo está ese amor de padres que siempre perdona, suaviza, dispuestoa a olvidar, "y ellos" nuestros hijos aunque se equivoquen también llevarán dentro mucha de nuestras enseñanzas y el amor que no podran evitar.
ResponderEliminarHoy como siempre nos dejas una entrada profunda para leer una y otra vez y reflexionar
Te doy las gracias Ernesto
Un abrazo y buen fin de semana
"Cada familia es un mundo". Los Ingals eran de cuento, pero hay maneras de comprender y tolerar cuando es posible ante hechos no muy graves, otras veces no sucede así, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarHola amigo mío. Bueno hoy nos traes un tema complejo, o no. La vida es breve y el dolor para mi también es in-necesario.
ResponderEliminarSoy afortunada en tener una relación preciosa tanto con mis hijos como con mis padres... Ahora mi madre
Y bueno, yo soy de las que pertenece a la rama de divorciadas, desde hace mucho además. Pero mi ex y yo nos llevamos bien, nos tenemos mucho cariño, y por suerte nuestros hijos han vivido con mucha naturalidad todo y los abuelos más. Ellos no han tenido culpa de nada las criaturas.
En fin, que muchas veces somos nosotros y nuestra actitud los que nos dan o quitan el dolor.
Besos desde este sur caluroso😂
Es triste que se corte la conexión entre padres e hijos ¿quien sabe que hay detrás de tanta frialdad? posiblemente llegaron a esa situación porque nadie fue capaz de ceder lo suficiente como para mantener la relación.
ResponderEliminarUn abrazo y un beso!!
Pocas cosas temo tanto en la vida como al dolor, en todos los sentidos...
ResponderEliminarCon respecto a lo de ganarse el pan, recuerdo aquello de:
"Ha dicho, hermanos, el Padre Prior que bajéis al huerto y lo cabéis... Y cuando tengáis hambre subamos todos al comedor, y comamos..."
Un abrazo, amigo
He tenido que esperar a comentar desde el ordenador porque desde el móvil aparezco como anónima y no quiero... por ello tardo en comentar.
ResponderEliminarCreo que una vez más hay una confusión de conceptos, no digo de parte tuya -faltaría más-, sino de las personas en general... dolor y sufrimiento no son la misma cosa. "El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.", decía Buda... nadie puede evitar el dolor, ni el físico ni el emocional, pero está en uno elegir hasta cuándo ese dolor nos afectará, nos condicionará... hasta cuándo sufriremos.
Creo que entender que somos seres susceptibles de errores, que basta reconocerlos y "hacerse cargo" de las consecuencias, que no significa estar flagelándose en eterno... a cierto punto es necesario decir "ok, cometí un error pero hasta aquí..." y seguir adelante. Nadie debería ponerse en el papel de "juez", nadie... ni siquiera un hijo. Puede -y debe- expresar cómo se siente, y lo que pudo haberlo herido pero "juzgar"... mmmmmmmm... como que no... sin ser yo una "religiosa", siempre me gustó la frase: "quien esté libre de pecado, que arroje la primera piedra."
Un beso.