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| Fernando Pena. Acuarela. |
A una amiga mía sus hijas le han regalado hace unos meses un perro. Si no de pedigrí , sí de cierta “estampa”. Ahora están ambos de vacaciones en casa de campo. De las de antes, de herencia familiar, de planta baja, primer piso, desván. De prados que la bordean, árboles frutales, vallas entre vecinos, lago y río al alcance de la mano, etc. Enclavada en una pequeña aldea. Y ésta a su vez en un archipiélago de aldeas de mayor o menor concurrencia.
El perro. West. Inteligente, cultivado, de cierto porte ya al margen de su juventud.
Cuando mi amiga se sienta a escribir en el ordenador, West se sube a la silla más cercana. Y no digo que no le quite ojo a la pantalla, claro que no, pero ahí permanece quieto, como a la expectativa de algo…
La inteligencia, y sobre todo el “arte” que ha adquirido en interpretar el lenguaje de los humanos, se pone de manifiesto cuando le dicen: “vamos a bañarte”…
Hay que verle correr escaleras arriba…, y sacarle de debajo de la cama!
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Este relato, veraz en todos sus términos, he conseguido hilvanarlo entre interminables carcajadas... Contagiando a su vez a quienes tenía a mi alrededor.
Realmente imagino la bucólica escena y el perro huyendo.
ResponderEliminar;))))
Un abrazo Ernesto.
Ellos son más inteligentes de lo que uno imagina. La perrita de mi hija es genial, un día estaba yo sola con ella y esperando a mi nieta que llegaba del colegio, comí uno de los scones que había llevado, Jackie al lado mío con la cabeza en alto esperando, le dije, no te puedo convidar, esto tiene manteca y azúcar y a vos te hacen mal, se dió media vuelta ofendida y se fue a su sillón, el gesto! Entienden todo! Un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarMe encantó West, inteligente, cultivado, artista, paciente y celoso guardián del olor de su esencia. Es el compañero perfecto (además que soldado que huye sirve para otra guerra… jajaja) y a su vez también me enamora esa casa con ese entorno.
ResponderEliminarEspero te encuentres muy bien, me contagiaste positivamente con tu humor. Un abrazo amigo. Paty
Me gustan los perros, hasta hace poco tenía cuatro, ahora solo me sobrevive uno y no veas lo que hace para convencerme ... Pero no te invadirė con mis anécdotas.
ResponderEliminarAdorable, he visualizado la escena y a la sonrisa le siguió la risa.
West es encantador
Abrazo, Ernesto
Yo pensaba que solo a los gatos no les gustaba el agua.
ResponderEliminarQue lindo relato Ernesto, mi perro es igual, no le gusta el baño, debo atarlo, y así sujeto puedo hacerlo, sino me tira al suelo con sus cabriolas.
ResponderEliminarSaludos.
mariarosa
Siempre me sorprendes, Ernesto. Tuvimos dos perros (caniches de tamaño medio), pero a los nuestros, como a West, les faltaba hablar. Siempre creí que me entendían cuando les hablaba.
ResponderEliminarNunca tuvimos problemas con el baño de ellos, eran muy dóciles, pero cuando me he reído hoy de verdad y a carcajadas, con todo el grupo que nos rodeaba a la vez, ha sido cuando "Siscu" ha dicho: "El Barça este año va a arrasar".
Ya ves, los miércoles son como el perro del hortelano, ni es fiesta, ni "ná".
Un abrazo amigo y, ah, sabes que me he puesto en tu lugar (entre risas) y eh acabado igual, riendo, pero esta vez solo.
Puedo imaginarlo!
ResponderEliminarEllos son mucho más listos de lo que creemos..
Por lo visto la palabra " baño" es de las primeras cosas que entienden para salir corriendo!
Divertida anécdota la que dejas hoy.
Un abrazo
Yo tuve a mi Thor 12 años conmigo, desde los tres meses hasta que el pobrecito murió. Es increíble lo que entienden y lo que intuyen. Me imagino a West corriendo escaleras arriba... :)) :))
ResponderEliminarSe les quiere tanto...
SAludos.
Ernesto:
ResponderEliminarno sabría qué contestar porque no me gustan los perros.
La acuarela me hace pensar en el olvido y la destrucción. Es inquietante.
Salu2.
Un entorno de fábula el que describes y solo por eso, West debería correr a diario al río a bañarse. Pero me da que es un perro urbanita que huye de incomodidades como el baño cual gato friolero.
ResponderEliminarAbrazo Ernersto.
Qué lugar más hermoso describes, para mi esas son unas vacaciones de lujo. La imagen parece más invernal que estival y pienso que también tiene su encanto.
ResponderEliminarMe he reído con la escena del baño, los perros tienen un alma muy generosa pero hay cosas que no les gustan por mucho empeño que pongamos en convencerles jajajaja. Yo tengo una gatita a la que adoro y a la que todos los días le agradezco su compañía. Es una lástima que siendo seres sociales, hayamos catalogado a los animales como seres menores, en algunos casos susceptibles de uso y abuso. Su grandeza, a mi modo de ver, es su adaptación al ser humano.
Besitos!!
Water has its effect, even without being touched. :)
ResponderEliminarLas carcajadas también las he soltado yo leyendo el final Ernesto.
ResponderEliminarAbrazos.
A mi perrita tampoco le gustaba mucho el baño.
ResponderEliminarPobrecita!!.
Lindo relato.
Un abrazo.
Se parece al mío. Ellos conocen el significado de algunas palabras. Son muy inteligentes. Mi Silvestre lo recogimos de la calle. Lo adoramos porque es un gran compañero y, como West, detesta el baño.
ResponderEliminarAbrazos
Jajajaja, ¡Lo que me suena lo del baño y lo de poner cara de interesante por si cuela!
ResponderEliminarDivertida tu entrada
Un abrazo Ernesto
Has pintado un precioso cuadro de la casa de tu amiga, el desvàn,los arboles frutales, el lago y el rio y ese acogedor rincón en donde espera paciente el ordenador esa caricia en sus teclas que lo harán viajar a donde le lleven esta ves.
ResponderEliminary el perro West atento sentado a un lado de ella.
Yo siempre he tenido perritos ahora tengo tres chihuahuas, son hermosos, ¡los amo! tienen diferente personalidad a uno de ellos le gusta ver la televisión y verse en el espejo, se llama Tobías. le digo Tobi el guapo, el otro es muy serio y faldero le gusta estar en las piernas es blanco y chaparrito, la otra es Maki, mi niña es muy cariñosa y besucona, le gusta besarnos y que le acariciemos su barriguita es un dulce.
Y les gusta mucho que los bañe se ponen muy contentos cuando les toca baño.
Y bueno ya me alargue, como veras les tengo mucho cariño a mis compañeritos de vida.
Saludos Ernesto, que eses bien, te dejo un abrazo.
This is such an artistic art piece. Beautiful urban decay in portrait.
ResponderEliminarMe encanta este relato tuyo amigo mio. Es sensacional y sobre todo, llenísimo de vida. Besos :D
ResponderEliminarSão raros os cachorros que gostam de banho. Gostei da história real. Escreves muito bem.
ResponderEliminarAbraços
El inteligente y cultivado West, al oír e “interpretar” el significado de la palabra “baño” huye a todo galope para atrincherarse bajo la cama en una escena que resulta realmente muy jocosa.
ResponderEliminarErnesto, tu relato es un lujo (como siempre) y tu redacción esta tan bien lograda que, hasta siento ternura y simpatía por aquella mascota que nunca he visto pero que en tus líneas he conocido y me hizo disfrutar de un momento de alegría.
¡Saludos amigo!... mi admiración queda contigo.