sábado, 15 de marzo de 2025

El "escultor" de tu vida...

 


Un amigo mío, nuestro, publica un texto en el que introduce, respecto a él, la palabra "viejo".

Le respondo que teniendo un año mayor que él...

"Viejo en mi vida no hay nada! Ni lavadora, ni frigorífico, ni zapatos, ¡nada! jajajaajajja...

Así que imagínate lo que yo mismo soy! Uno que nació en el 48! Y por ello, algo "mayor" si me comparo, por ejemplo, con mi nieta, 21 años.
¡La única diferencia!"

Y aquí llega su matiz.

"Pues pareces más joven, Ernesto, yo nací en julio del 49. Ah, lo de viejo ya lo estoy cambiando, últimamente, por "cierta edad"."

Soy de la opinión, ¡certeza!, de que aún en palabras que creemos que "se las lleva el viento", a las que por ello no les damos importancia, dejan huella... en nosotros.

¡¡Más aún, nos esculpen!! Como un escultor da forma a una pieza de granito.

En palabras de "a centavo", sencillas, como decía la inolvidable Conny Méndez, (Metafísica Espiritual), intentaré decir lo siguiente:

Imagina un "oído" a tu lado siempre. Oyendo todo lo que dices, lo serio y cierto, pero también lo que no lo es. Esa forma coloquial que muchos tienen de utilizar expresiones "negativas" sin cuento. Unos por hacer una gracia ante otros. Otros, dirigiéndose incluso a sí mismos, expresando que "son tontos", "son pobres", "no tienen esto", "no aquello", etc.

Y que dicho "Oído" tiene la capacidad de trabajar por la persona en el mismo sentido en el que se expresa. ¿Positivo? ¡Positivo! ¿Negativo? ¡Negativo! (No entiende si lo dicho es serio o un juego de palabras sin sentido. ¡Actúa! ¡"Concede" en función de lo que "oye")

Y así vas "esculpiendo" tú mismo partes fundamentales de ti. De tu vida!

53 comentarios:

  1. Bueno tú ya sabes lo que pienso al respecto. Viejos dicen que son los trapos, pero la realidad está ahí. Viejo, es todo lo que se ha usado demasiado, da lo mismo que sean cosas o cuerpos humanos, o de animales, todo, se deterioran con el tiempo, por lo tanto el oído puede escuchar lo que quiera, y no por eso se va hacer uno más viejo, ni más feo, ni más guapo, ni más alto, ni más bajo, :))). Tú, dentro de poco un ancianito, y lo puede llamar como quieras, jajaja.
    Un abrazo y buen fin de semana.

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    1. Elda, mi gran amiga de Madrid.
      Una edad parecída a la mía. De buen ver, elegante, bailaora, gimnasta, ágil... Muy personal.
      ¡Algo peculiar sin duda!
      Y para muestra, se ha comido la "s" de "... y lo puede llamar como quieras, jajaja."
      Abrazos.
      PD: Cualquier día, amiga, unos churros con chocolate en el conocidísimo San Ginés. Centro de Madrid.

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  2. Ahí Elda me adelantó en el dicho, justo iba a ponerlo. Pero, pensándolo bien, a mí no me cae mal
    la palabra viejo, es una realidad y hasta a veces me río de mí misma diciéndolo, es que estoy vieja!
    Y no lo hago con amargura ni me siento mal, es cuestión de cada uno cómo se para frente a la vida,
    un abrazo Ernesto!

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    1. Hola Cristina.
      Al gusto, amiga mía! Yo no podría calificarme con esa palabra, siendo realista, si al mirame en el espejo, una sola vez al día, cuando me peino, ... éste me devuelve la imagen de ¡torero torero!... jajajajjaajajjaja...
      Ya veo que las dos tenéis imágenes parecidas de vosotras mismas!
      Abrazos.

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  3. Hola, Ernesto.
    Pues somos de la misma quinta, jajaja. Pero yo no me siento vieja, solo que no puedo hacer nada, ni la comida, ni barrer, ni planchar... pero vieja nada de nada, jajaja. Dejemos las bromas a parte. Es cierto todo lo que dices. Yo soy del montón, ni tonta ni lista, pero al no ir al colegio, no se puede medir la inteligencia. Pero si en otros tiempos hubiesemos tenido lo que ahora tenemos, las cosas hubieran cambiado mucho. Yo perdí la vista y me tuve que acostumbrar a vivir sin ella... y por si no tenía bastante me sobrevino el ictus.
    Bueno, ya me he enredado bastante. hasta otro día, que lo pases bien y te mando un abrazo.

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    1. Hola Piedad.
      Como puedes comprobar, la "inteligencia" no se mide por haber ido o no al colegio de niña. A día de hoy, amiga, y todos con edades parecidas... la inteligencia natural adquirida la da otra cosa!
      ¡El haber aprendido a lo largo de nuestras vidas!
      No, no te enredas. Al contrario, participa más. A tu gusto!
      Abrazos Piedad.

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  4. Como bien dices la percepción que tenemos de nosotros mismos y las cosas que decimos nos influyen más de lo que creemos. Feliz fin de semana

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    1. Hola Emilia.
      De este "olvido", el mundo que se percibe.
      Feliz finde!

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  5. Hola ¡Torero! Así me gusta. La palabra no me gusta nada, pero oí a un cubano llamar "mi vieja" a su mujer con tanto cariño, que desde entonces no me parece tan mal. Claro, siempre que no vaya dirijida a mí, ja, ja,ja.
    Abrazo grandote, Ernesto.

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    1. Waaaooooo Mara.
      Torero sí, y tú de madrina con mantilla y peineta presidiendo la faena en tarde de sol. Yo con traje de luces y capote rojo. No, estoque no uso! Tras la faena, de aplausos y levantar al público, el toro quedará vivo y libre. Para que vuelva a pastar en la campiña leonesa.
      Luego ya una vez cambiados de ropa, y como una jovial pareja de "mayores"... :))))))) tomaremos unos "chatos" por ese entrañable barrio El Húmedo.
      Abrazos.

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  6. Me ha venido a la cabeza otra frase que dice así: "Mi Paula, querida mía, mi mujer"... no sé porqué, pero siempre acabo contestando que sólo soy mía, ni tan siquiera de mi madre que tendría más derecho, digo yo...

    Edad tenemos todos, cada cual la suya. Muchas veces un joven puede parecer viejo, como un viejo parecer joven y sí, digo parecer, por su forma de hablar, por su forma de vestir, por su manera de pensar... Pero no nos equivoquemos, se pueden tener rasgos de persona mayor (más madurez) o de jóvenes (más ... ), pero seguimos teniendo la edad que nos dio nuestra partida de nacimiento, ni más ni menos. ;-)

    En cuanto a los mensajes positivos o negativos, más quisiera yo repetirme que todo está bien, que el día es maravilloso... para que todo fuera bien y fuera, de verdad, maravilloso todos los días. ;-)
    Aferradetes, Ernesto.

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    1. Hola Paula.
      Sí, lo "individual" debe de primar como lo único real.
      Sin problema con la edad que tengo. Si tuviese que calificarla, que no es el caso en algo natural, diría, ¡un regalo!
      Entiendo lo que dices, amiga. Tampoco se trata de repetir, cual loro sin cabeza, palabras o frases que no tengan un cierto sentido real para ti.
      Lo que señalo con ese símil de "Oído", más real de lo que pudiera parecer, ¡es cuidado!
      Cuidado con las palabras, pensamientos y sentimientos "negativos". Son semillas que fructifican en la persona. Y la mantienen "encadenada" a más de lo mismo.
      No se trata de hacer mágia o juegos de palabras. Quien no sepa, de momento, trabajar lo positivo, que tampoco se embarque, por creer que "algo tengo que decir", en lo negativo.
      Puede marcarse como meta hacer como la línea recta que separa unos baldosines de otros en la pared de su cocina. Verá que ni "baja" ni "sube". Ni "positivo" ni "negativo". ¡Inalterable! ¡Recta! ¡Hacia adelante!
      Abrazos Paula.

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  7. Me encanta leer tus reflexiones, Ernesto. Sencillas y más profundas de lo que parece. Dices mucho con muy poco. En fin, vamos a quedarnos con eso de que "el hombre se hace antes viejo que sabio" y lo camos a convertir en eso de "el hombre adquiere cierta edad antes que sabiduría".
    Un fuerte abrazo.

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    1. Uy amigo Enrique!
      No voy a presumir de nada... ¡Líbreme Dios! :))))))
      Pero sobre eso de, la edad primero y después la "sabiduría"...
      Hace unos 35 años que sufrimos un revés de la vida que nos puso todo patas arriba. ¡Todo! Laboral, económico, todo! ¡Creencias incluidas! O por lo menos, el sentido de la vida.
      Unos 23 años más tarde de haberse iniciado ese "proceso", ¿espiritual?. ¡Pues proceso de vida, despertar, fue! Nuestras vidas cambiaron de la noche al día! ¡Todo se simplificó!
      ¡Las creencias dejaron de ser!
      Fuerte abrazo, hombre inquieto y reflaxivo. :))))))

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    2. Gracias, Ernesto, me siento halagado y aunque no lo merezco, me gusta. Jajajajaja.

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  8. Absolutamente así.
    LO que creo...creo.
    Abrazos!

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  9. Ernesto, un post interesante, que roza uno de los pilares de la formación personal y humana.

    En lo referente a Viejo, creo que hay que desdemonizar esta palabra, reivindicarla, desde la óptica de lo relativo, lo comparativo, (al menos en lo referente a las personas) pues viejo, se mide y compara, con algo más nuevo, y así sucede con todo el léxico, y lo viejo suele estar cargado de buen uso y en el caso de personas de amplia experiencia.

    Y sí es cierto las palabras, esculpen, aunque en realidad, lo que esculpe es la frase, la intencionalidad, el juicio que damos a nuestras obras o pensamientos.

    Y ese oído omnipresente a nuestro lado, ciertamente oye todo lo que nos decimos, oye nuestro diálogo interno, palabras y frases de "A centavo", y otras con suficiente sustancia, pero... sí, entiende la intencionalidad de lo dicho, y es el rector analítico que nos hace discernir el acierto o el error, herramienta básica para nuestro desarrollo y evolución, ( y es potestad nuestra darle el sentido adecuado, o no).

    Sobre esto hay un delicioso poema del gran poeta Mexicano Amado Nervo "Deidad" se llama el poema, y en unas de sus estrofas dice así:

    Como duerme la chispa en el guijarro
    y la estatua en el barro,
    en ti duerme la divinidad.
    Tan sólo en un dolor constante y fuerte
    al choque, brota de la piedra inerte
    el relámpago de la deidad.

    No te quejes, por tanto, del destino,
    pues lo que en tu interior hay de divino
    sólo surge merced a él.
    Soporta, si es posible, sonriendo,
    la vida que el artista va esculpiendo,
    el duro choque del cincel.

    Salud y felicidad, Estimado Ernesto

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    1. Hola estimado Anónimo.
      ¿Conseguiremos algún día tomar un té juntos? ¡Y si lo tuyo es café, también tengo! :))))))
      Certeras palabras, reflexión, como siempre.
      La palabra "viejo" tiene su razón de ser en múltiples aspectos en la vida. Pero por sí sola, y más referida a personas, no es garantía de buen uso. O por lo menos positivo.
      Cierto, la palabra en sí, hueca, no conllevaría gran cosa. Es esa intencionalidad implícita que, sin ser conscientes, sembramos...
      Gratificante, y revelador, que reconozcas la razón de ser de ese "oído". ¡Y claro que "sabe"! Pero a un cierto nivel de realidad, no distingue esa "intencionalidad" que pareces señalar. ¡Y da más de lo mismo, pues "cree" que el sujeto es lo que quiere!
      ¡Qué en el fondo todo es, forma parte de ese proceso que también esbozas, sin duda! Y ello es lo que prevalece en las lecciones de vida a trascender por lo cual estamos aquí!
      Pero ese punto, o impasse, que señalo del oído que da más de lo mismo, es real, sucede en el tiempo, tiene consecuencias... ¡De vidas enteras!
      El poema. Inteligente, bello y certero desde la primera estrofa. Una enseñanza fundamental.
      Salud y felicidad, amigo Anónimo.
      PD: Si bien juego respecto a tu identidad, sabes que respeto tu decisión de "difuminar" tu imagen. :))))))

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  10. Nuestro cerebro escucha continuamente lo que nos decimos y se lo cree a pie juntillas. Hasta percibe nuestros gestos por eso dicen que si uno sonríe, al poco rato el estado de ánimo cambia a positivo.
    Abrazos

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    1. Cecilia.
      Certera como siempre! Como alguien que sabe! Como quien ha recorrido camino para llegar a este punto en el cual eres!
      Fuerte abrazo, amiga.

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  11. Ernesto, gran tema nos traes a colación. Lo primero decirte que la palabra "viejo" no me incomoda, creo que hay que aceptarla como aceptamos la de niño, adolescente, la de madurez o mayor, etc. Nuestro cuerpo envejece biológicamente como lo hacen todas las cosas, es algo inapelable. Otra cosa es cómo se siente uno cuando llega la senectud o ancianidad, esa última etapa de la vida tan compleja como, si se está bien y se la siente bien, provechosa y a ratos maravillosa. Hacer ejercicio, seguir ilustrando nuestra mente con curiosidad y mimetismo manteniéndola sana, etc, es importante... La vida no tiene por qué cambiar sustancialmente, y seguimos creciendo.
    No me extiendo. Tu reflexión es importante e interesante, tus aportaciones siempre llevan a ese lado positivo de la vida que ansiamos tener y mantener.
    Gracias y buen domingo.
    Un gran abrazo.

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    1. Hola Teo.
      Tampoco yo me extiendo, amigo. Pues tus reflexiones, y poemas, gozan de ese saber que siempre está presente en ti. Lo que sí voy a concretar es que el día que quedemos en ese Barruelo tuyo, será un placer charlar contigo. :))))))
      Fuerte abrazo.

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  12. Hace unas horas me autonombré por primera vez "vieja", "me hago vieja", -dije-, y es que hablaba con una amiga de la anécdota de la mecedora del abuelo que alcanzaba los ochenta años de recorrido; y de cuando estuvo conmigo hace tanto... Que el oído escuche que no son viejos, son clásicos

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  13. Hola Maia.
    Los "juegos" de palabras son. Y no por ello han de ser negativos. Lo que el "Oído" oye suele ser otra cosa...
    Lo de "clásicos" te ha quedado elegante! :)))))
    Abrazo.

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  14. No me negarás, que cuando uno se lleva "esculpiendo" 89 años, la palabra "viejo", termina por no importar en absoluto.
    Los huesos terminan por recordarlo cada día.
    Un abrazo.

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    1. Hola Juan. ¡Bienvenido!
      Comprendo!
      Pero no siendo yo "viejo", no me identifico con el término! :))))))
      Abrazos.

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    2. ¿Concordancia Juan o el "oído" que oye?... :))))))
      Ayer comentábamos por aquí. Por la noche, llega un aviso al móvil. Lo miro, presenta 5 fotografías de hace años, Alguna de mi nieta, y... ¿Quién aparece con fecha de marzo de 2022? ¡Juan L. Trujillo junto a una estatua!
      Te la mando por correo!
      Abrazos.

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  15. I once thought that age is just a number but age is more than that. It reflects experiences, wisdom, and even how you perceive the world. Some people feel old at 25, while others feel young at 70—so it's not just about counting years. It’s about how you live them.
    A hug.

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    1. Traducción de Kaya:
      "Una vez pensé que la edad era solo un número, pero es mucho más que eso. Refleja experiencias, sabiduría e incluso cómo percibes el mundo. Hay quienes se sienten viejos a los 25, mientras que otros se sienten jóvenes a los 70; así que no se trata solo de contar años. Se trata de cómo los vives.
      Un abrazo."

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    2. Cierto Kaya.
      Así es la vida. Así el tiempo que transcurre.
      En tu blog, la naturaleza de siempre a través de esas fotografías vivas! Gracias.
      Abrazos.

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  16. Sí creo en el poder de las palabras y en lo que nos decimos a nosotros mismos.
    Las palabras son sedimento de los pensamientos que cultivamos, y ellos generan bienestar o sufrimiento.
    Si nuestras palabras son pobres, pesimistas, derrotistas…la vida se hará eco de ellas.
    Por poner un ejemplo, si se piensa en abundancia y uno se expresa así, no solo no nos faltará de nada, también tendremos para dar y compartir…y así en tantas y tantas facetas de la vida.

    Y sobre esa palabra que se menciona, no está en mi vocabulario, ni me preocupa ni me entretiene un segundo, no gasto mi energía en contar años, me dedico a vivir, y estoy maravillosamente bien.
    Un fuerte abrazo Ernesto.




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    1. Hola Ángela.
      Sobre tu primera parte, así es la vida bien entendida. Si bien es cierto que no nacemos sabiéndolo...
      Sobre la segunda, la "innombrable"... jajajajjajajaja... Lección aprendida por tu parte!
      Gran abrazo amiga!

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  17. La experiencia de los años te hace ser más sabio y cosas que de joven tenía cierta importancia, ahora ves que no las tiene.
    Que tengas una buena semana.

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    1. Hola Antonia.
      Por ahí va el tema! La relevancia de la "cosa", que también la tiene, la acaba marcando la persona.
      Por ello, los acontecimientos de la vida, ni son ni afectan igual a todos! Aunque sean "parecidos". :)))))
      Bonito día!

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  18. Mi suegra siempre decía que "vieja era la ropa" yo me digo y siento mayor.

    Abrazos.

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    1. Conchi.
      ¿Para qué ponerse adjetivos que no son? :))))))
      Abrazos.

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  19. Muy buena tu reflexión!!.
    Es inevitable que pasen los años pero hay que aceptarlo con optimismo.
    Cada época tiene su encanto.
    Un abrazo.
    Feliz semana.

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    1. Hola Amalia.
      El tiempo transcurre... Sólo el ser humano lo divide en "tramos". Que no digo que no esté bien! Pero que acabe agobiándose por el paso de los mismos... ¡Así va parte de la humanidad! :))))))
      Encuentro hoy satisfacciones de igual intensidad que años atrás... ¡Muchos!
      Si bien la forma de vivirlos es más serena.
      Feliz semana.
      Abrazos.

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  20. Muy buena entrada Ernesto. Yo estoy cambiando mis malas costumbres de decir por ejemplo: ¡Que tonta me olvide! y es mi hija quien esta siempre atenta y me dice; ¡No sos tonta, es un olvido nada más...!
    Mariarosa

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    1. Hola Mariarosa.
      Sigue los consejos de tu hija. ¡Sabe!
      No creo haber empleado ¡jamás!, en mi vida, una frase descalicándome. ¡Razones no había! :))))))
      Abrazo.

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  21. Pues sí, yo lo tengo claro, cuando me miro en el espejo no lo dudo al afirmar que "hoy estoy mas guapo que un San Luis de palo..."... Oh, Santa Inconsciencia... Y corro a echarme cremas o depilarme las cejas... Ja, ja, ja...
    Sí, sí, me voy, entre risas...
    Un abrazo, amigo

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    1. Ildefonso.
      El buen humor, amigo, es un componente de bienestar. Y más cuando ya peinamos canas!
      ¡Bienvenidas sean éstas! Y lo que representan. ¡Presencia en este mundo!
      Y si es con estos talantes nuestros, ¡¡miel sobre hojuelas!!
      Abrazos, amigo!

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  22. Ernesto, somos de la misma época y me siento una jovenzuela llena de experiencias maravillosas que me han ayudado a madurar. La vida con sus claroscuros es una carrera en la que nos vemos inmersos hasta llegar al final.
    Yo de "vieja" nada de nada...jejeje.
    Abrazos.

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    1. Hola Maripaz.
      ¡Ya somos dos... entre millones que sabemos! :)))))
      Abrazos.

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  23. People are different in their way of life. There are people who at the age of 70 can barely walk, and other people of the same age are skiing or snowboarding, or on the mountain, at over 2000 m. In other words, life is a challenge. Those who run away from challenges will get tired faster.

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    1. Traducción de Catalin:
      "Las personas son diferentes en su forma de vida. Hay personas que con 70 años apenas pueden caminar, y otras personas de la misma edad están esquiando o haciendo snowboard, o en la montaña, a más de 2000 m. En otras palabras, la vida es un desafío. Aquellos que huyen de los desafíos se cansarán más rápido."

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  24. Ernesto. ¿Qué es la vejez humana, en comparación con la edad del universo? Se necesitaron miles de millones de años, para que la humanidad hiciera aparición en el teatro de la vida. Somos, quizás, la última creación del cosmos. Una estrella no se forma en 90 años: en una escala cósmica, 90 años no es absolutamente nada, un parpadeo, y sin embargo nos consideramos viejos porque ese número, si tenemos suerte, es nuestra esperanza de vida. Entre humanos sí nos podemos clasificar entre "este es más viejo", "este es más joven", pero dentro del gran esquema universal, somos seres recientes, recién arrojados a la vida. Otro saludo.

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    1. Hola Julio.
      La verdad es que la referencia a la edad, "viejo", etc., fue el motivo, literario, para llegar a, a mi modo de ver, lo fundamental en el ser humano. Uno de sus aspectos. ¡La auto lamentación!
      La "siembra" de condiciones no aptas para recoger una cosecha productiva...
      Esto no quiere decir que no existan en la persona condiciones poco gratas, y hasta negativas!
      Lo que trato de señalar, es que hay otras formas de encarar las situaciones. Para transformarlas...
      La referencia al "Oído" es real. La he experimentado durante años... Al llegar a conocerla tras unas vivencias muy delicadas. ¡Cambiaron nuestras vidas!
      ¡Y aplicarla!
      ¡¡Está al alcance de cualquiera!!
      Abrazos.

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  25. Ernesto:
    como se suele decir, "viejo" es aquel que es mayor que uno mismo...
    Salu2.

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  26. El texto que compartes es una reflexión profunda y poética que combina narrativa, filosofía y una mirada introspectiva sobre la vida, el lenguaje y el poder de las palabras. Me parece que tiene varias capas de significado que invitan a detenerse y pensar.
    El relato comienza con una escena evocadora, casi mística, en la que el "amigo Ventarrón" y el Maestro Chao-Hsiu-Chen introducen al lector en un viaje simbólico. La búsqueda del "tesoro de la vida" y el encuentro con el abuelo ciego en una aldea china destilan sabiduría sencilla pero poderosa. La frase del abuelo —«Lo que sucederá no lo podemos evitar. Y lo que no sucederá no lo podemos forzar»— es un recordatorio de aceptación y fluidez ante el destino, algo que resuena con filosofías orientales como el taoísmo. Me impresiona cómo en pocas líneas se condensa una lección universal sobre soltar el control y vivir el presente.
    El simbolismo del bastón y la liberación: La imagen del discípulo que, tras perder a su Maestro y encontrar lo que buscaba, deja huella con su bastón y libera su corazón de deseos y lágrimas, es muy poética. Sugiere una transformación interior: de la búsqueda externa a la paz interna. Es como si el texto propusiera que la verdadera riqueza está en la consciencia y no en lo material o en las circunstancias externas.
    El poder de las palabras: La segunda parte del texto, donde Ernesto reflexiona sobre el uso del lenguaje y su impacto, me parece particularmente interesante. La idea de que las palabras, incluso las dichas en broma o sin intención, "esculpen" nuestra vida, tiene un eco metafísico y psicológico profundo. Me gusta cómo usa la metáfora del escultor y el "Oído" que escucha y actúa según lo que expresamos. Es una invitación a ser más conscientes de lo que decimos, no solo a los demás, sino a nosotros mismos. La referencia a Conny Méndez refuerza esta perspectiva espiritual: las palabras como herramientas de creación o destrucción.
    El texto mezcla un tono narrativo con uno más conversacional y reflexivo, lo que lo hace accesible pero sin perder profundidad. Hay un juego entre lo serio y lo ligero, como en el intercambio sobre "viejo" versus "cierta edad", que aporta calidez y humanidad. La risa y las exclamaciones le dan un toque personal y auténtico, como si estuviéramos escuchando a Ernesto hablar en voz alta.
    El texto aboga por una vida consciente: aceptar lo que viene, soltar las preocupaciones por lo que no ha sucedido y cuidar las palabras con las que nos definimos. Es una mezcla de sabiduría práctica y espiritual que deja una sensación de calma y, al mismo tiempo, de responsabilidad personal.
    En resumen, me parece un escrito hermoso y estimulante. Invita a reflexionar sobre cómo vivimos, cómo hablamos y cómo nos moldeamos a nosotros mismos en el proceso.
    Saludos.

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    1. Buen día Marcos.
      No voy a negar la sorpresa de verme tan «identificado» en tu comentario. Amplio y detallado comentario en el que dejas más de ti que de mí.
      El dominio de la palabra que expones denota sabiduría previa. Y es de agradecer poder apreciarla.
      El texto al que haces referencia en el simbolismo del bastón, el encuentro de lo que buscaba, la huella y la liberación, la transformación interior, es la esencia del libro. Y también parte de su literalidad. La poética que percibes está en el libro.
      El poder de las palabras que defines tú mismo como metafísico y espiritual, es cierto. Y tu propia referencia a Conny Méndez lo confirma.
      Hay un juego entre lo serio y lo ligero, dices. ¡Cierto! La vida no es un juego. Pero la forma de aprenderla, entenderla y, acabar aceptándola, aplicándola en nuestras vidas, se hace más fácil, en un principio, desde el «juego liviano»... Sin que haya comparación posible, Marcos, también Aquél empleaba el «juego», profundo pero desenfadado, en sus parábolas.
      La responsabilidad personal, que señalas al final de tu comentario, es la esencia de la vida. Sin ella, el «juego», queda convertido en historia interminable...
      Marcos, ha sido un placer compartir tu presencia y reflexiones.
      Un abrazo.

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