domingo, 16 de julio de 2023

¿Hay motivo para no serlo?

 


Una amiga mía sostiene que amigos amigos… contados! Que los demás son conocidos! A lo que yo, que la conozco..., le digo que sí, y con cierta ironía añado que en su caso le basta con los que cuenta con los dedos de una mano.

Este tipo de charla surge cuando en mi caso digo que amigos amigos los tengo a cientos, cuando no a miles. Que cada persona con la que me cruzo en el día a día, física o virtual, y se dirige a mí o yo a ella, son amigos. Y realmente lo son. ¿Hay motivo para no serlo?

Ese primer contacto, ese hola..., esa pregunta sobre cualquier cosa, ¿por dónde se va a?…, ¿dónde se come bien en esta zona?…, ¡hoy hace un día precioso!, etc. Esa mirada profunda de unos segundos al cruzarnos por la calle. Esa comunicación implícita en la que lees, te leen el alma. Que ni a los más allegados se les permite.

Ese saber, ese ser, esa autenticidad que, al no haber compromiso previo, te permite ser tú mismo.

Ese tipo de gente que abunda, pues somos cientos, miles de miles, esos son mis amigos.