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Mis zapatos en los pies de mi nieta. |
Hoy
ha amanecido un día claro, de sol y algunas nubes altas y
desilachadas. Hoy el día viene sereno, como el río de la vida que
cruza el valle. Hoy, en estas primeras horas, el día ya marca por
dónde va a ir la vida.
─¿Usted
cree que sólo por ver la corriente de un río ya puede asegurar por
dónde irá hoy el mundo?
─El
mundo es una cosa. Su vida, y sobre todo usted otra. Y si bien a
ambas las envuelve, las acoge, son, una misma Realidad, en el
tránsito en el que se encuentra cada ser humano en pos de sí mismo,
se dan esas circunstancias que parecen diferenciarles.
¡Simple
contexto personalizado en el que desarrollar, enfrentar, las
lecciones pendientes!
─No
le comprendo muy bien… Sé que quiere decir algo, pero no le cojo
el punto.
─Usted
ve el mundo como algo muy amplio. Variado y hasta complicado. Confuso
y peligroso. Inabarcable incluso, y es cierto. Pero eso que ve usted,
que cree ver, en realidad es la «paja»,
la
distracción mundana que
le impide descubrir el «grano»
que usted es.
¡Lo
esencial!
─Difícil
me lo pone. No puedo sustraerme a lo que veo y sé. A lo que conozco
de ayer y hoy… Y que mañana será poco más o menos igual.
─Su
mundo real, lo único que debería tener en cuenta, hoy es, por
situarlo de alguna manera, todo lo que se halle dentro del círculo
que usted puede formar a cada instante a su alrededor.
¡Extienda
los brazos. Gire sobre sí mismo! Todo lo que haya quedado dentro de
él, es usted y su mundo. ¡Lo único que le concierne!
─¿Y
qué hago con el resto de mi vida?
─¡Vívala!
Pague sus impuestos, respete el rojo de los semáforos, dé los
buenos días a sus vecinos. Ría y llore en el devenir de cada día…
¡Es la vida y usted está en ella!
¡Pero
no es usted!
¿Qué
número de zapatos calza?
─El
39…
─¿Son
suyos, los utiliza?
─¡Desde
luego!
─¿Son
usted?
─¡Claro
que no! Son míos, me identifican de alguna manera. Cuando me los
quito, sigo siendo yo!
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También conocido por Círculo de Protección.
Aisla y proteje.