“Tramo” y “meta” son dos conceptos que, en el lenguaje coloquial, empleamos a menudo.
Frases hechas: Este tramo del camino es más fácil… Alcanzar metas en la vida es el objetivo.
Los que peinamos canas en este tramo de nuestras vidas podemos observar que ésta se ha dividido en varios desde que nacimos. Edades, estudios, circunstancias mil, han marcado muchos de ellos.
En cuanto a metas, ¿quién no se las ha propuesto?
¿Pero qué sucede cuando ambas palabras adquieren un significado más profundo?
“Tramo”. Puede significar esos momentos en los cuales hemos sido conscientes, o conscientes posteriormente, de haber experimentado, vivido, procesos de evolución (por llamarlos de alguna manera, espiritual…). Despertar a estados de consciencia inesperados… En los cuales nos quedamos, avanzamos… o retrocedemos, al mundo conocido.
“Meta”. Ese punto que nos marcamos como objetivo en mil proyectos o intenciones. Humanamente hablando, claro. Dentro del tramo que la vida actual de cada uno representa.
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La llamada partida de este mundo, pudiera no ser esa "meta" última del ser humano...
Y sí una puerta que se abre en este lado y cierra en el otro.